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[Presente]

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Kinn llegó al hospital causando pánico en el. Varios de los pacientes se sintieron intimidados por el aspecto y aroma del Alpha.

—Khun Kinn. —El doctor Top llegó hasta el mafioso—. Necesito que se calme.

—¿Dónde está? —Kinn ignoro lo dicho por el otro Alpha— ¿Cómo está?

El doctor Top busco apoyo en los guardaespaldas del Theerapanyakul; Arm como la cabeza de los hombres asintio en respuesta.

—Lo que le diré puede ser algo complicado de escuchar. —Comenzó el doctor tentando el terreno. No quería ningún percance en el hospital, suficiente tuvo con Vegas—. Le pido mantenga la cabeza fría.

—¡¿De qué diablos hablas?! —Explotó Kinn.

Arm se acercó y lo sostuvo del pecho antes de que el Alpha dominante se lanzará contra el doctor.

—Khun Kinn, tranquilo. —Arm miró al doctor en espera de que dijera algo rápido.

Top suspiro; sus hombros estaban tensos. ¿Por qué no podía tener un solo día de paz?

—... Su Omega está en cinta —El cuerpo paralizado de Kinn lo hizo continuar— y tuvo una amenaza de aborto.


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Los labios de Vegas parecían tener una adicción con los de Pete. El Theerapanyakul no dejaba de disfrutar el sabor de su boca aún teniéndolo desnudo debajo de él.

—Vegas... —El Omega cerro los ojos sintiendo como su Alpha lamia, mordía y succionaba su cuello dejando marcas que seguramente serían difíciles de esconder.

—Me vuelves loco, Pete. —Vegas mordió la barbilla del Omega mientras tomaba entre sus manos el pene erecto de su pareja.

El Omega se dejó hacer en los brazos del Alpha; dejó que su aroma inundará la habitación así seduciendo al Theerapanyakul y obligándolo a entrar en celo.

—Vegas —Pete admiro las pupilas dilatadas de su pareja. El Alpha de Vegas estaba correspondiendo a sus feromonas, estaba atendiendo su demanda— ahora eres mío, todo mío.

El aroma de Vegas y de Pete fue un estallido en la habitación. El calor en el cuerpo del Alpha aumentó gradualmente haciéndolo jadear. Su instinto le dictamina a una sola cosa; servirle a ese Omega, cumplir todo lo que este le demandará, marcarlo como suyo, impreganarse en él y dejar en claro que Pete le pertenecía.

—¡Mgh! —Phongsakorn curveo su espalda al sentir como las manos del Theerapanyakul evitaban su corrida. Un dedo en su uretra presionó dejándolo con la exasperante sensación de desespero— ¡Vegas!

—Te correras conmigo dentro. —El Alpha sonrió torcidamente—. Y sin tocarte.

El cuerpo del guardaespaldas fue volteado con  rudeza. Quedando boca abajo sintió el pene duro y caliente de su pareja pasar por sobre sus nalgas. Gimió al sentir como Vegas se abría paso en medio de sus mejillas traseras, frotando su polla y restregando la punta en su agujero mojado y palpitante.

—¿Me quieres dentro? —Preguntó Vegas viendo cómo el Omega alzaba su trasero en busca de ser penetrado— You have to beg.

Pete gimoteo excitado por las ordenes de su Alpha. Dirigio una de sus manos a su pene necesitado, pero una fuerte palmada en su trasero lo hizo brincar y gritar ante la sorpresa y el dolor.

—Te dije que tienes prohibido tocarte. —Vegas tomo las caderas del Omega y las elevó dejando sus piernas cerradas y el culo en el aire. Sin aviso alguno, apretó los muslos e introdujo su pene entre ellos.

Pete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora