Mi Niñero [+18]

21.2

*Narra Kimberly*

Me encontraba limpiando mi habitación, hoy en la tarde saldré con Kenia y Katia. Vivo sola, pero siempre voy a visitar a mis padres, más, cuando me dijeron que adoptaron a una niña, que viene siendo mi hermana.

Por que según ellos, extrañan cuando yo estaba pequeña, y esas cosas. Cuando terminé de limpiar, me metí a bañar, salí y me cambié por algo cómodo. Las chicas me habían mandado un mensaje, que nos encontráramos en el centro comercial. Salí de la casa, me subí a mi auto y fui a dicho lugar.

Seguidamente que llegué, estacioné el auto, me bajé y entre al local, a lo lejos pude ver a las chicas, así que me les acerqué.

—Hola!! —dije saludándolas.

—Hola Kim —dijeron las dos al mismo tiempo.

—Empecemos las compras —las tres soltamos un pequeño grito de alegría.

Iniciamos las compras, primero fueron maquillajes, luego ropa. Cada una llevaba como veinte bolsas, pero eso no nos detenía. Más tarde, llegamos al límite de cuarenta bolsas, que tuvimos que recorrer por unos carritos.

—Creen que exageramos? —nos preguntó Katia.

—No —le respondió Kenia.

—Si por mi fuera, compraría toda la tienda —ellas asintieron, dándome la razón.

Bajamos al estacionamiento, cada una fue a dejar las bolsas a sus autos, luego nos reunimos de nuevo y fuimos a comer algo.

—Y ya conoces a tu hermana? —me preguntó Kenia, para que no reinara el silencio entre nosotras.

—En persona no, pero si sé que tiene 12 años, y su nombre es Kate y hoy la voy a conocer —dije con una sonrisa.

—Que bien por ti amiga —las tres nos dimos un abrazo.

—Disculpen —un mesero se nos acercó —ya saben que van a pedir? —nos preguntó.

—Una pizza de pepperoni y un fresco de tres litros —le respondí al mesero.

—Esta bien, su orden estará en veinte minutos —le dimos los menús y se fue.

Las tres empezamos a hablar de cualquier cosa, cuando vi que algo pasó afuera del restaurante.

—Qué? —dije confundida.

—Parece que viste un fantasma —Katia me miraba preocupada, mientras que Kenia buscaba que era lo que yo había visto.

—No —dije llamando la atención de las dos —es que vi a alguien pasar y... —solté un suspiro —creo que era Juan —dije mordiendome el labio inferior.

—Tu ex? —me preguntó Kenia.

—Si —dije algo triste.

—Amiga, no te pongas así, por alguien que no vale la pena —Katia puso su mano en mi hombro, apoyándome.

—Concuerdo con Katia —empezó a hablar Kenia y justo vino la comida.

Comimos en silencio, cuando terminamos, pagamos la cuenta y salimos del local. Nos despedimos y cada una se fue por su camino, yo estaba a punto de abrir la puerta, cuando escucho que alguien me habla, me volteo y se me enchina la piel.

—Juan... —no sé por qué estaba nerviosa.

—Kim —él tenía una sonrisa babosa de lado.

—Qué... que haces aquí? —me puse nerviosa al estar cerca de él.

—Andaba paseando, y ahorita estamos hablando. Estás muy bonita —dijo con una leve sonrisa.

—Ya es... tarde, me tengo que ir —abrí la puerta de mi auto, pero él me detuvo.

—Kimberly, nos veremos pronto —él me ayudó a cerrar la puerta.

Yo emcendí el motor y me fui para la casa de mis padres, yo soltaba grandes suspiros por lo que había pasado, pero lo que mo dejaba de pensar era en, a que se refeiía Juan.

Al llegar a la casa de mis padres, estacioné el auto y me bajé, me acerqué a la puerta, toqué tres veces, cuando una señora abrió la puerta.

—Buenos días joven, pase —ella se hizo a un lado y entre.

—Disculpe... usted... quién es? —le pregunté.

—Soy la de limpieza, sus padres y hermana están en la sala, con permiso —se fue al segundo piso.

—Ok... —dije con algo de desconfianza, luego me fui a la sala.

—Hija!!! —mi madre se levantó a abrazarme.

—Estás divina mi niña —mi padre también me abrazó.

—Jajaj gracias —les sonreí —y tú... debes ser Kate —le dije a una niña.

—Si —nos dimos un abrazo —estoy feliz, de por fin haber conocido a mi hermana mayor —dijo con una sonrisa.

—Y yo a mi hermanita —nos sentamos, pero en eso tocan el timbre —esperan a alguien más? —les pregunté a mis padres.

—Si hija —mi padre me confirmó.

Yo iba a hablar, pero una voz conocido me hizo estremecer.

(....)