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Luego de que terminamos de ver las fotografía, Juan fue a guardar la caja mientras que yo busqué una película. Él regresó con un bowl con palomitas y dos refrescos, lo ayudé con los vasos.

—Cuál vamos a ver? —él me preguntó.

—Elegí una de acción, ya que no me gustan mucho las de miedo —la película se llama Guerra Mundial Z —dije poniéndole play.

Él colocó el bowl de las palomitas en sus piernas, mientras que yo me senté a la par de él.

Cuando terminó le película, Juan suspiró.

—Qué pasa? —le pregunté para luego tomar un poco de fresco y dejé el vaso en la mesa.

—Creí que el padre no volvería a ver a su esposa y a su hija —dijo feliz.

—Nunca la habías visto? —le puse pausa a la película, por que como ya había terminado.

—Es que no me gusta mucho ver películas de zombies, pero esa —señaló la televisión —me encantó —dejó el bowl en la mesa.

—Y ahora a ver si puedo dormir —dije bromeando.

—Tranquila, yo dormiré contigo, para que no le pase nada a mi nena —él me sonrió y me dio un beso en los labios —por cierto, mañana iré a visitar a mi madre y a mis hermanos, quieres ir conmigo? —me preguntó.

—Conoceré a tu madre?! —dije sorprendida —y si no le caigo bien? —hice un puchero.

—Ella te va a amar, es muy tranquila, no te preocupes —dijo levantándose, agarró el bowl y los dos vasos —entonces? —me preguntó, mientras íbamos a la cocina.

—Ammm.... —mordí levemente mi labio inferior —esta bien, te acompañaré —dije aceptando.

—Eres la mejor amor —él me sonrió.

Él lavó los trastes, yo los sequé y los guardé en su lugar. Luego apagamos todas las luces y nos fuimos cada quien a su habitación, fui al baño a hacer mis necesidades y luego salí, me coloqué mi pijama, y me acosté a dormir.

*Al Día Siguiente*

Sentía que alguien me estaba moviendo y de inmediato sentí varios besos en toda mi cara, abrí mis ojos despacio, encontrándome con Juan.

—Buenos días nena —dijo con una sonrisa.

—Buenos días —me estiré un poco —qué hora es? —le pregunté.

—Son las nueve, hace rato hablé con mi madre y nos espera a las doce para almorzar —dijo levantándose de la cama —te espero abajo —salió de mi habitación, cerrando la puerta.

Es cierto, se me había olvidado, los nervios volvieron a mi. Me levanté de la cama, me metí a bañar y salí con una toalla enrollada a mi cuerpo, me dirigí a mi closet para buscar mi ropa, opté por un pantalón negro, una blusa blanca de tirantes y mi ropa interior. Me terminé de cambiar, me puse mis amados tenis negros, salí de mi habitación y baje directo a la cocina.

—Cómo me veo? —le pregunté a Juan.

—Tan hermosa como siempre —me sonrió —el desayuno ya está servido —nos sentamos —segura que quieres ir? —me preguntó sirviendo jugo en dos vasos.

—Claro que si, quiero conocer a tu madre —le respondí con una sonrisa.

—Mira, desde ahorita te digo, no es como una advertencia o algo... sino que es como un aviso, mi madre puede ser muy... curiosa y a veces muy agobiante —empezamos a comer.

—Tranquilo, puedo con eso —le sonreí.

La hora del desayuno se pasó rápido, limpiamos todo y nos fuimos para la sala, nos sentamos en el sofá para tres personas.

—Cuéntame de tus hermanos —tenía mucha curiosidad.

*Narra Juan*

—Bueno, somos tres, obviamente yo soy el mayor, el de enmedio se llama Cesar y el último se llama Julio. Los dos pueden llegar a hacer muy insoportables —dije soltando un bufido.

—Tendré que ver eso, para confirmarlo —dijo ella poniendo atención —sabes —pasó su mano por mi pecho —extraño mucho algo —ella se relamió los labio.

—El qué? —me estaba aguantando las ganas de besarla.

—Ya sabes —dijo ella sentándose en mis piernas.

—Kimberly, en tres horas nos tenemos... que ir —por instinto coloqué mis manos en su cintura y ella alrededor de mi cuello.

—Lo sé —ella empezó a mover lentamente su cintura, para adelante y para atrás.

—Amor.. —salió más como un suspiro.

—Mejor me detengo, por que alguien no podrá parar después —me empezó a besar.

Sólo hubo caricias y nada más, luego ella escondió su rostro en mi cuello, mientras daba pequeños besos en el.

—Te amo Kimberly —dije abrazándola.

—Yo te amo más Juan de Dios —apuesto a que ella estaba sonriendo.

(....)

Mi Niñero [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora