Beautiful Spring

Capítulo 2

—¿Cuántas veces se les ha dicho que no pueden correr? —la voz de Hyunwon resonó con molestia en la habitación, firme pero no severa—. En especial tú, Jihye.

Ambos menores bajaron la cabeza con culpa, mientras Minhyuk, apoyado contra la pared, observaba en silencio la escena.

—¿Qué hubiera pasado si ese chico no hubiera estado ahí? —insistió Hyunwon, girándose hacia Jisung con el ceño fruncido—. Si nadie los ayudaba, ¿te imaginas lo que habría pasado?

Jisung sintió cómo sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. La vergüenza se le atoraba en la garganta.

—No seas tan duro con ellos —intervino Minhyuk suavemente, tomando una servilleta y acercándose a Jisung para limpiar con cuidado sus lágrimas—. Ya se asustaron bastante.

Hyunwon soltó un suspiro pesado, como si toda la tensión le cayera encima.

—Solo estábamos jugando... —murmuró Jihye, apenas audible.

—Sí, pero tú no puedes correr, Jihye —dijo Minhyuk con voz calmada mientras se sentaba en una silla cercana—. Sabes que no te hace bien.

Jihye asintió en silencio.

—Lo mismo va para ti, Jisung —agregó Hyunwon, esta vez con un tono más sereno—. Sé que sus situaciones son diferentes, pero ambos saben que no deben exponerse así. No sabemos qué puede pasar.

Los chicos asintieron. Hyunwon los miró unos segundos, luego extendió los brazos.

—Ahora vengan acá. Ya basta de lágrimas.

Jihye y Jisung esbozaron una pequeña sonrisa y corrieron a abrazarlo. Hyunwon los recibió con calidez, besando suavemente sus cabecitas mientras les acariciaba el cabello con ternura.

—¿Y yo qué? ¿No tengo derecho a un abrazo? —preguntó Minhyuk, fingiendo estar indignado.

Hyunwon rodó los ojos con una sonrisa y los niños se lanzaron sobre Minhyuk también, envolviéndolo en un abrazo apretado y lleno de risas.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe. Un chico alto, de cabello negro lacio y largo hasta el cuello, entró corriendo con el rostro visiblemente preocupado.

—¡Jihye! ¡Jisung! —exclamó Yoonseo, su expresión reflejaba el susto que aún no se le iba del cuerpo—. ¿Están bien?

Hyunwon y Minhyuk intercambiaron una mirada y salieron de la habitación para dejarlos solos. Yoonseo se acercó rápidamente, examinando a los menores con una mezcla de ansiedad y alivio.

—Estamos bien, hyung —respondió Jihye con una sonrisa divertida.

Yoonseo lo miró, luego giró la vista hacia Jisung, quien asintió tímidamente. Al verlos sanos, soltó un suspiro de alivio y bajó la cabeza unos segundos, procesando la tensión.

—Casi me dan un infarto... —murmuró. Los chicos rieron con suavidad, aliviando el ambiente.

—Bueno, yo los dejo —dijo Jisung, y se dirigió hacia la puerta para salir.

Yoonseo se sentó al borde de la camilla, mirando a Jihye, quien se acomodó a su lado.

—¿Se puede saber qué estaban haciendo? —preguntó con un suspiro cansado.

—Estábamos jugando... —respondió Jihye con un puchero adorable.

Yoonseo negó con la cabeza y, sin pensarlo, lo tomó con suavidad para sentarlo en su regazo. Jihye se acurrucó contra él, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello.

—¿Sabes cuándo vienen mis padres? —preguntó en voz baja.

—En unos días —contestó Yoonseo, acariciándole la espalda con ternura—. ¿No te sientes solo?