10

1.5K 131 6
                                    

Cuando Artys viajo de Bravos a Dorne con la intención de visitar a su prometida fue bien recibido en lanza del sol.

En el puerto de lanza del sol, lo esperaban Oberyn Martell, Ellia Martell, Ellaria Sand la amante de Oberyn, algunas serpiente de arena junto a Arianne Martell y la ahora no tan pequeña Rhaenys Targaryen.

- es un gusto verte Artys, escuché que te nombraron caballero hace unos meses, el más joven de todos los tiempos, felicidades - felicito Oberyn

- yo también me alegro de verlos, Oberyn, Ellia, Rhaenys - guiño un ojo a la última - y usted supongo es la princesa Arianne Martell y ellas son las serpientes de arena - indico correctamente a las otras mujeres excepto a una - y madame es? - cuestiono.

- ella es mi amante, Ellaria Sand, Ellaria el es Artys Arryn del Valle - los presento.

Artys tomo su mano y beso su dorso, solo para ser abordado en un fuerte abrazo por Rhaenys, que casi hace que pierda el equilibrio.

- te extrañe mucho - susurró en su oído.

- yo también te he extrañado, había intentado visitarte, pero padre insistía en que mis lecciones eran más importantes por lo que esforcé en la ciudadela para que rápidamente pudiera venir a verte - esto era parcialmente mentira, si había intentado venir a visitarla pero padre no me dejó, pero en mis estudios casi no me tuve que esforzar - luego de eso fue el entrenamiento con la espada y cuando tuve tiempo, la maldita rebelión Greyjoy -

- no te pude felicitar por ser caballero por cierto, felicidades y aquí tienes tu regalo - Rhaenys beso de manera torpe pero apasionado a Artys.

El cual no sabia que sentir, Rhaenys era una hermosa chica y se convertiría en una aún más hermosa mujer, pero actualmente solo eran unos niños, y él en mente era mucho mayor.

Y a pesar de todo le gusto.

- por qué no vamos a los jardines del agua? Doran te está esperando, fue informado de tu inesperada visita avisada con 1 día de anticipación - dijo Ellia.

Y así cabalgaron por la costa unos 10 kilómetros hasta llegar a los jardines de agua.

Adentro, sentado en una silla frente las piscinas, viendo a su hija y sobrinas jugar con otra docenas de niños, doran Martell está sentado, custodiado por su guardia personal.

Al entrar a la sala doran ni siquiera los miro, si no que siguió en contemplación.

Luego de 1 minuto de silencio Doran hablo.

- el pequeño halcón, que vuela tan alto como el lema de su casa - su voz era impasible y totalmente tranquila.

- es un honor conocer a la mente maestra de Dorne - respondió, a lo que a Doran simplemente se le di uno una pequeña y casi imperceptible sonrisa en sus labios.

- me han llamado de muchas manera, mente maestra no es una de ellas - respondió.

- la maldición de la ignorancia, subestimar a un Martell es lo mismo que lanzar una flecha al aire justo encima tuyo, y no moverte - contesto el joven halcón.

Doran esbozó una sonrisa ahora bastante perceptible.

- que puedo hacer por ti? Se que no viniste solo de visita -

- por mucho que me hubiera gustado venir solo a ver a Rhaenys - dijo y Rhaenys le sonrió - también tengo negocios que tratar con los Dornienses, necesito que hagas un llamo a tus estandartes, ofrezco tierras y oro a cambio de tropas - le dije.

Todos se sorprendieron, pero la cara de Doran aún siguió sin cambiar.

- oro y tropas, supongo que terminarás con el trabajo de tus ancestros y conquistaras el Valle salvaje - Oberyn intervino.

Tan Alto Como El HonorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora