CAPITULO 22

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Sentir las manos de Jungkook acariciando la piel de sus piernas lo hacía retorcerse, pero no de placer, sino de ganas de escapar de ese lugar. Nunca, ni en su peor pesadilla imaginó volver a sentir esas manos cerca de su cuerpo.

Jungkook, sentado a un costado de Jimin, con una copa en su mano mientras que con la otra recorría las piernas de Jimin disfrutando cada roce, ignorando los intentos del menor por evitarlos.

— Sé que me extrañaste tanto como yo mi amor — JK se acercó a los labios del contrario con la clara intención de besarlos, pero desistió al ver a Jimin girar rápidamente su cabeza — Aunque lo niegues, sé que me deseas tanto como yo a ti — Pero el timbre del celular de Jimin lo interrumpió evitando que aquello sucediera.

Unos metros más allá, en el suelo, el celular sonaba una y otra vez, JK lo tomó y en su cara apareció una clara muestra de ira al leer >>Mi tesoro ❤ << en la pantalla. Se acercó al Jimin luego de lanzar el celular lejos, logrando que se desarmase del golpe, es seguro que no volvería a funcionar después de eso. Pero la actitud de JK ya no era la misma que antes de esa llamada.

— Tu tesoro te estaba llamando — dijo haciendo comillas con sus dedos en las dos primeras palabras, mientras Jimin intentaba sin éxito zafarse de las amarras una vez más—¡ Ha llamado toda la puta tarde! ¡Ya no lo soporto más! Hasta cuando se creerá que tiene algún derecho sobre ti — Un fuerte golpe de puño en la pared asustó aun más al menor.

— Jungkook... po-por favor — Intentaba hablar pero el miedo , el llanto y las amarras se lo dificultaban más de lo que le gustaría — Deja que me vaya por favor... Esto-esto no está bien... Dejame ir por favor... — Rogaba.

El mayor lo miraba y no lograba entender lo que pasaba, él necesitaba tanto a Jimin, pasó años pensando en reencontrarse con él, planeando una vida juntos. Pero Jimin lo único que repetía era que lo dejara ir. Y dentro de su cabeza eso no tenía ninguna lógica.

— Yoongi... Yoongi es un buen tipo, me ama y yo lo amo... Déjame ser feliz... Déjame ser feliz, por favor — Esas palabras se escucharon tan bajito que Jungkook apenas logró oírlas.

— Tú tienes que amarme a mí, !a mí! y sólo a mí, tu eres mío Park Jimin. Siempre lo has sido y siempre lo serás — claramente las palabras del menor le afectaban, y sin siquiera ser consiente de lo que hacía sus manos rodearon el cuello de Jimin comenzando a apretarlo — Siempre serás mío... ¡siempre! si-em-pre.

— Ju... Jung-kook — intentaba rogarle inútilmente mientras las lágrimas no se detenían y el mayor apretaba cada vez con más fuerza — Ju... Jung...

Jungkook lo soltó girando y quedando de espalda al menor quien con dificultad retomaba su respiración. Sé sentó en la cama, parecía decepcionado... derrotado.

— ¿Por qué me obligas a hacer esto? — Su voz se escuchaba quebrada — ¿Por qué dices que no me amas? ¿Por qué me cambiaste por ese idiota de Min? ¿Es acaso mejor que yo? Dime Jimin, ¿Te hace más feliz que yo?

Jimin notó una pequeña debilidad en JK y pensó en que si la usaba a su favor, más un poco de suerte, podría salir de aquella situación. Por lo que, cerró sus ojos autoconvenciéndose que era la única opción. Si bien, el rencor que sentía hacia Jungkook era enorme, sumándole que ahora lo tenía amarrado a una cama en contra de su voluntad y quién sabe donde, en el fondo, muy en el fondo, le apenaba verlo así. Así que si tenía una mínima esperanza de salir era momento de aprovecharla.

— Jungkook... necesitamos aclarar todo lo que está pasando cariño — una voz suave y nerviosa era la táctica que usaría. Jungkook lo miró confundido, pero asintió, logrando que Jimin siguiera con su plan — Yo también lo quiero... Pero así amarrado me es difícil, ¿podrías desatarme para que hablemos? —Esa era la única opción posible según Jimin, y aunque tuviera que mentir, lo haría con tal de quitárselo de encima.

Jungkook lo miraba y lentamente comenzó a acariciar el rostro de Jimin. Se sentía tan bien poder tocarlo. Su piel suave y delicada, hermoso como lo recordaba. Muchas veces mientras estuvo encerrado recurrió a esos recuerdos para autosatisfacerse. Incluso cuando follaba con aquel enfermero que decía estar enamorado de él su cabeza sólo pensaba en Jimin. Nunca negaría que le gustaba aquel sujeto con el que saciaba sus ganas, pero amor, amor sólo lo podía sentir por Jimin. Al menos lo que Jk creía que era amor.

Jimin se sentía asqueado al sentirlo acariciarlo pero lo disimilaba muy bien, intentaba sonreirle... Estaba decidido, todo con tal que lo soltara y pudiera salir de ahí.

— Preferiría que me soltaras para poder acariciarte también yo cariño. 

— De verdad tu quieres... ¿acariciarme? — Sus oscuros ojos se iluminaron ante aquella ilusión y una sonrisa se asomó en rostro.

— Claro que sí, ¿por qué no lo querría? Pero esto — miró sus manos y piernas — me impide hacerlo.

Finalmente Jungkook accedió, de manera suave y lenta recorrió una a una las piernas de Jimin, con aquellas medias que él mismo le puso cuando estaba inconsciente, que dicho sea de paso, disfrutó tanto al tener a Jimin dormido y completamente desnudo, que no pudo evitar masturbarse observandolo así... Siguió dejando tiernos besos en ellas en el camino hastallegar a sus tobillos y lograr desatar las amarras. Jimin encogió sus piernas en señal de alivio y protección, luego le regalo una fingida sonrisa como agradecimiento.

— Ahora desatame las manos cariño ¿si? — El corazón de Jimin latía a mil por hora, ansioso por estar libre otra vez.

Jungkook se tomó su tiempo, levantó la camisa de Jimin observando las hermosas bragas que el menor había comprado pensando en Yoongi, se veía tan malditamente sexy que dejó algunos besos alrededor de su ombligo y comenzó a subir para repetir lo anteriormente realizado en sus piernas. Una vez que Jimin estuvo desatado se sentó en la cama y llevo una de sus manos al rostro de JK quien estaba perdido en la mirada del contrario.

Jimin no decía nada, sólo acariciaba una mejilla del mayor, esperando su oportunidad para huir, no quería arruinar todo lo que había conseguido hasta ahora y terminar amarrado nuevamente. Por eso tenía que pensar muy bien cada paso que daría. Estaba dispuesto a ceder un poco para confundirlo y hacerle sentir confiado, pero no quería llegar más allá de eso.

Los minutos eran eternos, para ambos por diferente razón, mientras uno quería que aquel sueño que tanto tiempo espero durara para siempre el otro sólo quería que aquella pesadilla que nunca imaginó terminara de una vez.

Jungkook dejó caer su cabeza sobre el hombro del menor, escondiendo su rostro en el cuello del contrario, sintiendo su dulce aroma completamente embobado.

— ¿Realmente amas a Min Yoongi? ¿ De verdad estás enamorado de él? — Jungkook bajó su mirada esperando una respuesta, intentando mantenerse sereno y no sonar muy rudo.

Jimin tragó seco, estaba seguro que amaba a Yoongi por sobre todas las cosas, pero también sabía que de su respuesta dependía el poder salir de ahí, por lo que luego de un suspiro dijo suavemente — No lo sé...

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