Cambios necesarios

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Jueves 18/02/2016

Eran las 6 con 20 cuando sonó el despertador del 3er Niño, del día jueves de esa semana. Iba a ir a la escuela por un rato, para luego dirigirse al GeoFrente a tener una prueba de armónicos y luego ir con su chica y sus colegas a comer ramen. Una excusa para salir solo con su chica al día siguiente.

Mientras se vestía con sus pantalones de escuela y una remera que podría manchar para cocinar el desayuno, se dio cuenta de lo feliz que estaba siendo su vida. Tenía una relación amorosa con alguien que le hacía bien y que le juró amor y lealtad, y si bien era cierto que cada pelea era un suplicio, la recompensa a ese suplicio iba a ser formalizar esa relación y quizás, recuperar a su madre.

Jamás el futuro había sido tan auspicioso para Shinji, y dirigiéndose a la cocina para preparar el desayuno de los tres, se predispuso a que ese día no iba a ser menos feliz que el día anterior.

La primera en salir de su dormitorio para bañarse fue la pelirroja, y ciertamente también iba más feliz y tranquila que de costumbre.

El impacto de lo que sucedió la noche anterior seguía ahí, pero no escaló a más, y seguía siendo un gran consejo el que le dio su ex tutor la noche anterior. Una pequeña mezcla de emociones que no mermó su buen ánimo, porque ya en la ducha, se predispuso a que ese era el primer día de la 'nueva' Asuka.

La Mayor, que escuchó el sonido de la puerta del baño cerrarse a disposición de la 2do Niño, se tomó su tiempo para preparar sus prendas del día. A diferencia de sus pupilos, ella no necesitaba guardar expectativas para el futuro porque su presente era demasiado auspicioso.

Estaba con alguien que la hacía sentir digna. A Misato Katsuragi. Una mujer que se ensució todo lo que pudo para manchar la memoria de su padre y hasta antes de ser absorbida por el monstruo púrpura era una persona que (objetivamente hablando) vivía mal.

Tan digna se sentía, que no había ningún rastro de culpa en lo que estuvo a punto de hacer la noche anterior. Lo haría de nuevo, con quién sea. Sea su ex, algún desconocido en la calle o el Comandante.

Asuka salió del baño a los cinco minutos de entrar, dejando el mismo libre a la dueña de casa para ducharse ella.

La pelirroja se demoró diez minutos en vestirse para la escuela y disponerse a comenzar su día, iniciando por sentarse en el comedor a esperar que Shinji tenga el desayuno listo. Quizás deba ofrecerme a hacer las comidas, un día o dos a la semana, no mataría a nadie. Shinji lo hace casi siempre, y Misato se da el trabajo de ayudar allí a pesar de que trabaja mucho, pensó la pelirroja mientras empezaba a emerger el aroma de los huevos revueltos desde la cocina.

Misato apareció desde el pasillo, con una remera dispuesta para desayunar. Como para cambiarse solo para ir a trabajar.

-Buenos días, chicos –dijo la Mayor.

-Buen día –respondieron los pilotos al mismo tiempo.

Shinji llegó con dos platos primero, compuestos por huevos revueltos con tocino picado en cubos que dispuso frente a las dos mujeres chicas sentadas allí. Luego, llegó con dos tazas de café, que también dispuso frente a sus compañeras de piso, y finalmente llegó con su propia porción, para desayunar. Con Shinji sentado a la mesa, dieron gracias y se dispusieron a comer.

A los segundos después, Asuka rompió el silencio.

-Chicos, ¿me podrían escuchar un momento?

-Obvio, Asuka –dijo Misato con la boca llena-. Somos todo oídos.

Cielos, si a Shinji le gusta Misato, entonces está realmente enamorado para que no le moleste eso, pensó Asuka fijándose en el detalle que Misato habló con la boca llena, genuinamente confundida por esto.

Condenados a la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora