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¿Podrían describir tu vida en una sola palabra?

Yo la podría resumir fácilmente en una.

Aburrida.

Mi vida se ha vuelto en una rutina totalmente monótona: Desayuno, voy a la Universidad, ceno y me acuesto a dormir.

Y ni hablar de mi círculo social y familiar, la situación es exactamente igual, nunca salimos de paseo o realizamos alguna actividad.

No quiero que mi vida universitaria repita el mismo ciclo, ¡Quiero salir! ¡Aprovechar mi juventud!

Quiero algo de diversión, de drama, una muestra que haga valer la pena vivir esta insignificante existencia.

Suspiro, tratando de no agobiar mi mañana.

Tal vez, solo sea cuestión de tiempo.

—¡Alexia! ¡Ya está listo el desayuno! —Escucho a mi papá gritar desde la cocina, es un gran chef.

Y un gran policía, es el Capitán de la estación de policía de este insípido pueblo.

Al estar totalmente lista, tome mis cosas y baje a la cocina.

Allí encontré a mis padres,
Mamá estaba terminando de desayunar, era una mujer muy ocupada, una exitosa agente de bienes raíces.

—¡Buenos días cariño! —Se acerca para darme un beso— Ya me tengo que ir ¡Pero espero y tengas un buen día!

Mamá se despide de papá antes de irse.

Es…algo normal no pasar mucho tiempo con mi madre, por culpa de su trabajo, pero prácticamente ya me acostumbré a su ausencia.

—¿Dormiste bien cariño? —Pregunta papá mientras me sirve el desayuno.

Asentí sin más, odiaba levantarme temprano por culpa de una clase.

Pero sin más, ambos desayunamos sin intercambiar alguna palabra, él estaba entretenido leyendo el periódico, le gustaba estar atento a cualquier noticia o suceso que pudo haber pasado en el pueblo.

Pero Zale es un pueblo muy pacifico; nunca sucede nada.

Lo cual, es una desgracia para mí.

Finalmente terminé de desayunar, me despedí de mi padre y me dispuse a caminar hacia mi Universidad.

Papá entra un poco más tarde a su trabajo, y, mi hermano Calvin entra aún más temprano que yo.

En diez minutos ya había llegado a la Universidad, no quedaba tan lejos de mi casa. Tenía carro, pero a pesar de mis quejas sobre Zale, debo admitir que tiene unas grandes vistas naturales.

Y por eso prefiero caminar.

—¡Alexis! —Escucho una voz familiar gritar mi nombre.

Giré sobre mis talones, y vi una alegre y sonriente Jaime corriendo hacia mí.

No dude en abrazarla, después de todo ella ha sido mi mejor amiga desde hace mucho tiempo.

Desde que tengo memoria prácticamente.

—No te ibas a ir sin mi ¿Verdad? —Cuestiona, rodeando su brazo en mis hombros.

Reí, podía oler su exquisita colonia; pero se había echado mucha, supongo que es para disimular su olor a alcohol.

Debe de venir de una fiesta, ella era así, una chica fiestera…pero de esas fiestas no sanas.

Solo busca saciar sus deseos en las drogas y en el sexo.

Quiero diversión, pero no de ese tipo.

—Solo mueve tu trasero Jaime.

—A tus órdenes.

(…)

Llegue a mi habitación totalmente agotada, hoy tuve que presentar varios exámenes y honestamente…fue muy estresante.

Me lance hacia mi cama, exhausta, no quería nada más que dormir y poder descansar.

Para mañana comenzar un nuevo día.

Estaba a punto de cerrar los ojos, cuando una notificación llega a mi teléfono.

Quise con todas mis fuerzas ignorarlo y descansar, pero desgraciadamente soy una adicta al teléfono y no puedo dejarlo pasar.

Mi conciencia no dejara de molestarme toda la noche sino lo hago.

Como si mi cuerpo se guiara solo, tomé mi teléfono de la mesita de noche, y vi que era un correo
Lo cual era extraño, prácticamente NADIE tenía mi correo electrónico.

Era un link a una página, no había información sobre el destinatario…lo cual, me daba mala espina.

¿Cómo rayos esta persona había conseguido mi correo?

Lo abrí solo por curiosidad, pero algo en el fondo de mi mente me decía que hubiera sido mejor no haberlo hecho.

El link me llevo a una página que no tenía seguridad, poseía un fondo negro, pero…no había nada más.

Supuse que solo era una broma de mal gusto, solo rogaba para que no me hubiera ganado un virus por chismosa.

Suspire, estaba a punto de salirme de la página, pero unas letras blancas aparecen.

“Hola, un placer podernos contactar contigo señorita Alexis Hirsht, así es, sabemos quién eres, pero no tenemos ninguna intención de hacerte daño o extorsionarte…”

Pude sentir como mi corazón se detuvo, pero no me atreví a detenerme, continúe con mi lectura.

“Te contacta el grupo Ambrosia, somos personas dispuestas a darle esa diversión y adrenalina que sabemos falta en tu vida, conocerás personas interesantes que están dispuestas a satisfacer tu vida.

Si realmente está interesada, te recibiremos con mucho gusto, pero queremos recalcar, que tu identidad debe ser secreta, nadie sabrá quién eres y tú no sabrás quienes somos.

ESTA INFORMACION ES TOTALMENTE CONFIDENCIAL.

Aquí está la dirección, tu apodo y como sugerimos debes venir…”

No sabía cómo sentirme…tenía una combinación de miedo con emoción.

Saben quién soy ¿Qué tal si es un intento de secuestro? ¿O una broma?

Esto es muy extraño, pero ¿Y si es verdad?

Tendré la oportunidad de socializar y estar con personas que no conozco y ellos a mí tampoco.

¡Poder expresarme libremente sin miedo a que me juzguen!
Suena loco, ¡Pero esta es la diversión que le hace falta a mi vida!

Sera, mi pequeño secreto.






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