Han pasado veinte años desde aquel día...veinte largos años en los que tuve que sobrevivir en ese lugar en el que tuve que ganarme el respeto de todos si quería conservar mi vida, y lo hice con el único objetivo de vengarme, esa sed de venganza por el dolor de haber perdido al ser que más quería en este mundo...mi hijo.
Hoy soy un perfecto desconocido en una sociedad completamente nueva para mi, conforme pasan los días, los meses, veo como ha cambiado todo, existe una mejor tecnología, hay avances en la ciencia y edificios más grandes cada vez; aunque la gente sigue tan podrida, como antes, como siempre.
He tenido el suficiente tiempo para poder elaborar mi venganza contra aquellos que me quitaron lo único bueno que tuve en la vida. Soy un hombre viejo, el trabajo tendrá que ser ejecutado por alguien más...gracias a los contactos que hice estando encerrado encontré a la persona adecuada para esto.
- ¿Estas seguro de esto Somchai?
- Es el ideal...
- Y ¿crees que acepte?
- No...pero sé como obligarlo.
- Haz cambiado mucho, casi no te reconozco.
- El tiempo puede hacer muchas cosas...entre ellas matar.
- No te entiendo.
- La persona llamada Somchai murió hace veinte años, Chimon.
- ¿Qué dices?¿ Acaso estoy hablando con un muerto?
- Así es, Somchai ya no existe, murió el día en que Arthit desapareció para siempre.
- Entonces ¿Cómo lograrás ejecutar tu venganza?
- Seguiré actuando desde las sombras, ese ha sido y seguirá siendo mi lugar, pero me encargaré de que todo el mundo conozca a El Camaleón.
Somchai siguió leyendo los reportes que Chimon le había preparado, eran carpetas con el grosor similar al de un libro, tenía todo tipo de información, fechas, lugares importantes, personajes importantes de sociedad, a algunos los reconocía y recordaba, a otros no. Eran los hijos o nietos de algunos personajes que en su momento él había jurado proteger con su vida.
Chimon, un joven de veintidós años, seguía buscando en el sistema los datos de la persona que había sido elegida por Somchai.
- Es muy escurridizo...
- Es inteligente y hábil mi querido Chimon...por eso lo escogí
- Aún no entiendo como lograrás tus planes aliándote con un ladrón, no es alguien en quien se pueda confiar...
- Ninguno de nosotros lo es...
- Él es el peor...es un estafador, ya perdí la cuenta de cuantas veces ha escapado de la policía.
- Dirás que es el es mejor, por eso hasta ahora nadie ha logrado atraparlo.
- ¿Y cómo lo harás tu?
- Tengo lo único que él valora.
- ¿Ese tipo valora algo más que no sea el mismo? -dice Chimon con desdén-
- Veo que no te cae muy bien...-dice mientras deja de leer el reporte-
- No me gusta la gente como él, es todo. -dice resoplando-
Al escuchar esas palabras Somchai sonríe, sabe que Chimon es algo territorial y desconfiado, lo conoció cuando acababa de cumplir 18 años, estaba solo y asustado porque aunque había pasado la mayor parte de su vida entrando y saliendo de correccionales, estar en la prisión esta vez era diferente, ya no era un niño y no sería tratado como tal.
Luego de observarlo por unos días, medir su temperamento y fuerza, Somchai sabía que si no intervenía, ese muchacho de aspecto frágil y ojos audaces moriría más temprano que tarde.
- ¡Lo encontré! - gritó Chimón-
- Tráiganlo - dijo Somchai con una mirada sombría-
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Desde las sombras || OhmNanon
Bí ẩn / Giật gânOhm y Nanon son como el agua y el aceite, es imposible que al estar juntos algo salga bien. Ambos se cruzarán, para su desgracia, en el camino de Somchai, un hombre movido únicamente por la sed de venganza. En esta historia nada es lo que parece, y...