Pete.

Control

[Pasado]

.
.

La primera vez que sintió que mantenía el control de nuevo, no fue mucho después de ser secuestrado.

Vegas y su padre siempre discutían a las afueras de la habitación. Mayormente era Khun Kan culpando de todo a Vegas y luego una fuerte bofetada que terminaba con el Alpha en la habitación, desquitando su coraje con Pete ya sea mediante palabras hirientes, uno que otro gesto agresivo o simplemente intimidandolo con la mirada.

Está vez había sido diferente. Pete no entendio a que se debían los gritos; estaban lejos de la habitación y sus voces no lograban conectar ninguna palabra coherente.

Apresurado, se separó de la puerta cuando las pisadas pesadas y apresuradas del Alpha se escucharon por el corredor. No tuvo tiempo de escaparse, simplemente se quedó estático mirando al Theerapanyakul quien en la puerta lo observó sorprendido y furioso por lo sucedido.

La puerta fue azotada y Vegas camino hacia él haciéndolo retroceder.

—Vamos, burlate. —El Alpha sonrió dolido—. Dime lo estúpido que soy, lo inútil que soy a comparación de tu jefe. ¡Vamos, Pete!

El sureño actuó por instinto tal vez, pero sin pensarlo, acercó su mano lentamente a la mejilla roja y acarició la zona irritada.

Vegas se quedó paralizado.

—Nada de esto es tu culpa. —El guardaespaldas no pensó en sus palabras— ¿Por qué viene aquí a golpearte?

El Omega se dio cuenta de su error y al instante bajó su mano; Vegas la tomó en un rápido movimiento y la volvió a colocar en su mejilla.

—Solo... Un segundo más. —El Alpha recargo su cara en la palma de Pete y suspiro cerrando los ojos.

El chico no entendía como habían llegado a esta escena, pero Vegas parecía más calmado, menos enojado.

Su meñique acaricio la piel del Theerapanyakul dándole conformidad.

—¿Duele mucho?

Vegas abrió los ojos y observó al sureño. Su rostro se torno frío.

—No importa. —El Alpha quito su mano y fue hacia la cama para acostarse sin más—. Es noche, duerme.

Pete miró confundido al joven. ¿Cómo iba a dormir si el Alpha ya ocupaba toda la pequeña cama?

Suspiro para darse media vuelta y sentarse en el sofá. Era duro y frío, pero lo prefería al suelo.

—¿Qué haces? —Vegas se levantó de la cama con la mirada confundida e irritada.

—Voy a dormir. —Contestó sencillamente el Omega.

El hijo de Kan rodó los ojos antes de ir por el Omega y jalarlo de la muñeca.

—Duerme. —Volvió a ordenar al mismo tiempo que acostaba al chico en la cama junto a él.

Pete se tenso. El colchón era individual, el espacio era nulo y todo el cuerpo de Vegas estaba pegado al suyo.

—Vegas...

—¿Qué? —El Alpha ya tenía los ojos cerrados.

—Es mejor que duerma en el sofá. —Pete sonrió nervioso—. Debes de estar muy cansado.

Vegas solo se abrazo al cuerpo del guardaespaldas y no dijo más.

Por esa noche, Pete no pudo dormir, al menos no hasta que Vegas se levantó en la madrugada para acostarse en el sofá y dejarlo solo en la cama.