Capítulo 22: La "Boda"

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Narra Itzi 

Terminé de recoger todas mis cosas y empecé a llevarlas a su casa. 

Hacía dos semanas le había contado lo que me pasaba cuando estaba sola en el salón o en cualquier parte de la casa y él se había ofrecido a que me quedase en su casa. Al principio no creí que fuera en serio, pero si que era en serio. 

Terminé de llevarlo todo y como habíamos acordado yo me quedaría en una habitación del mismo pasillo que la suya. 

Dos semanas después de llevarlo todo allí ya todo estaba perfectamente colocado, era como si yo hubiera estado viviendo allí (con él) demasiado tiempo.

Bajé al comedor y allí obviamente me encontré con él, solo que esta vez estaba extraño. Tenía los ojos llorosos y un papel arrugado en la mano. Me acerqué a él y lo abracé. 

-¿Qué pasa, rubio?

- No puedo contártelo

- Seguro que sí, desahógate

Y sin hablar nada me entregó el arrugado papel que él había tenido en sus manos. Era como una cartulina, la aplané un poco para que no estuviera tan arrugada y lo primero que leí me dejó mal. Era una invitación, una puta invitación.

Estáis ustedes invitados a la ceremonia de bodas de

Draco Malfoy y Astoria Greengrass

Esperamos con todas nuestras ansias que puedan asistir.

Fmdo: Lucius Malfoy

Automáticamente lo abracé.

- Es una maldita invitación a mi puto compromiso de mierda. Yo no quería que esto sucediera, esto es el mismo infierno.

- Tranquilízate, Draco

- No puedo, no puedo tranquilizarme, porque no quiero a nadie más que no seas tú. Y no puedo hacernos esto. No ahora...

- Ya encontraremos alguna solución

- ¿A mi padre?, a mi padre jamás se le encuentra una solución

Narra Draco

Estaba terminando de ponerme la chaqueta mientras Theo me hablaba.

"Ya verás que al final todo va a salir bien" repetía una y otra vez cada pocos minutos.

- Estás muy bien, rubio y millonario

- Podría estar mejor

- Todo va salir bien

- ¿Podrías callarte, por favor? -dije perdiendo un poco los nervios

- Me callo si dejas que te peine

Para conseguir que el chico de mi lado cerrara la boca por un maldito momento me acerqué a él. Vi que tenía en una mano un bote de gomina y en la otra un peine y un cepillo. Me senté en una silla frente al espejo de mi escritorio y vi como desde detrás comenzaba a cepillarme el pelo y a echarme kilos de gomina.

Un rato después, cuando él consideró que ya estaba listo se separó de mí y me pegó en el hombro.

- Ya verás que todo va a ir genial

- Seguro -contesté desganado

- Eres el segundo novio más guapo que veo en la historia. Así tan arreglado y bien peinado

Cuando al fin me dejó tranquilo salí de la habitación y bajé las escaleras. Estuve hablando un rato con mi madre mientras me arreglaba la chaqueta y me giré porque había escuchado algo. 

Allí estaba ella, en lo más alto de las escaleras, con un vestido que le quedaba absolutamente precioso, el pelo arreglado con unas ondas perfectamente hechas, sus zapatos con un poco de tacón y esa sonrisa que siempre la hacía lucir mas hermosa de lo que ya era. Y a su lado estaba ella, la mujer con la que me debía casar. 

La novia bajó y me dio un beso en la mejilla susurrándome algo antes de salir por la puerta. Yo me quedé esperando a que ella bajara. Me aseguré de que no hubiera nadie y entonces grité. 

- ¿Qué pasa, Sayre, me tienes miedo?

- Te tengo terror, no miedo, Malfoy

Bajó las escaleras y volviéndome a asegurar de que no hubiera nadie le dejé un beso en la mejilla. 

- Te quiero

- No sabes cuanto -respondió ella

Un poco después ella salió y yo esperé a que mi madre volviera. Volví a adoptar mi carácter de mierda para que nadie sospechara y cuando ella llegó me dio un beso en la frente.

- Tranquilo hijo, todo pasará más pronto de lo que imaginas

- Nada pasará pronto, mamá -dije tristemente

Salimos de la casa y llegamos al sitio de la ceremonia. Allí estaba la novia esperando. Me miró y me sonrió, yo le devolví la sonrisa. 

Anduve hasta que llegué a su lado, todos los invitados, que no eran pocos, se sentaron y la ceremonia se dio por comenzada.

Un rato después llegó el momento que todos esperaban. El si quiero. 

- Astoria Greengrass, ¿desea usted a Draco Lucius Malfoy como su futuro esposo?

Y ella se quedó callada. Aquel señor sin saber que hacer me miró a mi.

- Y usted, Draco Lucius Malfoy, ¿desea a Astoria Greengrass como su futura esposa?

Y yo también me quedé callado.

Entonces, como sabía que iba a ocurrir, mi padre gritó.

- Pero decid algo, malditos desagradecidos.

- ¿Qué quieres que diga, que me estás obligando a casarme cuando bien sabes que estoy enamorado de otra persona? 

- ¿O quieres que yo te diga que también me están obligando y que en realidad tengo una querida novia que está sentada justo a dos sillas de separación de usted? -habló esta vez Astoria

Entonces mi padre se quedó callado y me miró con una cara de odio horrible.

Astoria y yo nos miramos y salimos corriendo del altar. Ella agarró a su novia de la mano y yo a mi querida Sayre. Los cuatro salimos de allí corriendo mientras que de fondo se escuchaban a Theo, Blaise, la señora Nott, mi madre y a Luna aplaudir y a mi padre y al señor Greengrass gritar lo desagradecidos y lo malos hijos que éramos.

Unos días después mi querida, ahora novia, y yo estábamos paseando por el Callejón Diagon y vi la portada del Profeta.

En ella estaba la foto de nosotros cuatro huyendo de la supuesta boda. El titular decía algo como: La familia Malfoy pierde de nuevo, pero esta vez su hijo ha sido inteligente.

Obviamente compré el periódico y lo guardé junto con todas las cosas importantes que tenía.

𝐒𝐓𝐀𝐘; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora