Mi Niñero [+18]

23.2

Me pasé todo el día con Kimberly, la ayudaba a ir al baño, a comer y a esas cosas. El doctor entró a la habitación, solamente para avisar que ella llevaría el cuello ortopédico por pocos días.

Yo todo ese tiempo estuve al lado de Kimberly, apoyándola, cuidándola y lo más importante... amarla.

—A dónde vas? —me preguntó cuando me levanté.

—Iré a la casa traerte ropa —me estiré un poco —y a darme un baño —solté una pequeña risa.

—Esta bien —ella ya estaba tranquila.

Salí de la habitación, fui al estacionamiento, me subí a mi auto y manejé directo a mi casa. Al llegar estacioné mi auto, me bajé y entré, fui a mi habitación directo a bañarme, cuando salí fui directo a cambiarme. Ya estaba listo, pero antes, agarré una mochila mía y metí ropa en ella.

Salí de mi casa y manejé a la de Kimberly, metí ropa de ella en una mochila que encontré. Más tarde, regresé al hospital, me encontraba caminando a la habitación donde estaba ella, al abrir la puerta, vi que estaba el doctor.

—Todo bien? —pregunté cerrando la puerta y acercándome a la camilla donde estaba mi Kimberly.

—Ayúdeme por favor —dijo el doctor. Yo dejé las mochilas en el sillón, ayudé a sentar a Kim —te quitaré el collar ortopédico —le dijo a ella.

—Esta bien —Kim le respondió algo débil.

—Si te duele algo me avisas —ella asintió y el doctor empezó a quitar el collar, cuando terminó me volteó a ver —ayúdeme a que se levanté —el doctor dejó el colla a un lado, los dos ayudamos a Kim a ponerse de pie —cómo te sientes? —le preguntó.

—Bien, ya no... me duele —Kim se refería al cuello.

—Bueno, lo que les voy a pedir es que, salgan a caminar un rato por el hospital, que Kimberly haga movimientos lentos con el cuello, los veré en treinta minutos —el doctor se aseguró de que yo podía, para luego irse.

—Lista? —le pregunté antes de empezar a caminar.

—Si —ella se aferró a mi brazo, mientras que yo pasé mi mano por su cintura, con cuidado de no golpear el brazo que tenía enyesado.

Salimos de la habitación, hicimos todo lo que el doctor nos pidió, regresamos a la habitación.

—Al fin!! —exclamó Kim, cuando la ayudé a acostarse nuevamente en la camilla.

—Nena, sólo caminamos veinte minutos —dije bromeando, ella me miró seria —lo siento, yo creí que íbas a llevar ese coso en el cuello más tiempo —dije sacándo una botella con agua, para luego tomar un poco.

—Yo también —dijo ella —mi tía lo llevó por casi un año, obviamente se lo cambiaban y no sé que más le hacían —le di la botella y ella tomó.

—Me alegro mucho de que ya te estás recuperando, antes te salía la voz ronca y débil, ahora ya te escuchas mejor —agarré el bote, lo tapé y lo dejé en una mesa.

—Verdad? —ella me volteó a ver —te debo mucho —dijo con una pequeña sonrisa.

—A qué te refieres? —dije viéndola algo confundido.

—Siempre estás para mi, me cuidas mucho, yo... —vi que sus lindos ojitos empezaban a llenarse de lágrimas —no sé que haría sin ti —dijo soltando un pequeño sollozo.

—Tranquila —me le acerqué y me senté en la orilla de la camilla —siempre estaré para ti, sabes por que te cuido mucho? —le pregunté limpiando con cuidado sus mejillas.

—Porqué? —me preguntó soltando otro sollozo.

—Por que te amo Kimberly, yo tampoco sé que haría sino estoy a tu lado, eso si, nunca más me vuelvas a pedir de que me aleje de ti nena —volví a limpiar con cuidado sus mejillas.

—Yo te amo más Juan de Dios —ella entrelazó su mano (la que no tenía enyesada) con la mía.

—Bueno, ahora descansa, para que el doctor te venga a revisar de otro rato —le di un beso en la frente.

—Esta bien —ella acostó su cabeza, empezó a cerrar sus ojitos.

(....)

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Hola, hola!!!

Si, sé que he dejado abandonada esta historia, pero aquí les traigo la razón. El domingo, me hicieron una operación, tengo que estar en reposo, esos días no me sentía bien, pero ya me estoy recuperando.

Así que no se me esponjen 😅, ya voy a actualizar más seguido, se los prometo.

L@s quiero ❤