Aullido | Omegaverse Banana Fish

15.Invierno (parte 4)

Una vez que Ash cazo un siervo, el padre de Eiji y él se dirigieron al acantilado donde en primavera hacían el aullido. Caminaron un par de horas hasta llegar a unas estrechas escaleras de piedra que parecían haberse formado naturalmente, bajaron por estas hasta llegar al fondo del acantilado, donde varias flores blancas crecían, parecían lirios.

-¿Lirios?- dice Ash con sorpresa.

-Te equivocas, estos no son lirios. Cada estación la forma de sus pétalos cambia, incluyendo su color. Debes entender que tienen un significado especial, si tomas una de estas flores con mala intención, se marchitara a penas la toques-

-Entonces...- dijo Ash inseguro dando un paso al frente hasta casi llegar al borde donde crecían las flores.

-Normalmente, estas flores reaccionan a los sentimientos, debes darle esta flor a Eiji como símbolo de un amor duradero- Ash asintió y delicadamente tomo una flor entre sus fauzes, mientras lo hacía descifro el truco para que no se marchite la flor. Pensó en Eiji, en su sonrisa y en que quería guardar esa sonrisa para siempre.

La flor al ser arrancada permaneció intacta, el padre de Eiji se sintió orgulloso de su yerno, aunque sabía que todo saldría bien.

-Bueno, ahora vamos a casa, es momento de que anunciemos tu aceptación en la manada- Ash asiente y ambos se dirigen a casa.

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Ash y Eiji llegan al mismo tiempo a la casa Okumura, se miran como si hubiese pasado una eternidad y corren a los brazos del otro, sintiéndose por fin completos cuando se abrazan. Los padres del omega les miran enternecidos y un tanto culpables por tenerlos separados toda la mañana y parte de la tarde, aunque las cosas hechas eran necesarias.

Entran a la casa hablando de como en unas horas serán una pareja formal. La felicidad inunda la casa, así como el olor a vino tinto mezclado con flores de cerezo.

Dan las 4 de la tarde y todos en la casa comienzan a prepararse para ir a la manada, ya es hora de que Ash sea oficialmente miembro de esta. A las 5 de la tarde, todos transformados en lobos se dirigen a la ciudadela central, al llegar Eiji se para frente a los lobos que ya les esperaban.

-Buenas tardes a todos, les agradezco su presencia aquí- dice hablando con voz fuerte, mira a Ash y con la mirada le pide que se acerque, el alfa rubio simplemente asiente y se para a su lado.

-Aslan a estado aquí poco más de 5 meses, nos a ayudado a cazar y a estado ahí cuando lo hemos necesitado- todos los lobos presentes se miran entre si asintiendo a las palabras de su futuro líder, Ash a hecho eso y mucho más, se a adaptado a la manada e incluso a hecho amigos.

-Luego de probar ser digno de pertenecer a esta manada. ¿Hay alguien que conozca alguna falta cometida por Aslan que lo prive de su derecho?- todos guardan silencio, Eiji se voltea para quedar frente al lobo blanco, más grande que él - Bien, entonces ya que no hay objeción alguna, a partir de hoy, Aslan Callenreese, formas parte de esta manada- Ash mira a Eiji y luego a todos los lobos frente a él.

Tiene que iniciar un aullido y así lo hace, los demás le siguen y por un par de minutos aullan a la luna que empieza a salir del horizonte al ser ya las 6. Normalmente luego de aceptar a un nuevo miembro en la manada, se hace una celebración grande en honor del nuevo. En este caso no es de esa manera, pues en unas horas más Eiji se unirá a Ash.

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De regreso en casa, Hanako se lleva a Ash y Kimiko se lleva a Eiji a sus respectivos cuartos para prepararlos.