Symbolism (Jinx x Caitlyn)

Vamos a dañarnos

-Capítulo 10-

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-Vamos a dañarnos-

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"Y cuando estaba decaído, lo cual pasaba mucho, tú viniste a mí, y dijiste "Es suficiente"

Y cuando volviste a casa, desgastada hasta los huesos, me dije a mi mismo "Esto podría ponerse realmente difícil" porque yo sé que te estas sintiendo demente, así que entonces, dime algo que yo pueda explicar."

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Lukiano y Serga se codeaban mientras recordaban algunas "Historias de terror" que padecían los presos en las cárceles de Piltover.

—Pero un político tan importante como usted no puede ser llevado a esos lugares tan tenebrosos y vulgares, señor Marangoni, no se preocupe— terminó Serga, viendo como el robusto hombre temblaba al terminar una de las historias.

—Claro que no, señor— coincidió Lukiano—. A las personas importantes como usted no se le puede mezclar con los demás reos... no sobreviviría ni siquiera 20 segundos allí.

A ambos le hubiera encantado ver como el político moría a manos de tenebrosos villanos en los calabozos más olvidados, pero en vez de eso, el buen abogado que tenía y su condición de poder, solo hicieron posible que lo encerraran en la cárceles de los pisos más bajo de la comisaria de la ciudad.

—Sé que se burlan de mí, gente sin gracia— contestó con ímpetu el político—. Pero no tienen de que "Preocuparse". Estaré aquí cuando mucho una noche y mañana ya me verán comiendo manjares que ni siquiera juntando medio año de sus sueldos podrán pagar.

Las cosas se vinieron abajo tan rápidamente para él y su partido, que aun trataba de asimilar como todo podía haberse vuelto en su contra tan mal.

Las noticias tardaron menos que la pólvora en correr en toda la ciudad y las pruebas en su contra habían sido tan contundentes que ni siquiera el equipo de abogados a su favor había podido lograr un buen juicio de inmediato.

Le habían recomendado huir antes que algo pudiera llegar al parlamento, y ya estaban planeando su fuga de la ciudad, pero antes debía pasar por este vergonzoso desfile de la derrota y bailar al compás de las leyes de Piltover que hasta ese momento tan bien se le había dado ignorar.

—Sí, es verdad, nos consta mucho, señor. Su gente tiene sus medios "especiales" para criminales tan... ostentosos como usted— coincidió Serga.

—Sí, una celda como esta donde solo la puede compartir con criminales que... no lo sé, no lo recuerdo bien ¿Serga? ¿Por qué encerramos al último criminal aquí?

—Por una tontería de niños, Lukiano— siguieron hablando los dos mientras ya llegaban a la puerta de rejas y la abrían—. El ultimo criminal que encerramos robo una paleta sabor fresa de una tienda.

—Oh, sí, nada tiene que ver con las celdas que tienen violadores o asesinos en series... ustedes los políticos sí que tienen tratos especiales hasta para cuando quebrantan las leyes ¿Eh?

—Cuiden bien sus palabras, caballeros— le recomendó el político, sintiendo aun así la humillación cuando la puerta se cerró dejándolo a él del lado del calabozo—. Estaré aquí unas cuantas horas, máximo esta noche.

—Lo sabemos, lo sabemos, pero aun así, permítame advertirle a su compañero— terminó diciendo— ¡Ey! Criminal de la paleta de fresa, ya escuchaste al hombre, el estará aquí solo unas horas, así que no te encariñes mucho.