Prólogo.- Asfixia

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Él solo se lo preguntaba. Por un momento. ¿Habría sufrido Alderaán tras esa explosión? ¿Qué había ocurrido realmente en el planeta Jheda o en Scarif?

La respiración de Vader lo hacía temblar cuando se arrodillaba frente al Señor Oscuro.

Los huesos parecían rompérsele cuando las botas negras del Sith supremo se postraban frente a él solo para continuar su recorrido entre la interminable fila de Stormtroopers.

Él solo se lo preguntaba. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había pasado con los demás inquisidores? ¿Por qué en todos los lugares que él frecuentaba nadie odiaba a los Jedi? ¿Eran realmente criminales?

--¿Qué tenemos aquí? –preguntó el hombre inhalando a través de ese nefasto respirador artificial--. ¿Otro traidor entre nuestras filas?

Darth Kairyum sintió su corazón detenerse en cuanto su señor pronunció estas palabras.

--Habla de una vez y puede que hoy sea benevolente contigo.

El chico no se atrevió a levantar la mirada. Sentía los ojos presionándolo, sabía que hablaba de él. Pero no se atrevía a hacerlo. No se atrevía a mirarlo a esa horripilante máscara sin ojos, cubierta de un lustroso color negro.

Solo un pensamiento fugaz había sido. Una rápida idea. Darth Vader no pudo haberse dado cuenta. ¿O tal vez sí? ¿Podían los Sith más experimentados percibir la más mínima pizca de traición o duda? ¿Era así como los rebeldes infiltrados sucumbían tan fácilmente?

--Lord Vader... ¡No! ¡Se lo suplico!

El aliento volvió a Charlie Spring en cuanto se percató que el oficial imperial a unos metros de él comenzó a levitar mientras se llevaba las manos al cuello, arañándose la piel ante la evidente desesperación de no poder respirar.

--El Emperador no estaba muy contento con su desempeño, oficial Zivger.

--Entregamos todo lo que pidió. Lo entregamos. La Estrella de la Muerte está reconstru...

Vader estrujó más la mano, haciendo que el hombre dejara de hablar y provocando que las vértebras de su víctima comenzaran a crujir.

--Es más que obvio que la Segunda Estrella de la Muerte ya es operacional, lo que me gustaría saber es... ¿Cómo es que los rebeldes tienen los planos otra vez?

Charlie volteó la mirada para ver a sus compañeros Stormtroopers. Ninguno, ni siquiera los Guardias Reales habían levantado la mirada. Tal vez por miedo, tal vez por respeto.

Y lentamente, la piel del oficial se tornó azul. Sus piernas flotantes dejaron de moverse. Y su cuello solo exhibía grandes heridas sangrantes provocadas por las desesperadas uñas tratando de liberarse.

--Está bien Zyvger. Acepto sus disculpas –dijo Vader lanzando a lo lejos el cuerpo del difunto hombre--. Un poco de disciplina pública ayuda a reafirmar la lealtad.

Vader se acercó nuevamente a Charlie Spring, quien rápidamente agachó la mirada.

--¿No es así Darth Kairyum?

El chico sintió un gran choque eléctrico recorrer cada uno de sus huesos.

--Eres el único inquisidor que queda vivo. Lo cual significa que... o eres hábil, eres un cobarde... o eres un traidor.

--Mi lord yo...

A Charlie le costó tan siquiera incorporar los músculos de sus piernas. Algo tan sencillo como ponerse de pie, ahora le resultaba de lo más complicado con sus extremidades temblando.

--De pie –ordenó el Sith--. Los rebeldes creen que por "pelear" contra el Emperador, están buscando paz en la galaxia. Los planetas más pobres como Tatooine o Kashyyyk continúan sufriendo. La guerra civil ha provocado un tremendo golpe a los créditos del imperio. Los alimentos y el agua se encarecen, Lord Kairyum. Si la Segunda Estrella de la Muerte es destruida, lo único que podrá asegurar la supervivencia del gobierno imperial es este proyecto. Sé que eres joven y aún estás lleno de dudas mi querido alumno, pero dime... ¿Cuento con tu lealtad? –preguntó Vader encendiendo su sable de luz rojo e iluminando el inocente rostro de su subordinado.

Y entonces Charlie juntó ambos pies, colocó la palma de ambas manos en los costados de sus piernas. Y finalmente hizo una reverencia ante su maestro, ante este demonio cubierto de armadura negra.

--Larga vida al Imperio. Mi Lord. 

Heartstopper/Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora