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Caminaba por Zale, quería llegar a la casa de mis padres para...ya saben, saludar. Pero estoy tomando un pequeño atajo por el bosque, tenía que cruzar un pequeño puente, pero no tenía ningún inconveniente.

Aunque honestamente ¡No recordaba este puente!

Este rio provocaba muchísimas muertes, las corrientes son muy fuertes, las personas eran arrastradas a una cascada que queda a diez minutos de aquí.

Se veía el puente nuevo, pero eso no era lo que más me interesaba.

¡La naturaleza a mi alrededor me cautivaba!

Cruce solo la mitad del puente, quería admirar desde aquí el bosque, los animales, y en especial este aire tan fresco y puro.

Definitivamente no puedo comparar a Zale con la ciudad en la que vivíamos en Canadá.

En el fondo de mi corazón...Me alegraba haber regresado.

—¿A-Alexis?

Mis pensamientos pasivos fueron interrumpidos al escuchar una voz muy familiar.

Gire mi cabeza hacia esa voz, mi cuerpo se paralizo al ver que era...Jaime.

Ambas nos observamos con mucho asombro, vaya, estaba muy diferente.

Abrí la boca para saludarla alegremente, pero me detuve al ver la ira y el rencor en sus ojos.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta apretando los puños.

No pude evitar sonreír de lado.

—¿No deberíamos estar saludándonos con un alegre abrazo? Después de todo éramos mejores amigas.

—Exactamente, ERAMOS.

Me sorprendí al ver tanta ira, ¿De verdad le afecto tanto? Siempre trate de protegerla, a pesar de todo, era mi mejor amiga.

Y yo...falle.

No, no puedes arrepentirte.

—Para mí siempre serás mi mejor amiga —Admito lanzándole un beso.

—Tú y yo somos desconocidas Hirsht, después de lo le hiciste al pueblo y a Alan nunca te perdonare, eres un monstruo, un lobo disfrazado de oveja ¡Confiaba en ti!

Fruncí el ceño, confundida.

—¿Alan? Yo no le hice nada a Alan, siempre traté de protegerlos...a ambos.

Jaime aparta la mirada, podía ver que le afectaba mucho el recordar toda esta tragedia.

—Alan al enterarse que tú...eras la causante de todo...intento suicidarse.

Me sorprendí al instante, de tan solo imaginar a Alan muerto me revuelve el estómago.

—Pero por suerte sobrevivió, aunque ahora vive en un hospital psiquiátrico por tu maldita culpa ¿Qué mierda te estaba pasando por la cabeza?

Estaba muy incómoda, había causado esto en mi mejor amigo de forma indirecta, nunca pensé que esto terminaría afectándole de esa manera.

Jaime se acerca a mí, se veía furiosa pero no me moví de mi lugar, no quería demostrarme nerviosa.

—¿Qué rayos te inclino a hacerle daño a todas esas personas? ¡Tenías todo en tu vida! ¡¿Qué rayos te faltaba?!

Estaba lo suficientemente cerca de mi como para poder notar en sus ojos toda la ira acumulada que tenía desde hace años, había dañado sus vidas, aunque trataba de no hacerlo.

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