No dejarte

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[Presente]

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Pete comenzaba a marearse y a sentir náuseas a causa del aroma del carro combinado con las feromonas del guardaespaldas que manejaba el vehículo.

—Lo lamento. —Macau se dió cuenta del estado del Omega—. La segunda familia acostumbra contratar en su mayoría Alphas.

—No se preocupe. —Pete trato de sonreír—.  Mi bebé puede ser muy exigente.

Macau miro el vientre de Pete por instinto. Se notaba un pequeño bulto, casi imperceptible. Sonrió al sentir la emoción recorrer su cuerpo. Era el bebé de Vegas.

—El aroma de mi hermano y el mío es distinto pero creo que le ayudará. —Macau miro hacia la ventana pudoroso—. Si tú quieres...

—Gracias, Khun Macau.

El Alpha se tenso al sentir los brazos del Omega rodearlo. Sus cabellos fueron olfateados por Pete. Lo sintió relajarse en pocos minutos; inevitablemente se sintió orgulloso.

—Vegas es muy afortunado por tenerlo como hermano. —Pete comenzó a divagar—. Ustedes se tratan con tanto cariño...

—Mi hermano es todo para mí. —Macau trato de permanecer indiferente ante lo cálido que era Pete—. No hay nada que no haría por él.

—Lo sé. —Pete estaba tan encimismado que no reparo en el pequeño beso que dió en la cabeza del Alpha—. Quiero eso para mi bebé. Quiero amor, quiero calma, quiero una bonita familia con Vegas y usted.

Macau se sorprendió. De nuevo estaba el molesto nudo en la garganta.

—Llegamos. —El guardaespaldas aviso al ver la entrada de la casa de la segunda familia. Aparco el coche y bajo enseguida dándole paso al joven Alpha y al Omega.

Pete sonrió incómodo. No quería ese tipo de atenciones.

—Eres el Omega de mi hermano —Macau sonrió divertido al ver el gesto de Pete—, tendrás que acostumbrarte.

—Dudo que pueda. —Comento Phongsakorn riendo.

—¡Pete! —La voz de Vegas atrajo la atención del Omega de inmediato.

Sintió su pecho caliente, su garganta seca y la respiración se le cortó. Las sensaciones que provocaba su Alpha en él eran tan abrumadoras, tan intensas, tan únicas.

—Vegas...

Las manos del Theerapanyakul se situaron en sus mejillas. Los labios ansiosos del Alpha devoraron los suyos en un beso abrazador apenas lo tuvo cerca. Pete perdió el aliento al sentir sus cuerpo juntos, la respiración acelerada de su Alpha, de su aroma golpeando sus sentidos.

—Mi amor, estaba por volverme loco. —Vegas junto sus frentes. Ambos con los ojos cerrados se dedicaron a reconocerse en silencio, mezclando sus aromas, marcandose entre ellos—. Está vez no pienso dejarte ir.

—No lo hagas. —Pete abrió los ojos a la par de Vegas. Le regaló una hermosa sonrisa—. Tardaste. Creí...

—No, no, ,no... —Vegas acaricio su nariz con la del Omega— I would  never  leave you.

—De acuerdo, jamás espere ver a Vegas de esta manera. —Macau estaba de brazos cruzados mirando con diversión a su hermano—. Puedo decir que lo ví todo.

Vegas sonrió y jalo a su hermano al abrazo. Al fin tenía a las personas que más amaba con él.

—¡Bienvenido a tu hogar, hijo! —Kan apareció con los brazos extendidos y los mejores de sus trajes—. Espero olvidemos los rencores del pasado y podamos iniciar de nuevo.

Pete abrazo su vientre como un acto de protección. La sonrisa de Kan le causaba escalofríos.

—No voy a dejar que nada les pase. —Vegas puso su mano derecha encima de las suyas sobre el vientre—. Te doy mi palabra.

Pete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora