Ninguna imagen y/o video de esta historia me pertenece, la mayoría de los personajes pertenecen al escritor de la saga de juego de tronos George R.R Martín.
En Norvos, Lady Mellario Martell, madre de Arianne Martell les ofreció un lugar donde quedarse en su estadía, la cultura de Norvos era muy diferente a la de Westeros, principalmente por qué los sacerdotes del dios.
Rhaenys quedo fascinada con sus joyas y los vestidos tradicionales que se encontraban en la hermosa ciudad, gastando así una pequeña fortuna y agregando más baúles a su caravana.
Mientras Artys participó en una pelea a muerte tradicional contra un oso.
En un festival de adoración a su dios, los Norvenses pelean contra un oso hambriento a muerte, si ganan la carne del oso es quemada por y para el dios.
Mientras que la piel del oso le es entregada al vencedor.
Pero si la persona muere, el oso devora a la persona, y es guardado para el próximo festival, en el cual el proceso se repite.
- estás seguro de esto Artys? Es una locura! - le dijo su esposa.
- los hombres que pelean en la arena y ganan, ganan honor y prestigio - intervino lady Mellario.
- ya lo oíste, como el lema de mi casa, TAN ALTO COMO EL HONOR - grito lo último y Rhaenys se vio avergonzada piro divertida, mientras Mellario solemne.
- esa es la actitud!! - le dijo Mellario antes de separarse.
Las chicas eran acompañadas por los hombres de Mellario y los espartanos de Artys, liderados por Leónidas, el cual se llevaba extrañamente bien con Mellario, y se dice que en los noches que estuvieron ahí se podía ver a Mellario salir de la habitación de Leónidas y viceversa.
Artys salió a la arena de combate, con armadura de cuero reforzado.
Con una daga larga tradicional Norvense, y se posiciono a la espera de que soltara a la bestia.
Hasta que un cuerno fue el preludio del gruñido y rugido de ira de un oso pardo de 2 metro y medio, espuma salía de su boca.
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Corrió a cuatro patas y con un zarpazo en el pecho lo empujó unos metros atrás.
Artys se recompuso solo para ser embestido por la cabeza del oso, y tuvo que sujetarlo del cuello para evitar que le muerda el rostro.
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