Capítulo 25: Sustos que dan gusto

88 3 6
                                    

Narra Itzi

Sentía como si me fuera a morir en ese mismo instante. Pero no podía estar pasando ¿no?

Llamé a Draco y él entró en la habitación. Al verme tiró al suelo lo que traía en la mano y se acercó a mí con cuidado.

- Temo decírtelo cariño, pero has roto aguas

Pues sí, estaba pasando.

Nueve meses de espera para que a la hora de que naciera no supiéramos que hacer. Bueno, yo no sabía que hacer, pero él sí.

Rápidamente llamó a Theo y a Blaise que llegaron muy rápido al saber lo que pasaba.

Una hora después estábamos en San Mungo, en la sala de partos.

Esto no podía estar realmente pasando.

Narra Draco

Cinco horas, cinco horas duró el dichoso parto. Y en una hora y media de esas había sido insultado al menos cada dos segundos.

Los más repetidos fueron:

"Me encantaría no haberte dicho que me gustaba tu pelo cuando era una cría.

Te juro que nunca más nos descuidaremos.

Ojalá no me hubiera bebido esa copa de impulso.

No me volveré a acercar a ti en un muy largo tiempo.

Como no se parezca a mí ni lo volveremos a intentar.

Eres un maldito, calenturiento y guapo estúpido.

En este momento te agarraría del cuello y no en la manera sexual."

Pero ese tiempo ya había pasado y ahora volvía a quererme como siempre lo ha hecho.

El niño acababa de nacer, y sí, era un niño y además bastante rubio.

Mi querida abrazó a nuestro hijo con fuerza y me miró a los ojos.

La mirada de odio que había tenido durante aquellas horas había desaparecido completamente, ahora solo lo que quedaba era mucho amor para dar.

Y no era por alardear, pero aunque el niño acabase de nacer, ya se podría decir que se parecería a mí. Era rubio rubísimo y tenia unos ojos grises azulados calcados a los míos.

Narra Theo

Mi hermana estaba de parto y creo que yo estaba más nervioso que ella.

Blaise y yo pasamos un montón de horas en la sala de espera, esperando a que alguna enfermera saliera y nos dijera algo.

Y al fin ocurrió.

- Familia de Itziar Sayre, habitación 44

Blaise y yo no levantamos rápidamente y corriendo entramos en la sala.

Vi a mi hermana con una cara de cansada y a Draco con algo en brazos.

Nos acercamos a él y cuando vi a mi sobrino comencé a llorar de felicidad. Era precioso, aunque era igualito a su padre.

- Es tan bonito que me dan ganas de llorar -dijo mi querido esposo para abrazar como pudo a mi hermana

Draco siguió con el niño en brazos y yo me senté al lado de mi hermana.

Narra Cissy

Tuve hace unos meses la noticia de que tendría un nieto o nieta. Y no podía estar más feliz.

Mi querida niña, que aunque no fuera mi hija la quería más que si lo fuera, estaba ya de ocho meses y mucho, así que yo la había estado visitando todos los días.

Mi hijo me había dado una llave de wu casa, y como nadie abría la puerta, decidí usarla.

En la casa no había nadie, pero había una nota pegada en la nevera con la letra de mi hijo. Mamá, se que estarás preocupada, pero ha ocurrido. Está de camino. Estamos en San Mungo.

Salí rápido de la cocina y mediante polvos Flu llegué a San Mungo.

Me paré en el mostrador y amablemente le pregunté al señor que estaba allí por Draco Malfoy. Estaban en la habitación 44.

Rápidamente fui a la habitación y allí los encontré. Dentro estaban mi hijo, mi niña, mi Theo y mi Blaise.

Me acerqué cuidadosamente a ellos y cuando mi niña me vio se le iluminaron los ojos.

Me posicioné a su lado y dejé un beso en su frente. Mi hijo se acercó a mí y dejó algo en mis brazos y no era algo, era más bien alguien.

Mi nieto era precioso y si eso no era suficiente, me demostró cariño. Se agarró fuertemente ma mi dedo pulgar.

Lo miré un poco más y recordé cuando tuve a mi hijo. Se parecían tanto.

𝐒𝐓𝐀𝐘; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora