Ardiendo en su infierno #1✔COMPLETA (Wild Demons MC) +21 ©

🔥☠EXTRA I ☠🔥

La última en comentar este párrafo se queda con Demon :)

DEMON

Un gruñido se escapa de mi garganta cuando la dureza de mi embestida arranca un gemido de los labios de mi mujer.

La mejor sensación que hay en el mundo es esta; sentir su cuerpo caliente debajo del mío, deleitarme con la manera en que mi semen resbala por sus curvas explosivas y cómo sus tetas rebotan en mi cara cuando me monta.

Hoy tenemos un día movidito en el club, pero mi mujer y yo siempre encontramos tiempo para esto. Desde que le entregué el cuero hemos sido como un par de conejos, follando en cada rincón que encontrábamos. 

— Demon...joder, estoy muy cerca — avisa Olivia, en un sonido que está a medio camino entre un gemido y un grito. Y me clavo más dentro de ella, solo por el placer de ver cómo se le oscurecen las pupilas y las mejillas se le colorean de esa deliciosa manera que me dice que está en el séptimo cielo sin necesidad de palabras.

Ya no se contiene. Chilla y me lo da todo. Y yo suelto un rugido de excitación y me vengo dentro de ella, llenándola con mi semen caliente y espeso. Tiene los pezones tiesos como balas y su larga melena me roza la barba cuando cae sobre mí, exhausta.

Apoya la cabeza en mi pecho y yo le rodeo la pequeña cintura con un brazo, protector.

Joder, me encanta estar en la cama con mi mujer. Pasaríamos aquí todo el día, si esos cabrones nos dejaran. Pero soy el presidente y tengo que dar ejemplo, de lo contrario esto sería peor que un prostíbulo.

Además, los mexicanos no tardarán en llegar, como ya se está encargando de recordarme el mamón de Daryl al llamar a la puerta con insistencia.

— ¿Estáis en pelotas? Venga, déjame entrar, tampoco es nada que no haya visto ya — espeta, aumentando las ganas que tengo ya de ir allí y estrellarle la cabeza en el marco de la puerta para que aprenda a darme intimidad con mi mujer.

Pero ella lo consiente demasiado, porque en lugar de cabrearse como yo, solo se ríe y me da un beso en la mejilla.

— Anda ve, será importante — me susurra, pasándome las manos por el pelo para aplacarme. Lo peor es que le funciona...me tiene malditamente en sus manos. Y que me jodan si no me encanta.

— Tenemos un asunto pendiente, tetas calientes. Así que no te molestes en ponerte bragas hoy, en cuanto se vayan los mexicanos salimos a montar — le aseguro, mordiendo el lóbulo de su oreja con lujuria. El gruñidito placentero que suelta está a punto de matarme.

— ¡Eh, es para hoy presi! — oigo que grita el muy imbécil de mi VP desde fuera.

— Voy a matarlo, después vuelvo — suelto, medio en broma; medio en serio. 

Su preciosa risa me llega clara cuando me pongo unos pantalones de mala gana y cierro bien la puerta para que nadie entre a husmear. A mi mujer desnuda solo la veo yo.

Daryl está reclinado contra el marco, pero hace gala de grandes reflejos cuando se aparta justo a tiempo para esquivar mi puño, que iba directo a su cara.

— Venga hombre, no te pongas así. Lleváis horas encerrados ahí dentro follando como conejos, Helga y Hunter estarán celosos por haber perdido el puesto de folladores estrella de este club — suelta, en su línea.

Bufo y pongo los ojos en blanco, pero una sonrisa orgullosa tira de las comisuras de mis labios. No tengo la culpa de tener la dama más ardiente de todas.

— Déjate de gilipolleces y ponme al día, es lo que has venido a hacer ¿no?

Él asiente, pasándose las manos por su melena rubia y sedosa. El cabrón tiene complejo de modelo de Pantene o algo parecido.