Moviendo piezas

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[Pasado]

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Porchay miraba con cierto temor al tipo que se mantenía tranquilamente sentado en el gran sofá de enfrente.

—¡Porchay! —Su hermano entro al lugar con el rostro preocupado y agitado.

—¡Hermano! —El chico que se levanto y fue hasta el Omega—. Recuerda que no puedes agitarte de esa manera, el bebé...

—Gracias al cielo que estás bien. —El moreno ignoro lo dicho por su hermano y lo acerco en un abrazo. Olfateó su cuello e impregnó a Porchay con su aroma.

—No lo hagas. —Vegas alzó la mirada y arrugaba la nariz—. No me gusta.

Ciertamente los aromas ajenos eran un fastidio para el Theerapanyakul. No quería que sus fosas nasales se llenarán de cualquier olor; quería el de Pete y el de su hermano. Solamente esos.

—Gracias. —Porsche bajo la mirada.

—Es un dar y recibir, recuérdalo. —Vegas se levantó de su lugar y observo al chico detrás del moreno. Era muy parecido a Pachara pero mucho más manso—. Tienes que ayudarme a sacar a Pete de esa casa.

—Lo haré, pero... —Porsche lo miro confuso— ¿Acaso no será demasiado obvio dónde estará?

—No busco esconderlo. —El Alpha noto como el chico detrás de la pareja de Kinn se encogía ante su mirada.

—¿Qué carajos planeas? ¿Ponerlo en peligro? —Porsche comenzó a alterarse. La mano de su hermano en la suya lo hizo exhalar—. No están seguros aquí.

—No, de hecho estoy asegurando su protección. —Vegas camino por el lugar—. En cuanto los grandes socios de Korn sepan que Pete es mí Omega la balanza se inclinara a favor de la segunda familia. —Vegas le dirigió una dura mirada al recesivo—. Sabemos que la sociedad es una mierda en cuanto a jerarquías, pero la mafia es mucho peor. Lo creas o no, tener un Omega dominante entre tu manada te hace mucho más poderoso ante los ojos de todos esos Alphas viejos. La segunda familia ahora tiene a la gallina de oro y ellos no harán más que tratar de quedar bien con nosotros.

—¿Por qué harían tal estupidez?

—Por los huevos de oro. —Contestó Vegas con tono gélido.

Porchay escuchaba al Alpha con incredulidad.

Vegas por su parte sabía que la seguridad de su Omega la tenía asegurada en cuanto la junta se llevará a cabo. Muchos de los tipos que llegarán a su hogar correrían la voz y entonces la segunda familia tendría la delantera. Cuántos tipos no estarían pensando en un futuro formar alianzas con la segunda familia mediante compromisos arreglados entre sus hijos y los cachorros que Pete y Vegas pudieran tener; Omegas y Alpha de la mejor de las castas.

—Pete jamás dejaría que sus cachorros fueran un medio para alcanzar el poder. —Porsche comenzaba a molestarse—. Vegas, tú no serías capaz...

—Por supuesto que no. ¿Acaso crees que no conozco a mí pareja? —Vegas se mostró ofendido—. Pero por el momento solo pienso aprovecharme de las fantasías de esos tipos para poder enfrentar a Korn.

—Vegas...

—En cuanto Korn sepa que Pete esta con la segunda familia, no se quedará con los brazos cruzados y entonces tendré una excusa para matarlo. —El Theerapanyakul volvió a tomar asiento mientras miraba por el gran ventanal—. Bastará con hacer bien mi papel de víctima para tener a todos esos tipos de mi lado y que me presten a los hombres suficientes para poder penetrar la casa de la primera familia.

Vegas sabía perfectamente que varios de los antes fieles socios de Korn no dudarían en ofrecerle su ayuda con el único proposito de que los tuviera en cuenta en cuanto su cachorro fuera una persona lista para el matrimonio.

—Kinn... —Porsche no pudo no preocuparse por su Alpha.

—No puedo decidir por él. —EL Alpha se encogió de hombros—. Yo escogí a Pete por sobre todo. Kinn tendrá que decidir pronto si morirá con mi tío o será un buen padre para tu cachorro.

—Me quedaré con Kinn. —Decidió Porsche—. Pero tienes que prométerme que Porchay no sufrirá ningún rasguño.

—¡Hermano! —El niño miro con miedo al moreno.

—En cuanto tenga a Pete conmigo, te doy mí palabra de que tu hermano se volverá una de mis prioridades. —Vegas alzó la mandíbula y la recargo en su puño izquierdo—. Por otro lado, solo me gustaría que supieras que no voy a tentarme el corazón.

Porsche asintió sintiendo como Porchay se aferraba a su brazo derecho.

Pete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora