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—En qué hospital? —mis manos empezaron a sudar.

—En el.... —me dio el nombre y yo colgué la llamada.

Agarré mis cosas y salí de mi oficina.

—Oh! Señor Pantoja —mi secretaria se puso enfrente de mi.

—Qué pasa? —me estaba entrando ansiedad.

—A dónde va? —me preguntó, vi que en sus manos tenía un plato con comida.

—Ya no tengo hambre, te lo regalo —me refería a la comida —tengo que resolver un asunto —pase a su lado.

Me fui al ascensor, bajé hasta el estacionamiento, me subí a mi auto y me fui al hospital.

—Señor, no... no puede... —una enfermera, según ella, me venía deteniendo.

—Hasta que la vea estaré tranquilo —suspiré algo enojado.

—Señor... —ella me iba a tocar de nuevo, cuando me giro, estaban mi madre y los padres de Kim.

—Hijo —mi madre me abrazó.

—Qué rayos fue lo que paso? —nos fuimos a la sala de espera.

—Al parecer Tn vomitó en la madrugada, en la mañana a ella le dio unos grandes dolores, que lo último que escuché fue... ayúdame —mi madre terminó de hablar.

—Mi bebé! —la madre de Kim abrazó a su esposo.

Yo estaba pálido, no sabía como reaccionar. Lo que aún no entiendo es por que Kim me mintió.

—Porqué dejaste sola a mi hija!? —el padre de Kim se me acercó.

—Yo ni sabía lo de la madrugada, ella me dijo que estaba bien —no quería alterarme o algo —sólo espero de que esté bien —mejor me senté a la par de mi madre.

—Familiares de la joven Loaiza? —un doctor entró a la sala de espera.

—Nosotros —le dijo la madre de Kim y todos nos acercamos al doctor.

—Perdón? —él nos miró extrañados.

—Somos sus padres, ella es la suegra y él es el novio —el padre de Kim le respondió.

—Ok —asintió —les traigo buenas y malas noticias —dijo viendo unos papeles.

—Diga!! —la madre de Kim se estaba desesperando.

—Ellas están bien, lo que si es que debe cuidarse bien y no deben dejarla sola —nos miró de nuevo.

—Que bueno!!! —los padres de Kim se abrazaron.

—Disculpe... ellas? —me atreví a preguntar.

—La joven Loaiza tiene cinco semanas de embarazo, felicidades futuro papá —el doctor me sonrió.

—Disculpen —una enfermera se le acercó al doctor, le entregó una hoja y se retiró.

—Oh! —dijo leyendo la hoja.

—Qué pasa? —la madre de Kim se preocupó de nuevo.

—Me equivoqué —dijo viéndonos, en especial a mi.

—Tiene que estar muy feliz —sonrió —son gemelos —yo me senté de golpe.

—Mierda —se me había bajado la presión.

—Dije algo malo? —ahora el doctor estaba preocupado.

—No —mi madre le dijo —podemos pasar a verla? —le preguntó.

—Si, pero uno por uno, la joven Loaiza está en la habitación 380, con permiso —el doctor se fue.

—Hijo? —mi madre se sentó a mi lado, pero yo aún no respondía por que seguía en shock.

—Mi niña va a tener gemelas —la madre de Kim empezó a llorar de alegría.

—Espero que te hagas cargo —miré al padre de Kim.

—Lo haré señor, mis hijas y Kim son todo para mi —al fin pude hablar.

—Quién pasará primero? —preguntó mi madre.

—Ustedes —dije viendo a los padres de Kim.

—Esta bien, ya volvemos —ellos se fueron.

—Todo bien hijo? —voltee a ver a mi madre.

—Si, gracias por ayudar a Kim —le sonreí.

—Ella es mi nuera favorita hijo, ella y tú serán padres de unas hermosas niñas —ella sonrió también.

—Serán hermosas gracias a Kim —asentí con la cabeza.

—Hijo —mi madre me dio un pequeño golpe en mi hombro —tú también eres guapo —sonreí por lo que dijo.

Seguimos hablando de cualquier cosa, a la hora después, los padres de Kim regresaron.

—Cómo está? —les pregunté levantándome del asiento.

—Quiere hablar contigo —la madre de Kim soltó un suspiro.

—Esta bien, si quieren se pueden retirar, yo la voy a cuidar —dije antes de irme.

Mientras iba caminando, me puse a pensar en el futuro, seré padre de dos hermosas princesas, ya me imagino verlas correr, lo que si no, es que ellas van a tener novio a los 80 años.

Llegué a la habitación y toqué levemente la puerta, del otro lado escuché un "pase", así que abrí la puerta.

—Nena —sonreí de lado al verla.

—Juan —ella comenzó a llorar.

—Hey —cerré la puerta para luego ir a sentarme a la par de ella —qué pasa? —tome sus manos y las entrelacé con las mías.

—Te mentí, no me sentía bien, cuando te fuiste.... no quería llamarte... para no.... para no preocuparte —ella agachó la cabeza.

—Kim —solté una de mis manos, la puse en su mentón e hice que me viera —lo importante es que estas bien —le di un corto beso en la frente.

—No estas... enojado? —ella soltó un suspiro, yo limpié sus mejillas.

—No amor, y el doctor te dijo que por que te desmayaste o vomitabas? —yo ya sabía el porqué, pero no se lo quise decir.

—Si —ella sonrió de lado —estoy embarazada —sus ojitos brillaron al decir esas palabras.

—Será gemelas —no pude evitar sonreír.

—Enserio! —exclamó emocionada.

—Sii —nos dimos un abrazo —serás una buena madre para nuestras princesas —le di un beso en la cabeza.

—Y tu un buen padre —nos separamos un poco, nos dimos un corto beso, ya que el doctor entró a la habitación.

—Permiso —dijo abriendo la puerta.

—Si —me levanté de la camilla.

—Ya arreglaron todo? —dijo acercándose para luego chequear a Kim.

—Si —ella le respondió con una sonrisa.

—Me alegro —sacó una tarjeta y me la dió.

—Qué es esto? —le pregunté agarrando la tarjeta.

—Es para su novia, en esa tarjeta está el número de la mejor ginecóloga del país —volteo a ver a Kim —ella te ayudará en todo el proceso de su embarazo, con permiso —se iba ir de la habitación, pero Kim le habló.

—Y cuándo podré salir de aquí? —le preguntó.

—Hoy en la tarde, vendré de nuevo para darte de alta —asintió y esta vez si salió de la habitación.

(....)

Mi Niñero [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora