Capítulo 24

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Capitulo 24

Habitación de Renji.

¡Qué demonios! Será la despedida, la última vez que me entregue a él y pasaré página para siempre. Pensó antes de acercarse gateando hasta quedar a la altura del moreno que aún se mantenía estático y con los ojos cerrados intentando controlar su estado de excitación. Con calculada parsimonia acercó su cara hasta la altura de la entrepierna del moreno y con lentitud deslizó su lengua sobre el contorno del bulto que alzaba el yukata.

Byakuya se sorprendió al sentir como la cálida lengua de su amante recorría su erección por encima de la ropa.

Renji pov.

─ Renji, no es necesario que hagas eso. ─ Me informa a la vez que abre los ojos y detiene todo movimiento.

─ Yo creo que si lo es. Es obvio que está excitado y yo también asique... ─ Dejo la frase sin terminar para volver a bajar mi rostro hasta la altura de su entrepierna.

─ He dicho que no, estate quieto.─ Me quedo paralizado al oír la molesta voz de mi capitán y como este me hace incorporarme cogiéndome por los hombros con un poco de brusquedad, me da a entender que le repugna que le toque después de... que ni aun estando excitado como está, no quiere que yo...

─ Lo siento mucho, taicho.─ Me disculpo intentando no mostrar el daño que me produce su rechazo.─ Lamento haber mal interpretado la situación y haberme sobrepasado, no volverá a suceder.─ No espero a su respuesta y salgo corriendo como el cobarde en el que me he convertido tropezándome por el camino para refugiarme en el cuarto de baño y que no pueda apreciar cómo no soy ni capaz de controlar las lágrimas que ya corren por mi rostro.

Byakuya pov.

─ Renji, espera...─ Intento detenerle pero no me da tiempo y solo puedo observar como a trompicones se encierra en el cuarto de baño.

Por lo que veo nunca acierto en que decir, o que hacer, para ponerle las cosas más fáciles a mi teniente. Si he detenido su avance ha sido por que no considero oportuno que nos acostemos estando tan fresco en su memoria el recuerdo de los abusos a los que le ha sometido ese maldito de Aizen y porque me duele que piense que solo me interesa para eso como me dio a entender anoche. Prefería aguantarme la calentura a obligarle a mantener relaciones conmigo pero como siempre me suele suceder últimamente parece que he metido la pata hasta el fondo con mi actitud.

Espero un tiempo prudencial para que se calme un poco y poder hablar con él antes de ir en su busca al cuarto de baño. Cuando entro me el encuentro de espaldas a mí y debajo del chorro del agua caliente con la cabeza gacha y las manos apoyadas en la pared de donde sale el grifo.

Renji pov.

¡Maldita sea! No sé cómo he podido llegar a esta situación, enamorado un hombre que está claro que no siente nada por mí y que no tiene problemas para rechazarme aun en un claro estado de excitación. Parece como si disfrutara llevándome la contraría y humillándome con su desprecios.

Me meto en la ducha llorando en silencio para que no me oiga a través de la fina puerta que nos separa e intentando recobrar algo de entereza para poder hacer frente a su despiadada mirada sin volver a venirme abajo como acabo de hacer. Llevo cerca de quince minutos en la misma posición y aunque estoy más calmado, no logro cortar el torrente de lágrimas que corren por mi rostro confundiéndose con el agua cuando siento como la puerta se abre dando paso al causante de la mayoría de mis males.

─ No pretendía herir tus sentimientos rechazándote solo que considero que no es el momento para dejarnos llevar, eso es todo.

No me muevo ni un ápice de mi posición ignorando sus palabras esperando que se dé por vencido y que se marche, ¿Qué no es el momento? ¡Ja! Como si eso alguna vez le hubiera importando.

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