Condenados a la felicidad

Corazones entrelazados, Parte 2

Decir que Ritsuko Akagi estaba nerviosa sería una subestimación.

La batalla entre la Unidad 01 y el Cuarto Caído fue una demostración de salvajismo crudo inimaginable para cualquiera, incluso para aquellos que habían pensado que habían visto al destructor con cuernos en su peor momento de locura. Y mientras ella, Fuyutsuki y el resto de la tripulación del puente observaban la última arma de la humanidad desde la relativa seguridad del Cuartel General de NERV, todo su cuerpo teñido de rojo con la sangre de su enemigo y bandas de luz naranja arremolinándose alrededor de su forma, cada uno y todos se sintieron entumecidos por el miedo.

Incluso mientras Ritsuko luchaba por controlar su miedo, una voz detrás de ella rompió el silencio de muerte. "¿Qué está pasando ahí fuera?" Preguntó Fuyutsuki, incluso su voz amortiguada por la tensión. "¿Cuál es el estado de la Unidad 01 y la Mayor Katsuragi?"

Salidos de su estupor, los tres técnicos del puente se volvieron lentamente para mirar al Subcomandante, solo para regresar la mirada a sus puestos. Trabajando lo más rápido que pudieron, buscaron las respuestas a las preguntas de Fuyutsuki. Al poco tiempo, Maya se volvió para mirar a sus superiores.

-La Mayor parece estar bien, pero...

-¿Pero qué? –Preguntó Ritsuko, recuperando lentamente sus facultades.

-Es solo... es la sincronización cruzada –explicó Maya, una mirada pensativa adornando sus rasgos-. Sus signos vitales y patrones de ondas cerebrales se superponen con los de Shinji, así como con los propios armónicos de la Unidad 01. Es casi imposible discernir entre ellos.

-... -Pellizcando sus labios con fuerza, Ritsuko consideró el asunto-. Debe ser el modo berserker de la Unidad 01. La mayor actividad está empeorando las cosas. ¿Qué pasa con esas bandas de energía? ¿Que las está causando?

-Es el campo AT de la Unidad 01 –anunció Shigeru, palideciendo ante las lecturas mientras el sudor rodaba por su rostro-. La producción de energía de Eva es tan intensa que la maldita cosa es visible incluso sin expandirse.

Imposible, fue el pensamiento inicial de Ritsuko ante esta revelación. La idea de que tal poder pudiera existir alguna vez era aterradora. Tanto es así que la rubia falsa no pudo entenderlo y, finalmente, se vio obligada a tratar de evitarlo. Y, sin embargo, mientras estaba allí, mirando lo imposible hecho realidad, descubrió que no podía negar esta realidad mientras la sacudía hasta la médula.

-¿Y los caídos? –Fuyutsuki preguntó con cautela-. ¿Hay alguna señal de que hayan sobrevivido? ¿O que hay otros por ahí?

-No hay señales de más Caídos, señor –informó Makoto lacónicamente. Luego frunció el ceño y entrecerró los ojos con concentración antes de volverse hacia ellos-. Pero... todavía estamos captando el Campo AT de este Caído. Es mucho más débil ahora, pero todavía estamos obteniendo una lectura definitiva.

-¿De dónde viene? ¿La Unidad 01? –Preguntó Ritsuko con cautela. El fluido repugnante que cubría el Eva enviando banderas rojas dentro de su mente.

-¡Negativo, señora! –Makoto respondió de una manera confusa-. ¡Está irradiando por toda la ciudad! ¡Realmente no puedo arreglarlo!

-Eso no tiene ningún sentido. Si el Caído todavía está activo, entonces ¿por qué expandiría su campo de forma tan sutil? Eso es extraño –admitió Ritsuko, incapaz de ver ninguna lógica en tal maniobra.

-... -Sin gustarle esto en lo más mínimo, Fuyutsuki decidió pasar a otros asuntos-. ¿Qué pasa con la 1er Niño? ¿Puedes contactarla?

-Eso creo –respondió Maya, frunciendo el ceño mientras sus propios dedos temblorosos trabajaban para hacer la conexión necesaria.