Supervivencia

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«NARRA OHM»

— Si no me dices lo que quiero saber, vete despidiéndote de este mundo.

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Vas a matarme? — suelta una risa burlona — ¿y cómo piensas hacerlo? Por favor, si no puedes ni sostener un arma sin temblar como un cachorro asustado.

Mi paciencia tiene un límite y lo he alcanzado.

La tomo entre mis brazos sorpresivamente, dándole la vuelta y colocándola de espaldas a mí.

— Tengo todo lo que necesito aquí mismo — le susurro en el oído — y no te equivoques, si no te mate antes, no fue por cobardía.

Le digo mientras uno de mis brazos presiona su garganta lentamente, y como es natural, ella empieza a luchar contra mi agarre.

— Todos luchan, pero es inútil, así que te sugiero que me digas lo que quiero saber o muy pronto tus pulmones colapsarán. — continúo 

Ella sigue luchando contra mí, aunque soy físicamente más fuerte, no se rinde fácilmente. Le doy puntos por eso.

— Fue un gusto esquivar balas contigo, pero como comprenderás no puedo dejar cabos sueltos. — le digo apretando un poco más mi agarre

— No...puedo... — la escucho decir en un último hilo de voz

— Oh, veo que ahora sí quieres hablar, bueno hazlo.

Al soltarla, ella cae al suelo mientras se toma el cuello e intenta recuperar el oxígeno. Los colores de su rostro poco a poco vuelven.

— Eres un maldito — dice agitada luego de unos segundos — debí...dejar... que murieras.

— Tercera regla, nunca subestimes a tu oponente.

Ella me mira con rencor, aún tomándose el cuello.

— Ahora sí, tú y yo vamos a hablar.

Luego de unos minutos de caminar entre esas malditas calles, encontré un callejón, nadie iba a vernos ahí.

— ¿Quién eres? ¿Para qué fuiste a esa residencia?

— No puedo decírtelo.

— Creo que te dejé bastante claro que no estoy jugando — le digo mirando las marcas rojas sobre su cuello.

— No estoy jugando, no puedo decírtelo.

— ¿Por qué? ¿Quién te mandó?

— ¡No puedo decírtelo!

— Si no me dices algo que me sirva, sabes lo que te pasará y te juro que pasarán meses antes de que puedan encontrar tu cuerpo. — le digo con determinación

— No estoy jugando, no puedo decírtelo porque no lo sé — suelta ella visiblemente angustiada

— ¿Qué dices?

— No sé quién me mandó aquí, solo recibí instrucciones y me dijeron que si no las seguía al pie de la letra, iban a matarlos.

— ¿A quiénes?

— Por favor, déjame ir, te prometo que no diré nada a nadie — me responde visiblemente nerviosa mientras mira por enésima vez el reloj en su muñeca.

— ¿A dónde necesitas ir? — le pregunto mientras ella me mira sorprendida

— Miras mucho la hora, así que o alguien espera por ti o necesitas ir a algún lugar.

Ella me muestra un papel en donde venía escrita una dirección, además de un mensaje.

"Nos vemos a las 00:00 horas en esa dirección. No llegues tarde."

Desde las sombras || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora