Condenados a la felicidad

Sincronización humana

Pasaron unos días después de la batalla con los dos Caídos, días en los que se hicieron numerosas reparaciones a NERV, los Evangelions y la enorme fortaleza conocida como Tokio-3. Días en los que la Unidad 01 se restauró a su función completa, con las Unidades 00 y 02 esperando la reactivación final. Días que Rei pasó la mayoría de los cuales dentro de la Ready Room ocupada con las diversas distracciones disponibles allí.

Esto es... tan diferente, pensó Rei en un momento mientras jugaba uno de los videojuegos que estaban disponibles. Desde que la destrucción de su apartamento la había dejado en la base cada hora de todos los días, la Primera Niña había tenido poco de qué ocuparse. Había pasado parte de su tiempo en el gimnasio nadando, y otras veces las pasaba con Shinji, Asuka y Misato, así como con cualquier otra persona que viniera a visitarla. Algo que no podía suceder muy a menudo, dejándola sola la mayor parte del tiempo.

Entonces Rei había explorado el mundo de Ready Room en sí, y las numerosas formas de entretenimiento que se encontraban allí. Libros que van desde aventuras fantásticas hasta apasionantes romances, películas que parecen ir más allá de la descripción y el número. Sin embargo, lo que realmente le llamó la atención fueron los videojuegos, particularmente los juegos de rol.

Había asombrado a Rei de lo fácil que era. Todo lo que tenía que hacer era colocar un disco en la máquina, encenderlo, y así, podría colocarse en el papel de una persona diferente. Se convirtió en lo que animaba a guerreros valientes y audaces y magos amables por igual, guiándolos a través de sus búsquedas. Le había costado un poco acostumbrarse al principio, pero ese sentimiento, lenta pero seguramente, se volvió más tentador. Sus elecciones significaron la diferencia entre la vida y la muerte en los mundos de esos juegos, algo que sus primeras experiencias con las palabras "GAME OVER" habían demostrado rápidamente.

Rei estaba atravesando una de las mazmorras del juego que estaba jugando cuando se abrió la puerta de la Ready Room, y a través de ella entró Misato, así como Shinji y Asuka.

-Hola, Rei –comenzó el Mayor, sonriendo de una manera un tanto traviesa-. Espero no interrumpir nada.

-Mayor –respondió Rei, deteniendo el juego mientras se volvía para mirar a sus visitantes-. Ikari-kun. Piloto Sohryu.

-Hola, Rei –la saludó Shinji, incluso cuando Asuka se inclinó para ver mejor el juego en cuestión.

-Maestro Dragón VII, ¿eh? –Asuka notó, antes de fruncir el ceño-. Entonces, ¿en qué nivel estás?

-El nivel de la mazmorra del Bosque del Caos –respondió fácilmente Rei.

-Ugh, odio esa parte –Asuka hizo una mueca, sacudiendo la cabeza mientras escudriñaba la pantalla-. Sólo espera hasta que llegues a la Hidra Esmeralda. Te estarás arrancando el pelo, primer hijo.

-¿Hidra Esmeralda? –Misato repitió sin comprender.

-Ese es el monstruo jefe de esa mazmorra –replicó Asuka-. La maldita cosa es casi imposible de matar. ¡Tuve que morir más de una docena de veces antes de que pudiera averiguar cómo acabar con ella!

-Eso suena... desagradable –decidió Rei con su talento habitual para la subestimación. La albina se volvió para mirar a sus otros visitantes-. ¿Hay... algo de lo que quieras hablar?

-En realidad, sí. Aparte de la Hidra Esmeralda, claro –admitió Misato, luciendo algo sorprendida por alguna razón-. Tengo algunas buenas noticias para ti.

-¿Oh? –Preguntó Rei-. ¿Qué es?

-¿Recuerdas cómo estábamos hablando de buscarte un nuevo apartamento? ¿Y que podría estar interesado en un lugar en el edificio donde vivimos? –Preguntó Misato, a lo que Rei asintió levemente-. Bueno, pedí algunos favores y...