Capitulo 32

33 6 0
                                    

El día paso, y durante la noche no podía dejar de pensar las cosas buenas y malas acerca de irme de la ciudad, mi ciudad, la que me vio nacer, crecer y madurar.
Al lado de mi estaba Calvin, dormido con la respiración acelerada, accedí a pasar la noche con el y hubiera sido una noche épica de no ser por la idea de salir de la ciudad, no dejaba de hablar de eso y yo de pensarlo.
Al fin y al cabo me quede dormida en los brazos de Calvin y soñaba con una vida afuera.
En la mañana siguiente el estaba despierto antes que yo.
-- ¡Deja de verme, es raro y me quita el sueño!-- dije mientras intentaba de empujarlo.
-- No puedo, eres tan hermosa cuando duermes, cuando estas despierta también, pero dormidas no eres enojona y tranquila.
-- ¡No soy enojona¡-- dije enojada, bueno tal vez si lo era, pero solo un poco.
-- Si lo eres, y así te quiero.
-- ¡Ya, deja de alagarme, vas a hacer que mis mejillas exploten de tanto ponerme roja!
-- Bueno, ya me callo si me das un beso.
-- ¡No!, tengo mal aliento, y tu también.
-- No me importa.
-- Ya te dije que no.
-- Muy bien, eres demasiado inteligente y eso es de verdad que sexy, eres una gran luchadora y eso hace....-- tuve que callarlo con un beso, era demasiado dulce y no quería que siguiera, odio hablar de mi.
El beso era profundo, como ningún otro que nos hubiéramos dado, el sabia a aliento de mañana, pero no era un sabor desagradable, mas bien era algo diferente. El beso se tornó apasionado, Calvin me empezó a a acercara a el y agarro mi cintura con mucha fuerza, tuve que separarme porque sabia que si iba mas lejos no podría parar.
-- Calvin detente.
-- Si, perdón, creo que me pase un poco.
-- Oye, no fuiste tu, yo no se si este lista para ya sabes, dar el siguiente paso.
-- Mira, no te preocupes, esperare, aparte, eres la única mujer que e querido, aparte de las que hay en mi familia, que quiero por su forma de ser no se cuerpo.
-- ¿Que quieres decir con eso?
-- No me mal interpretes, eres sexy y bonita, pero hay mas en ti que solo eso.
Y lo volví a besar, un beso rápido y dulce.
-- Debería halagarte mas seguido.
-- No, no lo hagas.
-- Oye cambiando de tema, haz pensado lo de mi nuevo trabajo.
-- Si, pero todavía no he tomado una decisión.
-- No es que quiera apresúrate, pero me están pidiendo una respuesta rápido.
-- Mira, te prometo que te responderé lo más rápido que pueda, ¿está bien?
-- Si, bueno, creo que hay que pararnos, hay que llegar al entrenamiento.
-- Si, me voy a duchar.
-- ¿Te puedo acompañar?
-- ¡No¡

Vuelto a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora