Capítulo 23: Pequeñas sorpresas

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Narra Itzi

Desde aquel día de la supuesta boda todo me había parecido un tanto irreal, empezando porque ahora volvía a ser la novia de Malfoy. 

"Estábamos merendando en una cafetería varios días después de lo ocurrido y estábamos genial. Yo no podía parar de pensar en todo y estaba empezando a ponerme un tanto nerviosa. él me agarró de la mano y me miró a los ojos.

- Tranquila, estamos bien

- ¿Por qué no te casaste con ella?

- ¿De qué hablas?

- Si te hubieras casado con ella ahora tu padre no te odiaría aún más y yo ya no sería una carga

- No digas eso. Yo no me casé con ella porque te quiero a ti, ¿entiendes? Te quiero a ti, no a nadie más. Y lo que piense mi padre sobre mí me trae sin cuidado. Y no eres una carga, jamás lo serías.

- Pero, Malfoy...

- No me llames Malfoy, soy Draco

- Siento haberte causado tantos problemas

- No me sueles causar problemas

- ¿No suelo? -contesté confundida

- No sueles, pero ahora me estás provocando uno terrible

- ¿Qué?

- Necesito que me respondas a algo para que pueda aclarar mi mente, señorita Sayre

- Me estás poniendo nerviosa, señor Malfoy

- ¿Sería usted tan amable de sujetar esto? -dijo dándome un pajarito de papel como el que le dio a Harry en tercer año

- ¿Hay dentro un dibujo mío casi muriendo? -dije burlándome

- Ábrelo -dijo sonriendo mientras me miraba fijamente

Desdoblé el pajarito de papel y vi que dentro había escrita una frase:

Hola, soy yo :) 

Oh, luces exactamente como el amor de mi vida. Espera, ¿eres el amor de mi vida?

Si, lo eres :))

Por eso me gustaría saber si me dejarías ser el amor de la tuya.

¿Qué dices?

Miré hacia arriba y él me estaba mirando un tanto preocupado.

- ¿Por qué tan preocupado, Malfoy?

- Aún no has contestado

- Siempre has sido y serás el amor de mi vida. Pero eso no es lo peor, lo peor es que creo que te sigo amando como el primer día 

- Yo se que te sigo amando como el primer día, señorita Sayre"

Joder, ese día fue genial. Ahora mismo estoy tumbada en mi cama, ahora nuestra, mientras leo un libro. Terminé de leer un capítulo más y me levanté de la cama. Me duché y me arreglé y bajé abajo. Allí estaba él desayunando. Me vio bajar por las escaleras y me saludó con la mano. Me senté a su lado y le di un beso en la mejilla.

- ¿Qué tal el día, preciosa?

- Supongo que bien, precioso

- Te he dejado tortitas en el microondas para que las calientes, espero que te gusten

- Seguro que me gustan, las has hecho tú

Me levanté y fui hacia el microondas, puse a calentar las tortitas y después fui al frigorífico a por un vaso de zumo de naranja.

𝐒𝐓𝐀𝐘; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora