Primitivo

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[Presente]

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Había una parte primitiva en Vegas que lo obligaba a ceder antes sus impulsos carnales.

Una dónde su lobo fiero y posesivo le dictaminaba tomar a su Omega, ese que llevaba con él a sus cachorros en el vientre, ese que le proporcionaría una pequeña familia. Ese que le había dado su propia manada.

—Vegas... —Pete tembló ante el azote en sus ya maltratadas nalgas— ¡Ah! ¡Por favor!

El Alpha se pasó la lengua por los labios, admirando el hoyo ya dilatado de su pareja, esperando porque su polla se enterrará en lo más profundo, haciendo sucios movimientos de succión cada que la cabeza de su verga rozaba.

La espalda de Pete tenía mordidas, chupetones y moretones a causa de sus manos inquietas. El bonito sonrojo en sus hombros no hacía más que apetecible su maravillosa piel.

—Te ves tan jodidamente necesitado. —Vegas bajo su pecho hasta pegarlo a la espalda de su Omega, tratando de no presionar por el pequeño bulto en el vientre— ¿Quieres que te folle?

—¡Maldición, Vegas! —Pete lo miro con ferocidad—. Estoy abierto para ti, maldito imbécil. Jodeme.

Vegas soltó otra nalgada.

—Pideme las cosas bien, cariño. —el Theerapanyakul movió sus caderas pasando su falo entre la separación de las nalgas—. Pídemelo como la puta que eres.

Pete jadeo ante sus palabras ofensivas. A Pete le calentaba que Vegas le hablara sucio, que lo sobajara y lo utilizara.

—Khun Vegas... —Pete le sonrió sucio, llevando sus manos a su precioso trasero para abrir sus cachetes—, quiero su polla aquí, por favor.

Vegas gruño ante la perversa imagen y el tono sensual de su pareja. Metió su pene de una sola penetración, callando con sus labios los jadeos y gritos del Omega.

El calor y la presión al rededor de su pene se sentía terriblemente bien. Vegas había extrañado tanto a su pareja, había extrañado joderlo y llenarlo. Había extrañado tenerlo entre sus brazos.

—¡Ah! ¡Ah, más! ¡Mgh! —Phongsakorn empujo sus caderas al contrario abriendo la boca sin poderlo evitar y soltando gemidos rotos— ¡Carajo! ¡Me llena tan bien!

—¡Mierda! —Vegas metió toda su polla, hasta sentir como las nalgas de su pareja tocaban su pelvis—. Eres una perra mal hablada. —Sintió como Pete se estremecía ante su risa ronca—. No dejes que el bebé escuché lo mucho que te gusta mi verga.

—Vegas. —Pete apenas podía pensar con coherencia—. Vegas, te amo tanto, te amo.

El Alpha dentro del Theerapanyakul ronroneo.

—No más que yo, honey. —Vegas saco su pene para meterlo todo de una sola estocada, repitiendo el mismo acto una y otra vez—. Te amo jodidamente mucho, mi amor. Te amo.

—¡Ah, Vegas! —Pete paro al Theerapanyakul con una de sus manos en la cadera del Alpha, se dió la vuelta sacando la polla roja y punzante para abrir sus piernas y sonreírle con descaro. Puso sus manos en su vientre hinchado—. Deja que la mami de tu cachorro vea como lo follas.

El Theerapanyakul casi termina por las palabras de su Omega.

You are perfect. (Eres perfecto.) —El Alpha volvió a penetrar a Pete, viendo cómo este cerraba los ojos, disfrutando de las sensaciones—. Look me. (Mírame.)

Pete obedeció, clavo su mirada en la de Vegas y le regaló una sonrisa teñida de oscuridad.

—Muerdeme. —Pidio el Omega en medio de jadeos—. Hazme saber de quién soy.

Con los dientes de Vegas perforando de nuevo la piel de Pete sobre la marca, ambos llegaron al orgasmo.

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2023 ⏰

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