Capitulo 3
─ Vaya sorpresa, parece que Abarai no se va a dejar intimidar por Kuchiki.─ Exclamó Ichimaru mientras que tomaba asiento en un confortable sofá de tres plazas de color verde oscuro que había en la sala e invitaba a Izuru a hacer lo propio a su lado.
─ Renji nunca ha sido de los que se echan atrás y quiere ese puesto de teniente desde hace bastante tiempo, seguro que no le decepciona.─ Comentó el muchacho.
Desde donde estaba situado el sofá en cuestión tenían una perfecta panorámica de toda la estancia. La supuesta ventana/mirilla no era otra cosa que parte de la pared trasformada con kido dejando ver todo a través de ella sin revelar que había al lado de los espectadores.
Justo cuando Renji estaba llegando a la silla en la que descansaba recostado el moreno los capitanes de la 8ª y 13ª se ubicaban en su respectivo palco en primera fila.
─ Por tu culpa casi no llegamos Kyoraku.─ Amonestó levemente Ukitake a su amigo al ver que el pelirrojo se arrodillaba a los pies de Byakuya en esos momentos.
─ No seas exagerado por lo que veo llegamos justo a tiempo.─ Le restó importancia el castaño.─ Anda, deja de refunfuñar y siéntate a mi lado que seguro que esos dos nos hacen pasar un buen rato.
─ Eres un...─ Estuvo a punto de insultarle cariñosamente.─ Sabes de sobra que Byakuya tiene planeado hacer desistir a Renji. ─ Al peliblanco le daba algo de pena Abarai, el Kuchiki podía llegar a transformarse en un verdadero demonio con el fin de conseguir lo que se proponía sin impórtele los posibles daños colaterales.
─ Eso es cierto... pero no olvides que Abarai no es un chico del montón, algo me dice que nos llevaremos más de una sorpresa esta noche.
Ajeno a las conversaciones tras las paredes Renji se fue quitando la ropa hasta quedar solo con el fundoshi y arrodillado a los pies de su capitán. El moreno dejó de lado el sake que bebía expectante por lo que estuviera por venir. Muy a su pesar no pudo ignorar el magnífico físico del pelirrojo, fibroso y con musculatura sin llegar a ser excesiva, muy agradable a la vista a su parecer, le gustaban más las mujeres pero tampoco le eran indiferentes los de su mismo género.
Abarai lentamente despojó a su superior de los tabi* que llevaba puestos, los colocó a su lado y después comenzó con un ligero masaje a los pies del moreno poniendo toda su atención en la tarea. Byakuya se relajó disfrutando de la agradable sensación, su día había sido agotador y no despreciaría un buen repaso a sus adoloridos pies. Renji al notar la buena acogida continuó con el masaje de manera ascendente. Poco a poco deslizó sus dedos por una de las pantorrillas ejerciendo presión en los puntos que él sabía producían más placer subiendo por ella con un ritmo pausado. Cuando llegó a la rodilla depositó un beso, detuvo ahí sus manos y continuó con la lengua hasta llegar a la mitad del muslo.
─ ¿Cuánto crees que tarde en chupársela? Eh Izuru.─ Comentó Gin atrayendo hacía sí al rubio y encantado con lo que estaba observando.─ Yo le doy 3 minutos, le veo muy lanzado. ─ Concluyó, lamiendo la comisura de los labios de su teniente.
─ Ni idea, capitán.─ Contestó jadeando al notar una de las manos de su acompañante presionar sobre su entrepierna.
Al probar por primera vez el sabor de la sedosa piel de su capitán Renji supo que se podría volver adicto a ella, era una mezcla de vainilla con toques florales que hacía despertar todos sus sentidos y la parte baja de su anatomía. Con parsimonia degustó por última vez el frontal del muslo de su superior llegando hasta casi la cadera, valiéndose de las dos manos le separó las piernas dejándolas a ambos lados de la silla dándose una primera visión de lo que había entre ellas (Primera y reveladora ya que Byakuya no llevaba ropa interior). Para su desgracia era evidente que el Kuchiki aun que se dejaba hacer sin oponer resistencia no reaccionaba de forma alguna a sus atenciones, tendría que tomar medidas un poco más drásticas.
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Surrendered to your passion
FanfictionAbarai Renji ha sido promovido a teniente de la 6ª división. A partir de ese momento la vida del pelirrojo nunca volvería a ser la misma y todo por culpa de su nuevo capitán. Este último por su parte no tenía ni idea de lo que le deparaba el destin...