Capitulo 26 - Oxigeno de verdad

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Las chicas estaban durmiendo cuando alguien les abrió la puerta. Capri se levantó lentamente y se recargo en la pared a lado de ella sin abrir los ojos.

-Otra vez perdimos el desayuno ¿verdad? –pregunto bostezando.

-¿Qué? No, el desayuno es en unos 20 minutos –dijo una voz masculina.

-¡¿Tad?! –Grito Miltara saltando de la cama- ¡¿Qué haces aquí?! ¡Es la mañana! ¡No me puedes ver en la mañana! –grito Miltara tapándose la cara.

-¿Por qué? Cuando nos casemos te tendré que ver en las mañanas todos los días.

-Uuu, ¿eso fue una propuesta de matrimonio? –pregunto Hannah con su típica sonrisita mientras se salía de la cama.

-¿Puedes sacar el anillo luego, compadre? Gracias, Chicas tienen que ver esto –dijo Harris apresuradamente.

-¿A dónde vamos? –pregunto Capri bajando de su cama.

Los chicos las guiaron hacia la sección de hombres, ya que las paredes cambiaron su color a plateado repentinamente. Y se detuvieron en una puerta con el número 250.

-¿De quién es este cuarto? –pregunto Hannah confundida.

-Es mi cuarto –dijo Tad tomando la perilla.

-No vamos a ver nada asqueroso ¿verdad? –pregunto Miltara un poco asqueada.

-Creo que lo calificarían como tierno –dijo Harris - Ábrela –le demando a Tad.

Tad abrió la puerta y a unos metros estaba una cama individual, pero en ella estaban Caliban y Eber. Eber estaba abrazando a Caliban y usaba su pecho como almohada, mientras Caliban lo estaba abrazando con un brazo.

-¡Aw! Que tiernos se ven –dijo Miltara sonriendo.

-Me gustaría poder tomarles una foto –se lamentó Hannah- Eber parece un tierno gatito.

-Mi mejor amigo acaba de remplazarme –dijo Capri jugando- ¿Puedo preguntar? –les pregunto a Harris y Tad.

-Pues... digamos que es posible que ya hayan arreglado sus diferencias –dijo Tad.

Eber empezó a moverse, y abrió sus ojos lentamente. Cuando vio a todos parados en la entrada mirándolos, puso un gesto de bebe enojado.

-No es lo que parece –explico Eber levantándose y tallándose el ojo.

-Parece que ya son como hermanos ahora –dijo Miltara con una sonrisa cruzando los brazos.

Caliban se estiro y abrió los ojos, se percató de todos en la entrada y se volvió a cerrar los ojos y acomodándose para volver a dormir.

-No sabía que era tan hermoso como para que todos me quisieran ver mientras duermo –dijo con una sonrisa.

-Ya quisieras –dijo Tad- Bueno, ¿no quieren ser los primeros en el desayuno y comer un plato con comida real?

-¿Qué es lo que nos dieron ayer? –Pregunto Capri- ...Olvídalo no quiero saber.

Fueron a la cafetería, casi vacía, y tomaron un plato con el mismo desayuno de ayer, solo que se veía... más real. Capri trago saliva y se sentó en la mesa. Alguien puso su mano en su hombro, ella volteo y se dio cuenta de que era Rasu.

-Niños, creo que los tenderé que abandonar estos días, tengo que juntarme con las personas de mi edad. Si me buscan estaré allá –apuntando a una mesa a unos cuantos metros de ellos- A-Hann, me cuidas de Harris –dijo sonriéndole.

-Claro que lo hare –dijo Hannah sonriendo.

-Bien. Los dejo –dijo Rasu despidiéndose.    

The Mortal ExperimentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora