Punto de quiebre

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[Presente]

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Sabía que su Omega estaba molesto con él y él era consciente de que no estaba haciendo las cosas bien; pero el miedo lo tenía preso.

Vegas jamás en su vida se había sentido tan feliz como en ese momento. Conocer a Pete había sido una de las mejores cosas en su vida. Pete se había convertido indudablemente en su corazón, en su vida y necesidad.

Amaba a Pete Phongsakorn, lo amaba con todo su corazón y Vegas estaba seguro que jamás podría vivir sin el. El incesante miedo de pensar que podrían arrebatarselo, de que Korn manipulara su mente para hacerlo creer que era un simple trofeo, todo eso lo ahogaba al punto de no dejarlo pensar con coherencia.

Vegas haría todo por Pete, incluso cargar con su odio por un tiempo.

—Khun Vegas. —Nop lo miro aterrado—. Su padre está aquí.

Vegas miro los ingredientes en la mesa y decidió parar con su tarea. Su ánimo se había arruinado por completo. Se limpio las manos, se acomodo la camisa y espero por la entrada de su padre.

En cuanto Kan se presentó, la gran sonrisa en sus labios irritó al Alpha más joven.

—¿Cómo está tu Omega? —Fue lo primero que pregunto el Theerapanyakul mayor.

—¿A qué debo tu visita? —Vegas estaba con la guardia en alto.

A Kan no le gusto la contestación, pero no podía tentar su suerte. Vegas ahora estaba marcado por ese Omega, Omega quien por cierto era un Dominante, quien en un futuro lo llenaría de herederos por encima de la primera familia. Herederos dignos de él.

—Solo quería asegurarme de que todo marchara bien. —Kan miro la mesa llena de especias—. Y veo que lo tienes controlado.

Vegas no dijo nada, solo siguió con su mirada los movimientos de su padre.

—Vegas, ahora que todo apunta a nuestro favor, tienes que hacer lo necesario para retener al chico.

—Pete está marcado, yo estoy marcado, no hay nada más que hacer. —Aseguro el más joven.

Su padre rio. Su paciencia estaba terminando.

—Pete es un Omega Dominante, ¿no lo entiendes? Él que te haya marcado no le impide dejarte atrás. Cuando se aburra de ti y tu patética forma de ser, cuando se de cuenta de lo inútil y estúpido que eres te dejará. Él lo superará, pero tú acabas de condenarte. —Advirtio Kan mirando como sus palabras causaban inseguridad en Vegas—. Hay algo que todo Omega, no importa la casta que sea, siempre los ata.

Vegas sintió el frío escalar hasta su nuca al ver la calculadora mirada de su padre.

—¿Qué..?

—Un cachorro. —Kan sonrió ante la mención—. Te daré lo necesario para que lo obligues a entrar en celo.

Vegas nego al instante. Jamás le haría algo como eso a su Omega.

—No voy a obligarlo. —El Alpha se molesto ante los planes de su padre—. No vas a venir aquí a decirme que es lo que tengo que hacer con mi Omega.

Una bofetada hizo su sangre hervir.

—¡Piensa maldita sea! —Kan lo tomo de las solapas de su camisa— ¿Crees que teniendo a Kinn cómo prometido te va a escojer a tí? ¿Crees que eres lo suficiente? Si no dejas encinta a ese maldito Omega, dalo por perdido. —Kan lo soltó con un empujon—. Y si ese Omega sale de esta maldita casa para después casarse con Kinn, te mato, Vegas.

Vegas apretó los puños viendo a su padre salir del lugar. En un arranque de irá comenzó a golpear la mesa y tirar cada ingrediente y plato.

"Cuando te elegí a ti, termine con una cadena en la muñeca."

Pete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora