XXIII

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Iba llegando a mi casa después de la alocada tarde que tuve con Tadeo.

Joder, me dejo totalmente satisfecha, no quiero hacerlo con nadie más sino con él.

Abrí la puerta de la casa e ingresé, pero de inmediato me coloque incomoda al escuchar tanto silencio.

Era extraño, siempre había ruido en la casa, ya sea música de Calvin, la radio de mamá o papá escuchando noticias.

O incluso Zayn hablando con papá, esto me inquieta.

¿Y-y si algo les paso?

—¿Mamá? ¿Papá? —Los llame en voz alta pero no hubo respuestas.

Me adentré a la sala de estar, y me sorprendí al verlos a todos sentados ahí, a papá, mamá, Calvin e incluso Zayn.

Y por la mirada de papá sé que no es algo bueno.

¿Qué está pasando? Nada de esto me pinta bien.

—Emm ¿Pasa algo? —Pregunto mientras doy unos pasos, la verdad me sentía insegura, no quería sentarme.

Mamá era la más extraña, se veía preocupada, tenía los ojos hinchados como si hubiera llorado.

—Zayn consiguió esto en tu bote de basura —Papá me extiende unos papeles, dudosa los tomo.

¿Zayn revisando mi basura?

Leí los papeles y me paralicé al ver que era…el examen donde decía que estaba embarazada.

Abrí la boca intentado explicarlo, pero era en vano ¿Cómo podía explicar esto?

No hay manera.

Papá se notaba terriblemente enojado, y yo también me enoje al fijarme en Zayn.

¡Todo es su culpa!

—¡¿Y tú que haces revisando mis cosas?! —Me enfrento a él sin miedo a que sea un maldito detective.

Pero papá interviene de inmediato.

—¡Yo le pedí que te vigilara! Por protección ya que muchas personas te han hecho daño ¿Y me encuentro con esto? ¿Qué tienes para decir?

Joder…no puede ser que esto esté pasando.

Agaché mi mirada y mordí mi labio, no había vuelta atrás, tenía que enfrentar las consecuencias de no haberle dicho.

¡Precisamente no le había dicho porque sabía que reaccionaria así!

—E-es verdad papá…e-estoy embarazada —Admití llevándome una mano a mi vientre— ¡T-te lo iba a decir! ¡Pero dentro de un tiempo!

Papá masajea sus cienes, tratando de calmarse.

—¿Y quién es el padre? —Pregunta Calvin, para mi sorpresa.

Se veía molesto, pero no tanto como papá, se notaba más comprensivo.

Dude en decirlo, pero el no hacerlo empeoraría las cosas.

—Es de…mi novio.

Papá gruñe.

—¿Y él se va a hacer responsable? —Cuestiona papá.

—¡Claro! Él está más que dispuesto a responder, él le dará una vida digna a mi bebe, sé que será un buen padre —Hablo tratando de convencerlo.

—No quiero que hables por él, quiero que él mismo venga y me dé la cara y me diga que se hará responsable de ti y del bebe.

Asentí sin poder decir nada más, esto es muy incómodo.

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