Mis piernas temblaban, me encontraba en la entrada de la casa Germanotta.
Pero no era cualquier casa, ¡Era una enorme mansión!Además de que estaba muy apartada de Zale.
Para mi gran suerte, el vigilante me dejo ingresar sin problema, así que, camine hasta la puerta principal.
La propiedad era terriblemente enorme.
Esta más que claro que son personas con mucho dinero, incluso más que toda mi familia junta.
¿Quiénes son estas personas? ¿Por qué nunca escuche de ellas?
Llevo una navaja en mi bolsillo por si acaso, tal vez este caminando hacia mi muerte, no soy tonta, comprendo muy bien que estoy tratando con personas peligrosas e inteligentes.
Me llene de valentía y toque el timbre.
No pasaron ni dos segundos cuando un hombre abre la puerta. Era alto, con un traje que se notaba carísimo, totalmente arreglado, gente que si me encuentro en la calle no sería capaz de mirarlo a los ojos porque me sentiría mal.
—B-buenos días señor, espero no molestarlo, vine a ver a Tadeo y a Angelo.
El sujeto me sonríe al instante, como si me conociera de toda la vida.
—¡Claro señorita! Ya mi criada los llamara, pasa.
Me sentía totalmente indigna de pisar esta mansión, pero no tuve más opciones que ingresar.Quede boca abierta al ver lo enorme y precioso que era todo.
El señor Germanotta me hizo sentar en un bellísimo sofá, solo tenía que esperar pacientemente.
Siento como si estuviera en la boca del lobo.
Espere aproximadamente cinco minutos, cuando veo a los dos gemelos entrar a la sala algo distraídos, pero cuando levantan la mirada se quedan paralizados.
Tartamudee, pero realmente no sabía que decir, ¿Hola? ¡No planee nada de esto!
—¿A-Alexis? —Pregunta Ara…digo, Tadeo.
—Oh, no pensamos que serias tan tonta para arriesgar tu vida así —Me sorprendo por las palabras de Angelo.
—¿A-a que te refieres?
Ambos suspiraron y se miraron entre ellos, como si se comunicaran en silencio.
Estaba aterrada, como si estuviera en territorio enemigo.
Ellos corrieron hacia mí con la intención de atraparme, pero pude reaccionar rápido y los esquive.
Corrí hacia la entrada principal, pero Angelo me toma por detrás con fuerza, levantándome del suelo prácticamente.
Forcejeé y comencé a gritar ¡Este era mi fin!
—¡S-Suéltame! ¡Suéltame AHORA! —Lo patee, golpee, pero parecía que nada le afectaba.
Para mi gran alivio, entra en escena el señor Germanotta, este se sorprende al ver la forma en la que me sometía.
—¿Qué estás haciendo hijo?
¡S-si! ¡Que me ayude!
—Tenemos que…atender unos asuntos —Explica Tadeo, mirándome.
—Oh, ¿De ese tipo de asuntos? —Tadeo asiente— Bien, no hagan mucho ruido.
Mis ojos se abren a mas no poder al ver lo que estaba pasando.
¡E-el maldito era cómplice!
Angelo me obliga a subir al segundo piso, intente pelear, pero era imposible.
¡NO!
Quise llorar, pero no dejaría que me vieran débil ¡Este idiota tiene mucha fuerza!
Entramos a una habitación, Angelo me arroja al suelo, mis rodillas y manos se vieron afectadas por el impacto.
Al instante me aparte de ellos, estaba dispuesta a defenderme de ellos si era necesario.
Ambos me miran con una sonrisa, malditos enfermos.
—Te dije que tarde o temprano pasaría —Le comenta Tadeo a Angelo.
Esté rueda los ojos.
—No quería que pasara, no quiero que este atada a todo esto.
Al ver la gentileza en sus voces quise relajarme un poco, pero no podía permitirlo, mi vida prácticamente está en peligro.
—Y-yo…necesito respuestas, no pienso seguir en su enfermizo juego sin tener información.
Ellos se miran entre sí, para después sentarse en el suelo delante de mí.
—Puedes acercarte si quieres, no tengas miedo —Comenta Angelo y no pude evitar reír con ironía.
—¡Me trataste como un perro idiota! ¡No me acercare a ustedes!
—Debíamos hacerlo, papá no puede notar que…nos estamos encariñando contigo.
Abrí mis ojos sorprendida, ¿E-encariñando?
—Quiero ir a ese punto, ¿Qué rayos quieren de mí? No me escogieron porque si ¡Quiero saber que quieren hacer conmigo!
Tadeo suspira.
—Realmente no sabemos porque, solo te vimos y…te quisimos al instante en nuestro mundo.
Mis mejillas se calentaron al instante, esto es vergonzoso.
Vamos Alexis, has la pregunta.
—N-no quiero malinterpretar las cosas pero… ¿Ustedes se refieren a mí en forma…romántica? —Pregunto muy avergonzada ya que no estaba acostumbrada a este tipo de cosas.
Los gemelos se ríen al notar esto, no es que me haga la inocente ¡Es que es así!
—Honestamente te digo que no somos nadaaa románticos —Admite Angelo entre risas.
—Pero si, ambos estamos interesados en ti…como mujer —Confiesa Tadeo, me sorprendo.
Espera…
—¿A-ambos?
Los dos asienten, estaba aún más sorprendida.
—No somos para nada normales como ya has notado, y no nos molesta tener los mismos sentimientos por ti y…compartirte.
—Aguarden, ¡¿Ustedes quieren que YO salga con ambos?!
Ambos asienten totalmente satisfechos con lo que dicen, mi cara no podía estar más caliente ¿Acaso esto es posible?
Joder…E-esto es mucho más difícil de lo que pensé.
—E-está muy bien saberlo —Comento queriendo dejar hasta ahí ese tema de conversación.
—¡Oye! Ya sabes lo que pensamos de ti, pero, ¿Qué piensas tú de nosotros? —Pregunta Angelo.
¿Qué siento realmente?
Lo medite por unos segundos, pero creo que era obvio.
—H-honestamente si siento algo por ustedes…a pesar de todo.
—¿A pesar de todo? —Cuestiona Tadeo.
Aja, aquí vamos.
—¡Claro! ¿Acaso es normal que unos pretendientes me acosen y me unan a un grupo que se hace pasar por santo, pero realmente tiene otro tipo de intenciones?
Ambos se sorprenden, pero no lo niegan, no dicen nada.
—Quiero saber…el verdadero propósito de Ambrosia, y no quiero que me mientan.
Los gemelos dudan en si decirme o no, se miraban entre sí para ver quien lo confesaba.
Finalmente, Tadeo habla.
—Todos los seres humanos tenemos un lado oscuro, quisimos unir ciertas personas con problemas en sus vidas para que pudieran expresar y desahogar todo lo que sentían.
—Claramente si tienes ganas de asesinar a tus padres, no dudaremos en ayudarte.
Estaba sorprendida…era lo que sospechaba, pero…no quería aceptarlo.
Bajé la mirada, insegura, ya no sabía que hacer…me metí en un lio muy grande, además de que se cada una de sus identidades.
Tengo dos opciones, o delatarlos con mi padre…o seguir con ellos, porque está más que claro que no me dejaran en paz...
Pude sentir la mano de los gemelos en mis hombros, levante la vista dándome por vencida.
—Cariño, ya sabes tus opciones, pero queremos escucharlo de ti —Habla Angelo.
Suspire sin más opciones.
—Yo…seguiré asistiendo a Ambrosia.
—Pero no solo seguirás asistiendo, nos pertenecerás en especial a nosotros dos…serás como nosotros, una líder —Comenta Tadeo.
Me quede impactada, ¿De verdad me dejaran esas responsabilidades?
Angelo saca para mi sorpresa mi navaja del bolsillo, quede avergonzada al ser descubierta.¡Pero deben entender que era para mí protección!
—Aremos un pacto de sangre —Me sorprendo al ver como Angelo se hace un corte en la palma de su mano, Tadeo lo imita, la sangre no tardo en brotar.
Ahora era mi turno, sin más, extendí mi mano con muchas dudas.
¿Estoy haciendo lo correcto?
Chille cuando Tadeo me hace el corte, estreche la mano con ambos chicos.
Nuestra sangre estaban mezcladas, unidas, y ya no había marcha atrás.
Prácticamente había vendido mi alma, y tengo que hacerlo bien para no fallar.
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ZALE
Random¿Te atreverías a dejar tu vida ordinaria para vivir una gran experiencia? Tal vez te suene tentador, a Alexis Hirsht la cautivo esa oferta. Pero lo que no pudo predecir es que esa decisión cambiaría su vida por completo. Y no solo a ella, toda su fa...