En medio de la oscuridad

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«NARRA OHM»

"En 10 minutos pasarán por ti para llevarte a donde te quedarás hasta el día de la misión."

No sé cuánto ha pasado desde aquel momento en que llegaron por mi. Unos hombres encapuchados entraron y, sin decir nada, me cubrieron la cabeza. Lo siguiente que supe fue que estaba atado de pies y manos, de camino a algún lugar pues el auto en el que iba estaba moviéndose.

No sabía si era de día, o de noche, tampoco qué fecha era o si estaba en algún lugar específico, todo parecía tan irreal que a veces pensé en estar soñando, rogaba porque así fuera y que en algún momento me despertara de esta maldita pesadilla. Al abrir los ojos, me encontraba mareado otra vez, buscada a tientas en medio de la oscuridad alguna lámpara o interruptor mientras mi malestar crecía a cada momento.

Caminaba con torpeza, era como si estuviera borracho por haber bebido demasiado, la cabeza me dolía, apenas podía mantenerme en pie, creía que en cualquier momento perdería el sentido. Como pude llegué hacia una puerta, intenté abrirla mientras perdía la poca estabilidad que logré mantener cayendo al suelo, me incorporé y giré la perilla hacia un lado, luego hacia el otro hasta que pude abrirla, todo seguía oscuro pero por el tamaño de esa habitación me daba cuenta que era un baño, me arrastré hacia adentro pues por más que lo intentaba no podía pararme, la falta de fuerzas en mi cuerpo me lo impedían.

Busqué con mis manos hasta llegar al inodoro, me abracé a él vomitando todo lo que tenía dentro, vomité la rabia, la frustración, la impotencia por estar en esta situciación y haber removido todos mis recuerdos, por reabrir una herida que creía cerrada para siempre, por revivir el dolor que sentí por haber perdido a mamá y a Mali. 

Después de ese día ya nada me quedó, el Ohm bueno, sensible y con sueños se fue con ellas dos. Luego de llorar por noches enteras, emprendí un camino del que juré nunca más regresar. El Ohm que todos conocían murió para dar paso a uno más astuto, más hábil, más ambicioso pero también uno sin sentiemientos, pues no me tentaba el corazón por nada ni por nadie, hacía lo que era más conveniente para mi, a costa de lo que sea. 

Así, me convertí en uno de los ladrones más buscados de todo el continente, nunca nadie pudo atraparme, ni siquiera sabían como me llamaba o me veía, era como una sombra que tomaba lo que quería cuando lo quería, hasta el maldito día en que ese hombre decidió buscarme, encontrándome y trayendo con él todo lo que creí haber dejado atrás.

Abro los ojos nuevamente, me incorporo aún adolorido, sigo en lo que efectivamente era el baño, miro hacia el espejo en la pared.

- Me veo terrible -me digo a mi mismo-

Me quito la ropa que traía y me doy un baño con agua caliente, lo necesitaba, sentía que me había pasado un tractor por encima, al terminar salí poniendome una toalla en la cintura.

- Así que, así se ve este lugar -dije-

La habitación en la que estaba era grande, la luz del día, me dejaba ver que los pisos eran de parquet, la cama se encontraba al centro, a los lados de ella estaban unas repisas con adornos, algunos libros y cuadros de países conocidos, las paredes estaban pintadas en tonos grises y blancos igual que las cortinas, que estaban abiertas, quizá desde anoche.

En definitiva, no era mi estilo pero estaba bien para pasar los días que quedaban. Camino hacia, lo que creo, es el clóset que se encontraba frente al baño a buscar algo qué usar. Abro la puerta y veo mucha ropa, el pequeño cuarto tenía de todo y bien distribuido. 

Cogí unos pantalones cómodos, un polo de mangas cortas, unas zapatillas, sorprendentemente, todo era de mi talla. Al terminar de vestirme, salí de la habitación con cautela pues no sabía con lo que iba a encontrarme. Caminé por un pasillo largo que me llevó hasta el comedor, frente a ella estaba una pequeña cocina y un poco más allá la sala. Todo era bastante amplio y cómodo.

Al caminar un poco más, noté que en la mesa estaban los planos que encontré en aquel lugar extraño, a un lado de ellos,  la laptop y el celular. 

"Ahí encontrarás todo lo necesario para estar cómodo. No olvides estudiar todo con mucho detenimiento."

Recordé lo que esa voz me dijo,  mientras miraba las cosas en la mesa. Tomé el celular pero no había señal ni ningún rastro de ser vivo además de mi. 

"Demás está decirte que por más que lo intentes no podrás escapar."

Esas palabrás resonaban en mi cabeza pues tenía razón estaba en un lugar bastante cómodo pero no podía escapar, no sabía dónde estaba exactamente ni como llegué hasta aquí. Solo tengo recuerdos vagos de anoche y de lo que pasó antes de que despertara aquí. 

- Parece que todo sale de acuerdo a tu plan, escoria - susurré

Seguí caminando hasta la cocina, tomé algunas cosas del refrigerador y me preparé algo de comer, moría de hambre, sentía que no había comido en días.

Al terminar, me puse a revisar los planos, abrí la laptop y pude encontrar información útil en ella, parece que ese loco sabía exactamente lo que iba a hacer pues me dejó mucha información para poder leer, desde cómo entrar a esa residencia sin ser visto hasta cómo debía ir vestido a ese tipo de eventos. Me pase los días siguientes haciendo la misma rutina, aunque esta vez recordaba en qué momento me iba a dormir, y al despertar no me sentía mareado ni con ganas de vomitar.

Todo trascurría de manera normal, yo seguía revisando la información en la laptop bastante concentrado, cuando de pronto un sonido parecido al de una alarma empezó a salir de ella. Yo miraba y buscaba por todos lados de qué pagina abierta podría salir ese sonido, hasta que una ventana se abrió de la nada.

Llamada entrante, se podía leer en ella, dudé pero finalmente presioné el botón de contestar.

- Que gusto volver a verte Ohm...

Esa maldita voz de nuevo.

- ¿Estás listo? El momento ha llegado.

- Lo estoy



Desde las sombras || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora