Ninguna imagen y/o video de esta historia me pertenece, la mayoría de los personajes pertenecen al escritor de la saga de juego de tronos George R.R Martín.
Cuando entramos a la fortaleza roja, nos dirigimos de inmediato al salón del trono, donde estaba el rey loco en el trono de hierro y en su presencia, la corte de desembarco del Rey, un nido de víboras que buscan manipularte para conseguir sus objetivos, espero que lo intenten conmigo, para hacerles saber que no soy con quién jugar, después de todo, la mejor manera de manipular a alguien es hacerle creer que el te manipula a ti.
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(Aerys 'el rey loco' Targaryen)
Nos acercamos al trono de hierro, lugar en el que se encontraba el rey, y a su lado en una pequeña silla puesta para ella la hermosa Rhaella Targaryen, esposa y Hermana del rey loco.
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(Rhaella Targaryen)
Al estar al llegar hasta al frente nos arrodillamos, el rey nos miró con desprecio y luego de disfrutar de que sus súbditos se postraran ante el, ordenó que nos levantamos.
- así que tú eres el engendro de mierda Arryn, no entiendo por qué toda esa mierda de Harrenhal hablaba de ti en el torneo, solo eres niño que todavía toma leche de las tetas de su madre - hablo, pude ver cómo algunas personas parecían sorprendidas de que le hablara así a un niño, otras parecían resignadas y algunos otros les daba igual.
- padre, tal ves el pequeño Artys este agotado por el viaje, que tal si lo dejas descansar? - le sugirió el príncipe heredero del cual recién me doy cuenta de su presencia.
A su lado su bella esposa junto a su hermosa hija de tan solo 2 días de nombre, Rhaenys Targaryen Martell.
El rey ignoro a su primogénito y heredero y volvió a hablar.
- dicen que salvaste a una puta norteña de ser golpeada por 3 hombres - empezó y luego con una sonrisa macabra y burlona dijo - ser golpeada es lo último por qué debía preocuparse, no me extrañaría que se la hubieran follado hasta sangrar, aunque no estaba mal para ser una inmundicia Norteña -
- PADRE! - harto de su padre, el príncipe Rhaegar Targaryen despidió a la corte y se propuso a discutir con el.
Indicaron donde me quedaría, la Bóveda de las doncella, lugar en el que Baelor el Santo encerró a sus hermanas para no sufrir tentaciones.
