Pete.

Macao

Macau

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—Aguarda aquí. —El chico le sonrió al guardaespaldas de su hermano.

Macau entro a la casa de la primera familia. Varios de los hombres lo miraban con curiosidad, otros ni siquiera levantaban la mirada.

—Oye, tú... —Macau se detuvo cerca de las albercas que utilizaban los guardaespaldas.

Ken miro al niño y se acercó con cautela. Sonrió con altanería antes de hacer una pequeña reverencia.

—Khun Macau.

—¿Con quién salio mi tío? —Pregunto el chico mirando a su alrededor. La casa de Korn siempre le pareció bastante fría, con esa sensación de alerta todo el tiempo.

—No puedo darle ese tipo de información, Khun Macau.

El chico rodó los ojos. No tenía tiempo para esto, tenía que actuar rápido.

—¿Cuánto quieres? —El hermano de Vegas susurro acercándose al tipo—. Pon un precio.

Ken miro a su alrededor para después sonreír con petulancia.

—Entiende que si le doy algún tipo de información iran por mi cabeza, ¿cierto? —El guardaespaldas corraspeo y continuo—. Déjeme ponerle cifra después. Tengo que estar respaldado por cualquier cosa.

—Bien, si eso quieres. —Macau insistió— Entonces ¿con quién?

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Pete podía sentir la mirada de Arm sobre él. Era muy incómodo, además, la presencia de otro Alpha era bastante molesto para él y su bebé.

—Sigue mirándome y voy a golpearte. —Pete le regaló una sonrisa falsa al chico de anteojos— Él que sea Omega no quiere decir que mi puesto sea regalado.

—No es eso, es solo qué... —Arm sonrió melancólico—. Realmente te voy a echar de menos.

Pete arrugó el entrecejo extrañado por las palabras de Arm— ¿De qué..?

—¡Está todo listo! —Porsche entro a la habitación y tomo varias de sus prendas—. Ponte esto.

—¿Qué? —Pete se puso de pie al no entender nada.

—¡Ponte esto, no tenemos mucho tiempo! —Porsche comenzó a ponerle su ropa, además de una gorra y cubrebocas—. Me informan que Chan se fue con el viejo. No alces la mirada, esconde tu aroma y deja que él mío impregne. No le hará daño al bebé.

—Las camaras están desactivadas. —Arm miro a ambos Omegas con una sonrisa—. Solo serán escasos minutos.

—Esperen, esperen, qué... —Pete no entendía nada del actuar de sus amigos— ¿Porsche?

—¿Creíste que Vegas iba a esperar alguna respuesta amable de Korn? —Porsche le sonrió—. Confía en mí, pronto estarás con el papá de ese bebé.

Pete asintió con torpeza. Después preguntaría, ahora solamente la esperanza de volver a estar con Vegas hizo que su pecho se calentará.

—Ire a distraer a Kinn, mientras tanto, ejecuten el plan. —Porsche miro por última vez a Pete—. Nos veremos dentro de poco.

Cuando Porsche salió del lugar, Pol entro apresurado.

—Ya están afuera. —Pol lo miro por algunos segundos—. Empecemos.

Al salir de la habitación Porsche tomo una dirección distinta haciendo todo lo posible por no ser visto. Pete bajo el rostro como le pidieron y se dejó arrastrar por Pol y Arm.