Parte V: El pasado siempre nos alcanza / Descargos y reencuentros

27 1 12
                                    


31 de Diciembre del 2026. Liverpool, Inglaterra

Fue una gran noche, definitivamente. La mejor fiesta en la que ha estado. Era mucho más sencillo para Shinji estar rodeado de la gente en la cuál confía.

La pasó bien, compartió con mucha gente, el ambiente estuvo genial a toda escala. La música, el alcohol... El ambiente de fiesta inglesa era algo que le cabía muy bien, definitivamente. Su resaca era ligera y tenía bastante hambre, no era nada que un desayuno de campeones, un litro de agua y una rutina mañanera de ejercicios no pudiera arreglar.

Luego vio la hora, y soltando una carcajada sonora se dio cuenta de que ni el desayuno ni la rutina 'mañanera' iban a poder ser: eran las 4 de la tarde. Lo bueno de ese horario era que iba a poder estar fresco para poder ver los partidos del día siguiente. Alcanzaría a ver el partido entre el Tottenham y el Chelsea a primera hora, para luego ir al 'templo', que fue como empezó a denominar al estadio de Anfield cuando sus compañeros de escuela empezaron a hablarle sobre el club el cuál son hinchas. Según ellos, el 'más grande de Gran Bretaña' era el único mote que le cabía al Liverpool FC, que ese día de año nuevo jugaba ante el Wast Ham United, disputando el liderato de la tabla ante el Arsenal.

Pensó en la soledad de esa noche de año nuevo, y la lamentó. Era cierto de que se iba a encontrar con varios amigos y amigas en el estadio al día siguiente, pero este año en particular no iba a estar con nadie en esa noche. Una verdadera lástima, porque por primera vez en su vida le hubiese gustado poder estar acompañado en una noche así. Si va a suceder lo que creo que sucederá, entonces es mejor que esté solo. No quiero arruinarle la noche a nadie, y no quiero tener resaca mañana , pensó.

También pensó en las vueltas de la vida. De lo que fue el equipo de NERV que salvó al planeta, él es quién tiene la mayor repercusión pública y reconocimiento, y lo verdaderamente irónico es que ninguna de estas dos cosas las consiguió debido a la tortura que le significó pilotear el Eva, sino que por cosas totalmente fuera de contexto. Cosas que le han significado sacrificio personal, mental y sobre todo físico. Sacrificio del que se estaba hartando.

Shinji Ikari llegó en calidad de 'exiliado' a la ciudad en agosto del 2016, y apenas ingresó a la Escuela Municipal de Liverpool fue tratado como uno más, donde obviamente se esforzó por adaptarse al ver la cálida bienvenida de sus nuevos compañeros, por lo que decidió empezar por el idioma. Nadie lo llenó de preguntas respecto a las guerras, ni de sus tratamientos psicológicos y psiquiátricos, solo le preguntaban por las clases de kickboxing que tomaba los días lunes, miércoles y viernes, por lo que lo tomaron como un compañero más, al cual trataban como uno más. No era especial pero tampoco era ignorado.

Lo que soñó con tener toda la vida se lo dieron personas que ni siquiera hablaban su propio idioma, y es que a pesar de que llegó a vivir a un barrio acomodado de forma gratuita sumado de una jugosa pensión pagada por la ONU, que fue el resultado monetario de haber salvado al mundo, sus compañeras y compañeros nunca abusaron de él. Nunca lo buscaron por la gran cantidad de dinero que empezó a manejar desde joven, ni insistieron tanto con ir a su casa a todas horas por las comodidades. Era uno más, lo que siempre soñó.

Eso no significaba la falta de confianza para ese tipo de cosas. No era capaz de dormir si en el lugar donde estaba había más gente, fuese en su casa o en domicilio ajeno. Prefería irse o esperar que amanezca, dependiendo el lugar, antes de ir a su hogar y poder dormir como corresponde. Era una cuestión de comodidad de la cuál no pudo salir nunca.

No pudo evitar sentir un mayor gusto por el estudio al encontrarse con una variedad de profesores. Siempre le tuvo paciencia a su profesor en Japón, pero era un cambio de aire perfecto el ver más profesores y profesoras haciéndole clases. Todos pacientes y con la voluntad que los niños y adolescentes aprendieran, y el que estaba fascinado era el de historia, que con toda la Guerra Santa tenía de donde nutrirse de manera casi constante, al tener siempre información nueva.

Condenados a la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora