Isaac
Estoy jodido.
Solo cuento con un milagro para llegar a tiempo. Maldiciendo internamente a mi mejor amigo, apresuro mi paso y esquivo a la gente que se interpone en mi camino. Esto me sucede por hacerle caso.
«Quédate a platicar un momento Isaac, la noche aun es joven...»
Maldita seas Luka y tu manera de conseguir que te obedezca. La próxima debería regañarles a los tres por igual y recordarles que estudio en la universidad con horarios estrictos que debo cumplir y más en mi último año.
Ellos no lo entenderían. Asquerosos deportistas y su manera alocada de vivir por las noches. Esos son mis mejores amigos de toda la vida. Los cuales se encuentran a miles de kilómetros de distancia de mí, jugando profesionalmente al voleibol. El manipulador de Luka decidió quedarse junto a Alex en nuestra preciada España y Teo...ya me gustaría saber en qué parte del mundo se localiza ese imbécil. La última vez que hablamos sobre su paradero, se hallaba bailando la Magalenha en Brasil, pero ahora comienzo a sospechar que marcho de ahí hace tiempo.
Suspire sacando el móvil del bolsillo de mi saco, para corroborar por quinta vez la hora, marcaban siete menos diez, solo cuento con cinco horribles minutos para realizar siete cuadras y elegir zapatos no fue una decisión acertada.
Hoy, definitivamente, no va a ser mi día.
Con los pulmones en las manos llegue a la universidad, suplicándole al cielo que el profesor Harper me deje entrar en su clase, para ser la materia más importante del último año colocaron de enseñante al mismísimo diablo. Me acerque a la puerta de la sala con los nervios corriendo por todo el cuerpo, le di unos leves toques y espere a que su cara amarga aparezca del otro lado. Nunca abrió. El me dejo afuera. Perfecto.
Mi ánimo decayó. No me gusta faltar a clases, es lo único que logra mantener mi mente ocupada y ahora sin ella voy a tener que soportar una plática incomoda con mis propios pensamientos, acompañado de los bullicios que hay en los pasillos de la universidad.
En momentos así, recuerdo nostálgicamente el lugar secreto que tenía en el colegio y la calma que sentía en cada receso, sin ninguna alma perturbando mi paz, solamente mi soledad y a veces, cuando la suerte estaba de mi lado, acompañado por Isabela.
Ella es...un poco difícil de explicar. O solo no quiero admitir que se trata de la novia o ex de uno de mis mejores amigos. La verdad es que nunca entendí muy bien en que quedaron con Teo. Solo recuerdo que la última vez que le vi a él, lo deje amenazado en broma con que si en diez años no cumplía su promesa de casarse con Isabela iba a volver exclusivamente para conquistarle.
¿Mal amigo? Puede ser. Teo se lo merece por liársela cuando ella salía conmigo. Y lo logro el maldito.
A veces me pregunto que estará haciendo ella en estos momentos. Pasaron cinco años desde que me mude a Estados Unidos y lo único que se dé su vida es gracias a los comentarios de Luka que se convirtió en su mejor amigo y los pocos que hace su hermano; Alex, cuando nos encontramos los tres, ya que sigue estando prohibido nombrarle delante de Teo.
Debo admitir que sigo extrañándola y perder tanto su contacto me entristece. Sin embargo, hace cinco años era necesario tener esta distancia. La última vez que le vi mis sentimientos hacia ella seguían intactos, y por mi salud mental no podía seguir enamorado de la novia de mi amigo, cuando el amor que se tenían con Teo era demasiado grande para que un simple mortal como yo pueda entender y soportar. Ellos eran perfectos y estaban destinados a estar juntos, el único que se negaba a eso era un Isaac adolescente.
Cuando logre instalarme completamente en el país ya habían pasado unos meses que no hablaba con Isabela y decidí que era lo mejor para mí. Tenía que volver a empezar de cero con ella y eso significaba hablarle de vez en cuando para manteros al tanto de nuestras vidas, pero al pasar de los años esas pláticas fueron disminuyendo y convirtiéndose en mensajes cariñosos en fechas importantes.
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Enamórate de alguien más
RomansaIsaac conoció el dolor de un primer corazón roto. Decidido a dejar todo atrás, se instaló en otro país y se prometió comenzar una nueva vida, alejado de los riesgos de enamorarse y sufrir. Ese era su plan: estudiar la carrera de sus sueños, leer muc...