Symbolism (Jinx x Caitlyn)

El proyecto de clonación C41T (Parte 2)

-Capitulo 21-

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-El proyecto de clonación C41T (Parte 2)-

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"Todas las calles por donde caminé solo, sin ningún lugar a donde ir, han llegado a su fin."

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Caitlyn despertó creyendo, en un primer momento, que nada había interrumpido su sueño más allá del mero hecho de haber dormido lo suficiente.

Se encontraba en la sala de la mansión, rodeada del desorden que ya parecía lo habitual en ese sector.

Se tapó la boca mientras bostezaba y lentamente se sentó en el sofá que tan bien la había acogido durante la noche. Una frazada de color natural cayó a su lado, pero ni se molestó en levantarla.

Se puso de pie y pensó en dirigir sus pasos a la cocina en busca de agua o quizás la preparación de su desayuno.

Sabia que varias cosas estaban averiadas y que quizás cocinarse algo allí demandaría cierta creatividad que, por recién estar despertando, no creía tener.

Había convencido a Jinx de llevar cierto orden con el lugar. Tratar mínimamente de que ocupara las habitaciones para sus investigaciones y experimentos y no las salas que solían compartir o que tenían otras funciones, como ser la cocina, el comedor, la sala principal y los baños.

Esto implicaba terminar de dejar a la merced de la de Zaun las habitaciones que aun no había puesto de cabeza, pero creyó que poderse moverse por los pasillos y salas que mas frecuentaba en esa mansión, sin que nada explotara, era lo mejor y la prioridad.

El sonido de un motor en el exterior llamó su atención, sabiendo de sobra que si algo transitaba por el desvió de esa carretera, era porque tenia como destino la mansión.

Abandonó la idea de su desayuno y se acercó al ventanal, reconociendo el vehículo que ya atravesaba el jardín de en frente.

—Oh, mierda...— murmuró, girando en su eje y buscando con la vista a Jinx.

No la encontró, pero advirtió al clon durmiendo bien arrinconado en uno de los sillones de la sala.

En ese momento no supo si la presencia de éste era peor que la presencia de un asesino serial, y sabia que tenia uno de esos deambulando por algún lugar de la mansión también.

Se acercó al sillón, tomando al infante entre sus manos y pegándolo a su pecho, respetando mínimamente que aún se veía bastante dormida y que trataba de acomodarse en sus brazos para volver a estarlo.

Se quedó de pie mirando los pasillos, incapaz de decidir ahora que hacer. Pensó que podría simplemente dejarla en la habitación más cercana o en la cocina, pero ambas opciones llevaban cierto riesgo de por medio desde que aun estaban llenas de cosas peligrosas que Jinx utilizaba.

Consideró subir las escaleras y revisar las condiciones de las habitaciones allí. Inclusive pensó en pedir por Jinx, pero entonces llamaron a la puerta.

Eran golpes demandantes, impacientes, y la dueña de casa solo pudo quejarse de estos al escucharlos.

Miró hacia el vestíbulo de la entrada, pero no se movió hacia allí.

Llamaron nuevamente de forma prepotente y la sheriff se resignó.

Volvió a la sala y dejó al clon en el mismo sitio donde lo había encontrado, pero, lejos de acomodarse y volverse a dormir, la inocente criatura se refregó los ojos con una de sus manos y comenzaba a despertar.