El sol acariciaba con suavidad las losas claras del camino frente al campus. El ambiente olía a flores nuevas y tierra húmeda. Estudiantes iban y venían entre risas, con el uniforme perfectamente colocado y las mochilas colgando despreocupadamente de los hombros. Entre ellos, uno destacaba inevitablemente.Kyungsoo bajó de su automóvil con una calma elegante, sus pasos lentos y seguros captaban la atención de todos los presentes. Era como si el tiempo se desacelerara a su alrededor. Sus compañeros no tardaron en voltear a verlo, algunos con admiración, otros con susurros curiosos. Se dirigió hacia Binnie, quien acababa de llegar también.
—Me siento nervioso —murmuró Binnie, caminando junto a su mejor amigo hacia el edificio principal, mientras a su alrededor, algunas estudiantes se agitaban emocionadas al verlos pasar.
—¿Por qué? —preguntó Kyungsoo, girando levemente la cabeza para mirarlo.
—No lo sé... El día está muy bonito —respondió Binnie alzando la vista al cielo claro—. Me gusta la primavera.
Ambos cruzaron la entrada del edificio entre miradas curiosas y pasos sigilosos a su alrededor.
—A mí no me gusta. Octubre y mayo... me desagradan —contestó Kyungsoo con voz apagada, sin apartar la vista del frente.
Binnie lo miró de reojo, reconociendo aquella seriedad en el rostro de su amigo. Sabía bien por qué.
Mayo solía ser su mes favorito, un tiempo en el que Kyungsoo y esa persona especial solían escaparse de la ciudad durante una semana. Él mismo a veces se les unía o ayudaba a cubrir su ausencia con excusas perfectamente elaboradas para que los profesores no los castigaran. Sus padres solían vigilarlos estrechamente en esa época, sabiendo que cualquier noche podía ser la última en casa antes de otro de sus viajes clandestinos.
Pero ahora... todo había cambiado. Octubre se llevó demasiadas cosas. Yerim, su amiga inseparable, se había distanciado. Y lo peor de todo: esa persona ya no estaba. Desde entonces, mayo no traía alegría, sino un vacío doloroso que le apretaba el pecho.
Los casilleros estaban decorados con pegatinas, dibujos, y algunas puertas estaban llenas de cartas y notas de colores. Kyungsoo y Binnie se detuvieron frente a los suyos. Como siempre, los papeles decoraban sus lockers. Kyungsoo los retiró con desinterés y los lanzó dentro sin siquiera leerlos. Agradecía el gesto, pero no le interesaban. Le parecían innecesarios… cursis. A unos metros, Yerim leía las suyas con una sonrisa.
Kyungsoo sacó su libro, cuaderno y estuche antes de cerrar el locker.
—Dejaste tu sudadera ahí —dijo con una leve sonrisa mientras se acercaba y señalaba la prenda arrugada en el último compartimento del casillero de Binnie—. Ni siquiera la doblaste antes de guardarla.
Soltó una breve carcajada.
—Es que tenía prisa y la aventé ahí. Luego se me olvidó sacarla —respondió Binnie, rascándose la nuca—. Mejor me la llevo ahora, y la meto al auto después.
Tiró de la prenda para sacarla, pero al hacerlo, un papel blanco cayó al suelo. Ambos lo observaron. Binnie frunció el ceño.
—¿Una carta de amor olvidada? —bromeó Kyungsoo divertido mientras su amigo se agachaba para recogerla.
—Ojalá... pero solo si fuera de Jiyeon —contestó con una sonrisa traviesa. Kyungsoo rió por lo bajo.
Binnie se puso la sudadera y abrió el papel con curiosidad. Su sonrisa desapareció de inmediato.
—¿Qué pasa? ¿Es una carta de desamor? —preguntó Kyungsoo al notar el cambio repentino en su rostro.
Binnie guardó silencio. Kyungsoo, preocupado, le arrebató la hoja. Al leerla, su expresión también se apagó.

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Beautiful Spring
Ficção AdolescenteHa llegado la primavera al igual que un nuevo chico a la vida de Lee Kyungsoo ,Han Jisung un chico que tiene sus días de vida contados y cual quiere acercarse a Kyungsoo quien trata de alejar a Jisung de su vida al tener miedo a lo que pasará cuand...