CAPITULO 12

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Si pensamos en una situación incomoda, en donde no sabemos bien hacia donde mirar, o más bien, si queremos que la tierra nos tragase y nos escupiera al otro lado del mundo, definitivamente nos sentimos como Park SunHee.

Es que bien, ayer había estado celebrando su cumpleaños, en donde recibió el mejor regalo de la vida, o al menos para ella. Conoció a Hoseok, el chico nuevo del que toda la escuela hablaba y que ella no lo había notado. ¡Dios! como no lo había notado si el chico siempre estaba rondándola.


Comenzó a buscar en sus recuerdos y a tratar de asociar para entender mejor la situación, y claro, todo comenzó a ser más claro.

Recordó la mañana en que ella con sus brazos sobre su escritorio y su cabeza sobre estos ignoraba completamente lo que la maestra al frente del salón decía. Ignoró cuando la puerta se abrió y alguien pedía autorización para integrarse a la clase. Recordó además cuando ese "alguien" se sentaba en la mesa frente a la suya a la hora de almuerzo, pero ella conversaba con sus amigas sin tomarle atención. Recordó que en la clase de gimnasia ese "alguien" le pidió ser su pareja para la actividad pero lo ignoro completamente. Incluso sus amigas le habían dicho que aquel "alguien" estaba tratando de conseguir su numero pero ella con su cabeza en cualquier parte simplemente no le tomo importancia.


Y ahí estaba ahora, viendo como Jimin iba a abrir la puerta para recibir a ese alguien.

— Bienvenido, tu debes ser Jung Hoseok — una sonrisa cálida lo recibía extendiéndole la mano para saludarlo.


— Buenas noches — nervioso — ¿este es el apartamento del señor Min?

Desde la cocina se asomó el mencionado al escuchar su nombre.


— Pensé que no vendrías muchacho — su voz realmente intimidaba — Adelante, tenemos mucho que hablar contigo.

— Oh claro, gracias — decía mientras hacía pequeñas reverencias al entrar — gracias.


La situación si bien era seria para Jimin, se comportaba como un hermano sobre protector pero amigable y comprensivo. Pero Yoongi... más que el cuñado parecía el padre de Sunny, quién solo a ratos levantaba la cabeza para mirar a Hobi, evitando que los mayores la vieran haciéndolo.

La cena había sido especialmente preparada por el mayor de los Park, quien no creía que todo lo dicho por su novio fuera cierto, osea, como un recién llegado podía ser tan desinhibido y podía expresar tan libremente que quería que su pequeña abejita fuera su novia. Pero ahí estaba sentado frente a él comiendo tranquilamente, como si de una reunión con sus amigos se tratara.


— Dime Hoseok, ¿cuanto tiempo estarás en Corea?

— Yoon, no lo pongas nervioso. Deja que disfrute la comida — Jimin intentaba que el chico se sintiera en confianza, aunque eso no era necesario ya que el más relajado ahí era precisamente el mismo Hoseok.


— Mis padres decidieron que nos quedaríamos. No volveremos a América — tomaba un poco de refresco — Al menos por ahora.

— ¿A qué se dedican tus padres? — Yoongi quería la mayor información posible.


— Mamá es maestra de español y consiguió un buen trabajo en una escuela cercana. Y papá tiene sus negocios pero yo no entiendo mucho de eso.

— Mmm, ¿qué clase de negocios? — Dijo Yoongi levantando una ceja.


— Tranquilo Bro, nada ilegal. Es solo que a yo no entiendo de esas cosas de exportaciones e inversiones. You understand?

Jimin boquiabierto por la forma en que el menor le hablaba a Yoongi. Pensaba que esta conversación no tendría un buen final pero al ver al contrario esbozar una pequeña sonrisa y luego volver a su cara de seriedad entendió que había algo más que el no sabía aún. Pero no se quedaría solo de espectador.


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