XVIII

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—¡Yujuuuu! ¡Hace rato necesitaba de esto! —Grita Noam mientras todos estábamos disfrutando de nuestra compañía.

Había bebidas, no era de beber alcohol, pero hoy lo ameritaba.

Necesitaba reunirme con Ambrosia, Calvin no ha dejado de llorar y lamentarse, quería salir para dejar de escucharlo.

No quería que el sentimiento de culpabilidad creciera por él.

Teníamos música, pero no a todo volumen, si, estábamos alejados del pueblo, pero dudo mucho que la mayoría de Zale este durmiendo.

Todos están muy nerviosos y temerosos de que algo malo pueda suceder.

Me encontraba sentada en las piernas de Angelo, mientras bebíamos y disfrutábamos de la música.

Tadeo había salido para conseguir refrigerios, teníamos algo de hambre.

Claramente ira a asaltar alguna tienda.

Pude admirar a mi alrededor, todos estaban felices y disfrutando, no podía creer que en tan poco tiempo mi vida haya cambiado tanto.

Mis sentimientos, mi forma de actuar y pensar son…diferentes.

Estoy muy consciente de que mis manos están manchadas, si la Alexis del pasado supiera que todo esto pasaría, que mataría personas no lo hubiera creído.

Pude sentir como Angelo me abraza tiernamente, como si no quisiera que me fuera a ningún lado.

—Estas muy callada ¿En qué piensas? —Pregunta mientras entierra su cara en mi espalda, absorbiendo mi olor.

—En realidad…no puedo dejar de pensar en todo lo que ha cambiado mi vida —Admito y pude sentir como Angelo ríe.

—No te arrepientes de nada ¿Verdad?

¿Lo hago?

Giro mi cabeza para admirar su rostro, honestamente desearía que no tuviera puesto el antifaz, quería ver su rostro, pero no podemos.

—Para nada, de todas formas…no hay vuelta atrás

Y es la verdad, nada puede cambiarse.

De nada me sirve arrepentirme, no tengo el poder de regresar en el tiempo y cambiar las cosas.

Aun que si lo tuviera… ¿Lo aria?

—Me alegro de haberte conocido, te amo demasiado, nunca pensé que llegara a sentir esto por una persona —Admite Angelo para mi sorpresa, nunca pensé que lo escucharía decir eso.

No pude evitar sonreír, acaricié su mejilla suavemente.

—¿De verdad? Que tierno eres.

Me incline sobre él y le otorgue un pequeño beso en sus labios, admire sus hermosos ojos celestes, eran increíbles, parecían el cielo mismo.

—¡Wow! No sabía que la nueva había capturado la atención de nuestro jefecito —Escucho decir a Hazel— Que arpía eres.

—Solo estas celosa de mi —Digo provocándola, mientras tomo un trago de mi margarita.

Hazel me mira de arriba hacia abajo, se había molestado por mi comentario.

La zorra iba a decir algo, pero Tadeo entra en escena.

—¡Traje comida! —Anuncia y todos se acercan para comenzar a comer.

Angelo y yo nos levantamos para ir pero…Tadeo se acerca a nosotros para decirnos algo en privado.

—Tengo una idea, ¿Qué tal si grabamos un video? Para el pueblo, dándoles información de que no somos tan peligrosos como creen.

La idea de Tadeo me gustaba, era algo peligroso hacer un video, pero…teníamos la magia de la edición.

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