20.2

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*Narra Juan*

Ya llevo más de un año sin saber nada de Kimberly, no puedo dormir, necesito tenerla a mi lado.

—Hijo? —mi madre me llamaba.

—Qué pasa? —salí de mis pensamientos y la voltee a ver.

—Aún no me has dicho que es lo que te pasa, tienes unas ojeras de miedo —dijo preocupada.

—Esta bien, todo empezó... —le empecé a contar todo, obviamente ocultando uno que otro detalle.

—Pero le explicaste lo de la chica? —me preguntó sorprendida.

—No, ella no quiere escucharme menos... verme —estaba decepcionado.

—Mira Juan, yo crié a un hijo que lucha por lo que quiere, no que al primer problema, se sienta de brazos cruzados sin hacer nada, si amas tanto a Kimberly... ve a buscarla —ella estaba tratando de darme ánimos.

—Gracias mamá, pero... y si ella ya conoció a alguien? —me estaba volviendo a deprimir.

—Ay no —ella se levantó —no quiero ver a mi hijo triste de nuevo —tomó mi mano.

—Qué haces? —dije sin ánimos.

—Toma —me dió mi celular —llamá a tus amigos y salgan, desde que estoy aquí... ya no sales de casa —lo primero lo dijo como una orden.

—Mamá... —dije con pereza, no quería salir.

—Llámalos —se fue a la cocina —no escucho todavía!!! —dijo desde dicho lugar.

—Ash —dije en susurro.

Desbloquee mi celular, entre a contactos, me sorprendí y a la vez me puse triste al ver el número de Kim, ¿Y si le llamo? , ¿Pero... y si cambió de número?. Mejor busqué el de Ricardo y le marqué, al segundo me contestó.

*Llamada*

—Hermano!!!!! Creí que nunca ibas a llamar, con Francisco creíamos que te habías ido del planeta —escuché al otro lado de la línea.

—Por eso no te quería llamar —le respondí enojado.

—Ya pues... perdón, y para que motivo, consulta, duda me llamaste —dijo ya tranquilo.

—Quieren salir conmigo a una discoteca o a un bar?, sería en la noche —le pregunté rodando los ojos.

—Claro que si hermano, vamos al bar de siempre, yo le aviso a Francisco —Ricardo me respondió.

—Dale pues —colgué la llamada.

*Fin de la Llamada*

—Listo mamá —dije algo fuerte para que ella pudiera escucharme.

—Ese es mi hijo —salió con una sonrisa.

—Me tengo que ir —me le acerqué, le dí un abrazo y un beso en su mano.

—Nos vemos hijo, cuídate —dijo dándome otro abrazo.

—Siempre —me separé —vemos —salí de la casa de ella.

Me subí a mi auto, y me fui para mi casa. Te extraño Kimberly, donde quieras que estés. Llegué a mi casa, estacioné el auto y me bajé, entre y me fui a mi habitación, tomé una siesta.

(....)

Cuando me desperté, pude ver que todo ya estaba oscuro. Así que fui a tomar una ducha, salí y me cambié, agarré mi celular. Bajé al primer piso, me aseguré de que todo esté cerrado, salí de la casa, me subí a mi auto y me fui al bar.

Al llegar estacioné el auto, me bajé y entre al local. Busqué a los chicos con la mirada, hasta que los encontré en la barra, por lo tanto, me les acerqué.

—Hey! —dije cuando yo ya estaba cerca —qué hay? —hicimos nuestro saludo y me senté a la par de Ricardo.

—Hermano, tenías más de un año sin saber nada de ti —habló Francisco.

—Es que tuve algunos problemas —dije sin mucha importancia.

—Qué va a tomar joven? —dijo el barman cuando se me acercó.

—Ron y whisky —le respondí.

—Aquí está —me entregó dos botellas y una copa —con permiso —él se fue a seguir atendiendo.

—Y con el ligue, cómo vas? —me preguntó Ricardo.

—No muy bien —suspiré —pero ahora hablen ustedes, qué han hecho? Ya se van a casar? —les pregunté mientras me servía ron en la copa y luego tomaba un gran trago de ello.

—No, aún no tengo novia —respondió Francisco.

—Ni yo —le siguió Ricardo —pero miren allá —disimuladamente miramos a un grupo de chicas —quién se anima ir? —nos preguntó.

—Yo no —dije serio, dejé la copa y empecé a tomar desde la botella.

—Vamos hermano, supera lo pasado y vive el presente —Francisco trató de darme ánimos.

—No gracias, vayan ustedes —le di otro trago a la botella de ron.

—Bueno —cuando Ricardo se dió la vuelta, vimos que tres chicas estaban detrás nuestro.

—En qué las podemos ayudar señoritas? —les preguntó Francisco.

—Qué si quieren compañía? —una chica enseñó dos botellas.

—Con mucho gusto —Ricardo se hizo a un lado.

—Yo me retiro —dejé la mitad del dinero, donde estaban unas botellas.

(....)

Mi Niñero [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora