Deseos Profundos I

51 2 0
                                    


Misato

31/05/2027 hasta el 20/06/2027

Día 1

Sueño húmedo

Estaban comiéndose la boca a la sombra de un árbol por entremedio del bosque. A Misato se le hacía algo difícil el contexto, pero sobre lo que tenía conciencia era que en ese bosque su amor le dijo que estaba "listo". En uno de esos árboles se besaron mucho e iniciaron el juego previo que terminó en su habitación. Un recuerdo maravilloso de Japón que iba camino a rememorar. Lo que no tenía claro era por qué iban desnudos.

No tenía un solo recuerdo sobre cómo fue que llegaron allí. Siquiera si estaban con ropa antes de llegar. Sólo sabía que estaban desnudos, con los ojos entreabiertos por la excitación mirándose borrosos. Tampoco entendía por qué era él quién estaba por encima, o por qué si bien estaba ella apoyada en el árbol no sentía algún dolor en la espalda... Sí. Era un sueño. Lo supo estando dentro de él, así que se dejó llevar.

Shinji la tenía tomada de la espalda, y delicadamente la depositó en el pasto. Nunca dejó de comerle la boca, y lo hizo más tiempo del que quería ya que ella lo abrazó y no lo soltaba. El contacto piel con piel que tanto deseaba lo estaba teniendo por fin. Un par de grillos de fondo eran el sonido que había en el ambiente más allá de los gemidos que comenzaron a emitir.

Cuando ella aflojó su abrazo el muchacho comenzó a bajar, besando suavemente las partes de su cuerpo que alcanzaba. Le dio besos dulces en el cuello y en los hombros, buscando el relajo de su mujer que prefirió disfrutar del hecho a ojos cerrados, sólo sintiendo a su hombre trabajar sus puntos débiles.

Prefiriendo preocuparse del placer de Misato, Shinji le mamó los pezones y luego bajó a las costillas, siempre abrazándola con delicadeza. Luego se concentró en el bajo vientre, besándolo como si eso fuera algo sagrado, alargando la expectativa en demasía, pero el hombre estaba fascinado al sentir esa zona algo blanda. Era agradable para los sentidos poder acceder a esa parte de ella, tan frágil. Mejor aún era la certeza de saber que su ex no pasó por allí.

Muy buen hombre podría ser, pero no preocuparse por ella en el amplio sentido del concepto lo convertía automáticamente en un perro desconsiderado.

Cuando llegó a la intimidad de Misato, antes de darle placer como tal quiso darse un recorrido completo. Lamió cada pliegue como si estuviera comiendo miel, extasiado a más no poder por el sabor. Le besó el interior de los muslos e incluso le levantó las piernas para besarle las nalgas.

La mujer mantuvo los ojos cerrados, sintiendo claramente cómo Shinji pasó sin escalas al clítoris, metiendo un dedo en el proceso. Era un sueño húmedo demasiado perfecto, simplemente no había otra explicación. Le pasó los dedos por la cabellera, disfrutando del placer hasta que sintió cómo Shinji, sin previo aviso, sacó su lengua y dedos para comenzar a penetrarla.

Había una dedicación inconmensurable, innegable, totalmente tangible en cómo Shinji la trataba en ese plano también. En los primeros minutos fue dulce y amoroso, casi delicado, hasta que ella comenzó a gemir más suave. Allí el muchacho comenzó a mover sus caderas más fuerte, haciéndola abrir los ojos.

Ante ella, ya despierta, estaba su hombre completamente concentrado en hacerla sentir bien. No era obvio, pero esas semanas iniciales iban a tener esa intensidad por parte de ambos, y el primer golpe lo asestó él. Acercó su cuerpo para que ella lo abrazara, pero intentando ir más allá, Misato respondió pasándole la punta de uno de sus dedos por el ano del muchacho. Luego de ello, logró colar su mano derecha entre los cuerpos y le tomó las bolas, dándole un masaje improvisado.

Condenados a la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora