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Luego de eso, fuimos a cambiarnos, porque iríamos un rato a la piscina. La pasábamos jugando y uno que otro beso o una acaricia.

*Narra Kimberly*

Me gusta pasar tiempo con Juan, a parte que a su lado el tiempo se pasa lento y es por eso que me gusta.

—Oye!! —exclamé algo enojada, ya que Juan me había salpicado agua.

—Lo siento, pero te lo merecías, te estaba va y va de llamar, pero al parecer estabas en tu mundo —dijo abrazándome por la cintura.

—Perdón —hice un puchero —y qué me decías? —le pregunté, colocando mis brazos alrededor de su cuello.

—Que están tocando la puerta hace cinco minutos, esperas a alguien? —me preguntó.

—Mmm.. no —dije extrañada, al segundo escuchamos el timbre de la casa —vamos a ver —me iba a separar de Juan, pero como ya no volvimos a escuchar el timbre —y si es importante? —como pude me solté de él, agarré una toalla y fui a ver.

Por el pestillo de la puerta, pude ver que no era nadie, me asusté cuando Juan se puso a mi lado.

—A ti te voy a poner una alarma de auto o algo —dije algo enojada.

—Lo siento —me dió un beso —quién era? —me preguntó.

—Nadie —nos fuimos para la sala.

—No puedo aguantarme —dijo Juan viéndome.

—A qué te refier... —me interrumpió dándome un beso en los labios.

Ese beso se fue intensificando, que nos acostamos en el sillón para tres personas. Juan se colocó encima mío pero sin aplastarme, mientras que yo, coloqué mi mano en su mejilla derecha y mi otra mano jugaba con su pelo.

—Te amo Kimberly —dijo cuando se separó unos centímetros de mis labios.

—Y yo a ti Juan de Dios —los dos sonreímos, de inmediato nos seguimos besando.

Juan me quitó la toalla y pasó sus manos desde mi cintura hasta los cordones de mi bikini de la parte de arriba.

—Puedo? —me preguntó volviéndose a separar un poco.

—No tienes porque preguntar —le sonreí coqueta.

Él quitó mi sujetador, empezó a jugar con mis pechos, mientras que yo soltaba jadeos y uno que otro gemido. Me mordía el labio mientras jugaba con su pelo, él bajó una de su manos hasta mi parte íntima, empezó a masturbarme encima de la tela.

—Mmhm... —no pude evitar gemir.

—Eres hermosa amor —dijo dándome besos por todo mi abdomen, pero no paró de masturbarme.

Escuchamos unas llaves, de inmediato Juan se separó de mi, yo me puse la parte de arriba de mi bikini y nos levantamos del sofá. Una silueta entró a la sala, de inmediato supe de quien se trataba.

—Sobrina —era mi tío —estas... —paró de hablar cuando vió a Juan —y tú eres... —dijo viéndo a Juan.

—Tío, el es mi amigo —hablé poniéndome la toalla sobre mis hombros —qué haces aquí? —le pregunté dándole un beso en la mejilla, a lo cual el me lo devolvió.

—Mi hermano me llamó preocupado, ya que me dijo que en esta casa nadie le contestaba las llamadas —dijo serio, con una mirada que quería una explicación.

—Y cuándo llamó? —le pregunté nerviosa.

—Desde hace cinco días que se trata de comunicar contigo, pero.... veo que has estado algo.... ocupada —mi tío quedó viendo a Juan con una mirada matadora —no me ha contestado la pregunta.

—Soy Juan de Dios Pantoja, un amigo cercano a su hermano, el cual me pidió el favor de cuidar de ella —Juan se refería a mi.

—Ni quiero pensar que han hecho —dijo mi tío con algo de asco —pero, acaso tú no eres mayor que mi sobrina? —le volvió a preguntar.

—Si, pero... —interrumpí a Juan.

—Tío, a qué vienen esas preguntas? —le pregunté.

—Acaso ya te has acostado con él? —me preguntó sarcástico —cuando mi hermano se entere de esto —dijo cruzándose de brazos.

—Mi padre no se tiene que enterar de esto —dije preocupada pero a la vez algo enojada.

—Te va a despedir y nunca volverás a ver a mi sobrina —mi tío miró a Juan —y a ti jovencita —me volteo a ver —te va a mandar lejos, por andar acostándote con cualquier imbecil que contrata mi hermano —suspiró.

—Oiga —Juan se puso enfrente de mi —sé que usted es el tío de Kimberly, pero tiene derecho de hablarle así —Juan se estaba enojando.

—Yo le hablo como quiera, no te metas imbécil —mi tío le respondió serio.

—Ya basta!! —me puse en medio de ellos dos —no hagan esto más difícil —dije viendo a ambos.

—Tú decides sobrina, te alejas de él o te vas lejos y mi hermano nunca te lo va a perdonar —mi tío me miró serio, para decir que, sentí un miedo terrible.

—Es.... mi decisión, pero tú no le digas nada por favor —le supliqué con la mirada.

—Esta bien sobrina, no diré nada, pero si este imbécil te rompe el corazón, darlo por muerto —mi tío se fue de la casa.

—Estas bien? —Juan puso su mano en mi hombro.

—Nunca había visto a mi tío de ese modo —solté el aire que estaba conteniendo.

—Tranquila —él me dio la vuelta y nos abrazamos —si tu oadre no acepta nuestra relación, haremos lo posible para seguir juntos, te lo prometo —me dió un beso en mi coronilla.

—Te amo Juan —me sentía segura en sus brazos.

—Y yo a ti Kim —su respiración estaba tranquila.

Nos separamos y nos fuimos a cambiar, para no resfriarnos. Cuando terminamos bajamos a cenar, vimos tres películas y cada quien a dormir a su habitación.

*Al Día Siguiente*

(....)

Mi Niñero [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora