Capítulo 11

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Capitulo 11

Renji pov

No sé qué demonios hace mi capitán a estas horas durmiendo en mi cama pero sí que tengo claro lo que voy a hacer yo. Lo más despacio y en silencio que puedo me acerco al lecho y retiro con cuidado el futón que cubre parcialmente su cuerpo desechándolo a un lado. Joder, ya la tengo dura con solo verle dormir en mi cama y eso que lleva puesto un yukata negro (mío por cierto) que tapa gran parte de su piel. Sin parar a pensar en las consecuencias porque ahora mismo me importan una verdadera mierda, me deslizo en el lecho y desato el obi que sujeta la prensa dejando a mi objeto de deseo en casi igualdad de condiciones, desnudo e indefenso ante mí. Teniendo cuidado de no despertarle comienzo a besar su rostro hasta llegar a los finos labios que se entreabren esperando ser sellados.

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Byakuya pov

Me despierto al notar como mi boca es invadida por una lengua conocida con un fuerte sabor a Sake y una erección se frota de forma incitadora contra la mía propia que está empezando a erguirse. Aún estoy medio dormido pero me dejo llevar de forma sumisa al saber que es él quien está sobre mí, por esta vez le dejaré hacer lo que quiera a ver cómo me sorprende.

Percibo como sus labios abandonan los míos y comienza a recorrer mi cuerpo con su lengua sintiéndola como si fuera de fuego contra mi sensible piel.

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Renji al notar la buena disposición de su capitán continuó lamiendo ese pecaminoso cuerpo hasta llegar a su parte casi favorita. Sin preámbulos comenzó a lamer la erección que se erigía ante él repasando a conciencia cada cm de piel desde la base del pene hasta la punta del glande. A continuación y envalentonado por el Sake ingerido horas antes volteó a su capitán dejándolo a cuatro patas y con el culo en alto. Byakuya aunque sorprendido por el giro de los acontecimientos se limitó a abrir las piernas y dejarse hacer por una noche.

Sin pausa, separó los glúteos del noble y sumergió su lengua en la entrada que se le ofrecía sin reparos. Jugueteó con ella durante un par de minutos introduciéndola hasta donde físicamente alcanzaba arrancando los primeros gemidos ahogados del Kuchiki. Cuando se sintió satisfecho con el preliminar retiró su lengua para sustituirla por un par de dedos previamente ensalivados a la vez que tiraba de la erección del noble hacia atrás para poder acogerla entre sus labios y así estuvo durante un rato, mamándole la verga y penetrándole con un par de dedos. Cuando notó que el moreno estaba a punto de perder la cabeza y animado por el pequeño concierto de jadeos y gemidos se posicionó de rodillas detrás de su amante y después de masturbarse un momento mientras que contemplaba el culo que en breve se follaría comenzó a penetrarle con pausa inclinándose y quedando totalmente recostado sobre su espalda.

─ Estás jodidamente apretado...─ Le gimió al noble en el oído una vez estuvo por completo en su interior.─ No sabes las ganas tenia de follarte, Byakuya.─ Afirmó para seguido lamerle la oreja con descaro intencionado.

─ Ahh...─ El Kuchiki era incapaz de articular palabras, era la primera vez que permitía que le penetraran y las sensaciones estaban superándole por completo.

Abarai aun estando totalmente sumergido en el interior del Kuchiki comenzó a mover su cadera en círculos a la vez que con una mano se adueñaba de la erección de su amante y empezaba a masturbarle. Un rato más tarde y sintiendo la cavidad que le acogía más distendida comenzó a embestir, despacio al principio y de forma frenética unos minutos después. Cansado de la postura inicial abandonó momentáneamente el agujerito que le recibía para tumbarse boca arriba en la cama e invitar a su pareja a montarse sobre él. Byakuya deseoso de volver a sentirse lleno se colocó sobre Abarai de rodillas dejando una pierna a cada lado de su cadera y sujetando con una mano la gruesa verga de su amante comenzó a empalarse el mismo. Entonces fue cuando el noble perdió por completo el rumbo moviendo su cuerpo sin descanso de arriba abajo, sintiendo como ese maravilloso apéndice golpea repetidamente su punto más sensible.

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