Capítulo 8: Boda

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Narra Theo

Tenía diecinueve años y estaba en la casa de mis padres, con mi hermana a mi lado ayudándome a prepararme para mi boda.

Mi boda, mi boda con el amor de mi vida, mi boda con mi alma gemela.

Estaba muy nervioso, temblando y mucho.

- Theo, cállate un ratito por favor, que me estás poniendo de los nervios -dijo mi hermana casi a gritos

- No puedo, voy a casarme -le contesté

- No te agobies por eso -añadió Alex, que estaba allí porque nos había caído muy bien y lo habíamos invitado a la boda

- Si, me agobio, ¿y sí me dice qué no? -dije mientras daba vueltas por mi habitación

- No te dirá que no, él te ama. Yo lo se -respondió mi hermana

- No eres la más indicada para hablar, mira como acabasteis tú y Draco -le comenté con una sonrisa

- Para mí es Malfoy, no Draco

- Bueeeeeeeno

Terminé de arreglarme una hora después y bajé al salón, allí estaba mi madre, llorando de felicidad. Me acerqué a ella y la abracé.

- Mi hombrecito, se ha hecho grande en muy poco tiempo.

- Te quiero mucho, mamá

- Y yo a tí, Theodore, y yo a tí.

Llegamos al sitio de la ceremonia, en un campito recubierto de césped y flores, había un pequeño altar y muchas sillas delante. En otra parte había unas cuantas de mesas, llenas de platos, cubiertos, servilletas y vasos, y otras muchas sillas.

Entonces a lo lejos lo vi, tan guapo, tan apuesto, tan bueno y tan perfecto. Mi homosexual ser había estado enamorado de él desde que era muy pequeño. Yo sabía que lo que yo sentía por entonces mi amigo no era normal. Después me informé de que eso si era normal y se llamaba no ser tan heterosexual como realmente crees serlo.

Salí de mi nube de pensamientos cuando mi hermana me pegó en el brazo.

- Auch

- Quédate quieto

- ¿Qué quieres?

- Verte bien antes de que te cases

- No me pongas más nervioso de lo que ya estoy y vete a sentarte. Perdón de antemano.

- ¿Por?

- Porque el único sitio que queda delante es al lado de Draco, digo Malfoy

- Te estoy odiando ahora mismo

- Lo siento.

Agarré a mi madre del brazo y andé lentamente hacia mi actual novio. Él iba vestido con un traje de chaqueta blanco que contrastaba con su piel y unos pantalones también blancos. Estaba guapísimo, perfecto, al menos en mi opinión.

Seguimos caminando hasta que llegamos. Mi madre me soltó el brazo y me dejó allí solo delante de mi persona perfecta. Miré a las sillas de en frente y vi a mi hermana levantado los pulgares y cerrando el resto de la mano, indicando que todo estaba bien.

Volví la vista hacia Blaise y lo observé de nuevo. Él me devolvió la mirada y me dedicó una sonrisa. Se le veía tan calmado que incluso me daba miedo.

La ceremonia comenzó y todos los invitados guardaron un sepulcral silencio. Vi como mi hermana se sacaba una cámara de fotos del bolsillo y la encendía. Nos miró y nos sacó la primera foto del día.

La ceremonia continuó mientras mi hermana nos seguía sacando fotos. Por fin llegó el esperado momento. Casi todo estaba terminado, solo faltaba lo más importante.

- Usted, Blaise Anthony Zabini, ¿quiere a Theodore Edward Nott como su legítimo esposo para estar con él en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

- Sí, quiero -respondió él con los ojos brillantes.

- Y usted, Theodore Edward Nott, ¿quiere a Blaise Anthony Zabini como su legítimo esposo para estar con él en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

- Sí, quiero -respondí con las emociones a flor de piel.

- En ese caso, puede besar al novio.

Me acerqué a mi ahora esposo, lo agarré de la nuca y junté nuestras deseadas bocas en un beso lento lleno de demasiados sentimientos que alguna vez fueron reprimidos a causa de la sociedad y de nosotros mismos.

Nos separamos cuando se nos acabó el aire, y entonces lo abracé, lo abracé como si fuera la primera vez que lo hacía.

- ¡VIVAN LOS NOVIOS! -gritó mi hermana a todo pulmón.

- ¡VIVAN! -le acompañó Draco.

Entonces todos los invitados se levantaron y comenzaron a aplaudir. Blaise y yo nos soltamos y bajamos con ellos. Mi hermana se enganchó de mi cuello y me abrazó, cuando me soltó hizo lo mismo con mi esposo.

- ¡FELICIDADES! Os merecéis lo mejor del mundo. -dijo mi hermana llorando para luego hacernos una foto a los tres juntos.

Nos fuimos a las mesas y nos sentamos en la mesa. En nuestra mesa íbamos Blaise, mi madre, Cissy, mi hermana, Alex, mi tía, Draco y yo.

Una vez todos estuvimos sentados empezaron a poner la comida. Comimos bastante rápido y luego pusieron una tarta por mesa. Todos terminamos de comer y entonces llegaron los carruajes que nos llevarían al hotel, donde se celebraría realmente la fiesta. Había una habitación para cada persona, ya que eran pocos los invitados.

Llegamos al fin al hotel y estuvimos alojados toda la tarde en el patio.

𝐒𝐓𝐀𝐘; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora