CAPITULO 13

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¿Sexo? ¿Hacer el amor? ¿Tener intimidad? ¿Realmente se puede decir que son lo mismo?... Claro que no... y eso Min Yoongi y Park Jimin lo sabían muy bien.

Cada vez disfrutaban más su intimidad. Era algo mágico en donde ambos se complacían y experimentaban nuevas sensaciones que nunca antes creyeron llegar a sentir. Exploraban sus cuerpos con una delicadeza única y posible sólo cuando estas enamorado. Cuando la persona que tienes en frente te da la confianza de mostrarte tal cual eres y sumergirte en una tranquilidad que te asegura que todo estará bien... Cerrar los ojos y sentir esas manos recorriendo tu piel y darte cuenta que esas son las manos correctas, sin miedo sin preocupación. Sin pensar en nada más que en aquel momento y atesorarlo como si fuese único. Sin necesidad de llegar más allá.


Pero, a pesar de demostrarse su amor cada día y de compartir noches de intimidad en que ambos se sentían realmente maravillados, a pesar de estar cada día más enamorados el uno de el otro, su relación aún no se sellaba con un acto sexual. Y es que era demasiado importante para los dos pero no querían simplemente hacerlo, querían que fuese especial.

— Nos trae la cuenta por favor.

— Yoon no quiero irme a casa aún — Jimin bajó la mirada y dejo entrever un tierno puchero mientras jugueteaba con el mantel de aquel restaurante donde celebraban sus 10 meses juntos.

Yoongi lo miraba nervioso. Tenía preparada una sorpresa más...

— Tenemos que irnos... Pero iremos a otro lugar — aclarando su garganta — Vamos...

En camino a "ese lugar", Jimin intentaba sacarle información al mayor pero este solo sudaba nervioso e intentaba mantener la vista fija en el camino. Eran aproximadamente las 10 de la noche de pronto el teléfono de Yoongi sonó, y en la pantalla solo decía "peligro". Contestó rápido, logrando asi por fin que dijera algunas mezquinas palabras, bajo la mirada inquieta del menor.

— Diga...Sí con él... Así es... No olviden nada... Si.. Si... ¡Adiós! — Cortó casi tan rápido como contestó y sin mirar a Jimin siguió su camino...

— ¡Ey Yoon! ¿que fue eso? — Un poco molesto — Dime que está pasando Min Yoongi — La mirada amenazante de Jimin solo provocaba ternura en el mayor quien no podía evitar reír...

Después de manejar por algunos minutos más. Yoongi detuvo el auto, soltó su cinturón y tomó una pequeña caja desde el asiento trasero. Entregándola a Jimin, quién a cada momento entendía menos. Al abrirla encontró una venda negra bastante ancha. La sacó de la caja y Yoongi la tomó para luego ponerla sobre los ojos del contrario, asegurándose que no viera nada a su alrededor.

— A partir de ahora sólo confía en mí... ¿Está bien? — Su voz era dulce y le dejó un beso en la frente al contrario para volver a preguntar — ¿Está bien? — Jimin asintió, y el sonido del motor indicaba que volverían a ponerse en movimiento.

Sólo un par de minutos más y Yoongi le ayudaba a su pequeño a bajar del automóvil, tomándolo del brazo e indicándole que caminara sostenido de él. Al parecer estaban en un asensor, pero por más que Jimin quisiera ver donde estaban confiaba en que nada malo pasaría asi que sólo esperaba llegar pronto a donde se pudiera quitar la venda. El asensor se detuvo y ambos bajaron de él, avanzaron un poco y se sintió el sonido de una puerta siendo cerrada tras ellos.

Yoongi posó sus manos sobre los hombros del menor y con delicadeza comenzó a besar su cuello, dejando sentir su suave respiración. La luz del lugar era tenue. El aroma a calabaza y lavanda, dulce y herbal, les resultaba muy estimulante. Todo había sido minuciosamente estudiado y preparado por el mayor para que la experiencia fuese perfecta.

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