𝐒𝐓𝐀𝐘; Draco Malfoy

Capítulo 26: ¿No?

Narra Itzi

El tiempo había pasado demasiado rápido, y cuando nos dimos cuenta, Orión estaba cumpliendo su primer año.

La vida como madre había sido diferente, y no en el mal sentido, si no en el bueno.

Al final el niño había resultado ser una copia idéntica de su padre. Eso me hacía darme cuenta de lo fuerte que iban a ser los genes de los Malfoy. Si tuviéramos otro bebé probablemente también fuera rubio.

Draco se veía como un hombre diferente, ya no era el adolescente asustado al que ayudé en aquel lavabo. Ahora era un padre magnífico.

Lo único que ansiaba con mi todo mi corazón era darle un buen hogar y un buen ambiente a mi pequeño niño.

Ya había aprendido a andar, incluso a correr, aunque lo que mejor se le daba era hablar sin parar durante horas.

Ahora mismo lo estaba viendo jugar con su padre en el jardín. Hoy era su cumpleaños y no podía sentirme más completa. Al fin algo en mi vida estaba saliendo bien. Aunque aún me sentía insegura.

El cumpleaños había sido tranquilo porque solo había invitado a sus tíos y a sus abuelas. Emmett jamás conocería a mi hijo, no quería ni verlo después de que hubiera arruinado mi infancia y adolescencia. Lucius lo había visto en varias ocasiones pero no había llegado a entablar una conversación con ellos.

Realmente me estaba planteando la idea de tener otro hijo, pero aún era muy temprano. Nos encargaríamos de cuidar a Orión lo mejor que pudiéramos.

Draco había conseguido un trabajo en el ministerio. Yo había conseguido uno de redactora en la revista que dirigía Hermione Granger, que ahora era ministra de magia.

☆☆☆

Tres años cumplía hoy el pequeño, ya no tan pequeño, Orión.

Si era cierto cuando mi madre me había dicho que cuando tuviera hijos el tiempo pasaría volando.

Mi pequeño era precioso, pero su padre también era cada día era más guapo.

Orión vino corriendo hacia mí y se abrazó a mi pierna.

— Hola mami

Solté todo lo que estaba ordenando y cogí a mi hijo en brazos.

— Hola precioso —le respondí para luego darle un beso en la frente

— Voy a llorar —dijo Draco entrando en la habitación

— ¿Por qué? —le preguntó Orión preocupado

— Porque tú madre ya no me dice precioso

Draco se acercó a nosotros y me quitó al pequeño de los brazos. Sentó a Orión encima de una estantería y empezó a ayudarme a recoger.

Cuando terminamos de ordenarlo todo, bajó a Orión de la estantería. El pequeño traía un libro en la mano.

— ¿Qué es eso, rubito? —le preguntó mi rubio

— No lo sé, lo he cogido porque estaba muy solito en el rincón de la estantería

Soltó a Orión en la cama y nos sentamos a su alrededor.

Orión me dio el libro que tenía en la mano y en cuanto vi su portada lo reconocí. Draco al estar a mi lado también lo reconoció.

— ¿Qué es, mami?

— Es un álbum de fotos de papá y mamá. De cuando éramos más pequeños.

Abrí el álbum y en la primera página había una página con un título que escribió Theo.

"La pareja más bonita y fuerte que alguna vez he conocido"

Pasé la página. En esta había fotos de cuando éramos muy pequeño.

— ¿Sois vosotros? —preguntó Orión embobado en el libro

Entonces Kurt saltó a la cama y empezó a chuparle la cara a Orión.

— Sí, somos nosotros, precioso

Seguí pasando páginas y la fotos de cuando entramos en Hogwarts empezaron a salir.

Algunas en la estación, otras que nos hizo Theo. Una en la que salimos al lado del maldito Therence, al que le habíamos borrado la cara con permanente negro.

Draco me miró y me sonrió.

Seguí pasando las páginas hasta que llegó una que nos hizo Theo. Estábamos Draco y yo dándonos un beso detrás de un poste. Y por detrás de la foto ponía "Estos tontos enamorados aún creen que nadie sabe de ellos"

La última foto que había en el álbum era una de la boda de Theo, que no sé quién sacaría. Éramos Draco y yo dándonos un beso desperado en medio del pasillo del hotel.

Le di la vuelta a la foto y había escrito algo.

"Todos vuelven a donde fueron felices, a su lugar seguro. Porque un lugar seguro también puede ser una persona."

— Es mi madre, es su letra —dijo Draco mirándome

Cissy, ella era aquella persona que actuó de madre cuando la mía no pudo. Era ella la que me había escrito cuando yo estaba en Italia, preguntándome como estaba. Cissy también era parte de mi lugar seguro.

Terminamos de ver el álbum y bajamos al salón, donde la comida que estaba haciendo Draco estaba ya terminada.

Él había estado raro estos últimos días, y la verdad es que tenía miedo.

Terminamos de comer y yo me fui a nuestra habitación a leer un libro que me tenía enganchada.

Horas después Orión me estiró de un calcetín para llamar mi atención.

— Mami, papi está llamándote en el salón. Dice que quiere hablar contigo.

— Gracias, precioso. Quédate aquí arriba.

Bajé al salón y me senté al lado de Draco.

— Tenemos que hablar —dijo él mientras que a mí se me heló la sangre.

Se veía muy serio y esto ya me estaba empezando a dar mala espina.

— Siéntete libre de decir lo que quieras —le respondí

Se giró hacia mí y me miró directamente a los ojos.

Se levantó del sillón y yo repetí su acción.

— Lo siento mucho decírtelo, pero es que ya no siento lo mismo que antes...

Empecé a llorar porque no quería perderlo.

— ¿No? —fue lo único lo único que conseguí decir

— No

Continuó mirándome mientras lloraba. Parecía incluso que estuviera disfrutando verme así.

— Por eso quería pedirte algo

— Adelante —respondí llorando aún

Entonces se arrodilló frente a mí y abrió una caja que se había sacado del bolsillo.

— Quería pedirte algo muy importante porque es cierto que ya no siento lo mismo que antes, ahora te amo aún más. Entonces, ¿estarías a mi lado hasta que te hartes de mí?

Abrió la caja y dentro había un anillo precioso.

— Joder, Draco. Claro que quiero.

Entonces se puso de pie y me besó. Cuando nos separamos lo miré directamente.

— Pero por favor, no me mates de un infarto.

Entonces Orión vino corriendo hacia nosotros y Draco lo alzó en brazos.

— ¡Ha dicho que sí, ha dicho que sí!

— Bien, ahora mami y papi estarán juntos para siempre.